911

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- 911, cuál es su emergencia?

- Ella... no... ella no se encuentra bien...

- Señor? podría decirme donde se encuentra?

- Eh... si... pero ella... por favor vengan... ella... no sé...

- Señor por favor, puede explicarnos la situación? Se trata de un accidente?

- Eh... no... no realmente...

- Aaaaaaah!!!! - se escuchó el lamento de una mujer.

- Candy mi amor!... por favor, vengan... ella... ella perdió su fuente!

- Señor su mujer se encuentra en trabajo de parto?

- Eh... si... eso creo...

- Yo no lo creo... ESTOY SEGURA!!!! Aaaaaaah!!!

- Y dice que rompió fuente? Hace cuanto que esto sucedió?

- Eh... hará una hora, no, mas...

- Aaaaaah!!! Por el amor de dios!!! Este niño me va a matar!!!

- Mi amor, respira por favor, respira, como en el curso...

- Señor? Sigue ahi?

- Si, aquí estamos.

- Cada cuanto son las contracciones?

- Cada 3 minutos... creo!

- Que siiiiiii!!!! Cada tres malditos minutos!!!!

- Hace cuánto tiempo que su mujer tiene contracciones?

- Eh... no lo se... - y poniendo a un lado el teléfono para preguntarle a Candy - Mi amor, gatita, hace cuantas horas que tienes...

- Por la bendita estrella polar!!!! Hace cuatro horas que.... Aaaaaaahhh!!!!

- Señor, podría darme sus coordenadas y brindarme sus datos? Estamos enviando una ambulancia.

- Sí, claro... eh, todos los datos? Incluso el nombre del bebé?

- Araaaahhh!!!! A ti no mas se te ocurre preguntar eso!

- No, solo los de Uds. - la operadora de la central de emergencias no pudo evitar reír un poco ante aquel futuro padre, seguramente primerizo - Deme el nombre de su esposa.

- Sí claro, por supuesto. Candice White McGill-Cronwell y nos encontramos en la residencia McGill-Cronwell en 453 West 24th Street, Chelsea.

- Entendido. Podría darme la edad de su esposa y en cuantas semanas de gestación se encuentra?

- Sí, Candice, 24 años, y esta en la semana 38 de gestación.

- Su nombre por favor señor?

- Si claro, Archibald Cornwell-Ardley

- Entendido. Estamos enviando una unidad.

Archie terminó la llamada y puso su IPhone de regreso al bolsillo de su pantalón.

- Gatita, ya vienen. Estas segura que no prefieres que tomemos el auto?

- NO! No pretendo dar a luz en el auto....

- Pero...

- No Archie, mi amor, por favor, créeme, no vas a querer ayudarme a traer al mundo a este niño en el asiento trasero de tu Porsche Cayenne... Aaaaaaah!!!

- Mi vida, gatita, dime, que puedo hacer... no soporto verte así! no soporto verte sufrir! - Archie intentaba calmar el dolor de Candy frotándole la espalda.

Candy se hallaba de pie, inclinada hacia adelante con las manos apoyadas en el respaldo del sofá de la sala de estar. Frente a ella se hallaba aquella pintura que Archie compró, su primera pintura vendida. Archie, parado al lado de ella, no dejaba de frotarle la espalda. Candy volteó a verlo.

- Lo sé mi vida, y en verdad esto es.... hummmm!!!!! Normal... créeme...

Candy intentó ponerse de pie frente a Archie. Sus mejillas estaba sonrojadas por el esfuerzo físico que el trabajo de parto le estaba ocasionando. Archie la miraba preocupado, había notado las pequeñas gotas de sudor que perlaban su rostro. Sacó su pañuelo del bolsillo de su pantalón y con mucha ternura limpio el sudor. Luego de guardar su pañuelo nuevamente en el bolsillo, tomó con ambas manos las manos de Candy entrelazando sus dedos. Apoyó su frente contra la de ella. Ambas miradas se fijaron, los ojos color caramelo de Archie y las verdes esmeraldas de Candy.

- Mejor? - preguntó Archie con una voz bastante suave. Candy asintió - Te amo tanto gatita!

- Y yo a ti Archie.

Archie acortó la distancia que separaba sus labios de los de ella. Rozó levemente aquellos labios que lo apasionaban con los suyos, soltó un suspiro. Lentamente Archie envolvió los labios de ella entre los suyos, entreabriendo ligeramente la boca de Candy, permitiendo acariciar tiernamente con su lengua, la de ella. Esta vez fue ella quien suspiró.

- Nunca me cansaré de besar tus dulces labios, nunca será suficiente el saber que te tengo cerca, siempre querré aún mas de ti...

- Aún mas?

- Sí, siempre.

- Incluso así de redonda como me encuentro?

- No estas redonda mi amor, mi diosa, mi vida. Estas llevando en ti, algo de mí... - Archie acarició el vientre de Candy - y dentro de poquísimo tiempo me harás aún mas feliz! Conoceré a mi hijo, a nuestro hijo... tu y yo en un solo ser...

- Hummmm!!!!! - Candy intentaba retenerse para no gritar. Archie volvió a sacar su pañuelo para pasárselo por el rostro y a darle tiernos besos en la frente.



Minutos más tarde, ambos se hallaban en una habitación del área de maternidad del Hospital Presbiteriano de New York, recibiendo la llegada de su primer hijo, Ewan Alistear McGill-Cornwell. Archie se hallaba sentado sobre la cama de la habitación de la maternidad, apoyado al respaldar de la cama, con Candy sentada entre sus piernas y apoyada contra su pecho. Candy llevaba en brazos al pequeño bebé. Archie había pasado sus brazos al rededor de Candy, completando el abrazo protector con el que Candy llevaba a su hijo. Archie apoyó su rostro en el hombro derecho de Candy, rozando su mejilla izquierda contra la mejilla derecha de ella. Le dio un tierno beso en el cuello, y acercando sus labios al oido de su amada le preguntó:

- Crees que tendrá tus pecas?

- Hummm... no lo sé. Eso solo lo sabremos con el tiempo. En todo caso tiene el color de tu cabello y parece que será igual de lacio que tú.

- Tú crees? Hummm, yo más bien diría que es tu tono de rubio.

- En todo caso tiene tu nariz, tu perfecta nariz respingada - Archie sonrió.

- Mi perfecta nariz respingada?

- Tienes un bello rostro mi vida... nunca te lo dije pero, aquella vez que pasamos la tarde juntos, que vimos el atardecer desde mi antiguo penthouse, creo que fue esa vez que me di cuenta de lo guapo que eres!

- Así? Tan tarde?

- Presumido!

De pronto, el pequeño bebe se movió dando un bostezo, y abrió sus ojos. Un par de hermosos ojos verdes miraron directamente a los ojos de su joven padre.

- Es perfecto... - dijo Archie - simplemente perfecto! Gracias mi amor, mi vida ahora esta completa!

- De verdad?

- Mmmmsi... para ti no?

- Hummm, un par más de estos pedacitos de tu y yo, y si, estará completa! Te amo Archie.

Archie le dio a Candy un beso cálido y con el dedo indice, acarició la pequeña mano de su bebé.

- Te amo gatita.

- Archie?

- Humm?

- Soy feliz...



FIN

Y si fueras tu ?Where stories live. Discover now