Capítulo 187: Pensamientos múltiples

                                    

                                          
El tono de las palabras fue un poco vago, ¿no? Cha Eui-jae replicó, dando un paso atrás con una expresión incómoda.
"¿Salir...? ¿Qué quieres decir? Eres tú el que habla de forma extraña. Esa es tu casa en primer lugar. Yo era el que estaba fuera de lugar allí".
"¿Por qué... hah?"
Lee Sa-young se cruzó de brazos e inclinó la cabeza. Dejó escapar un suspiro lo suficientemente fuerte como para que Cha Eui-jae lo oyera. Sus dedos se golpeaban los brazos con un dejo de ansiedad.
"¿Dónde dormiste los últimos tres meses? ¿En el suelo? No, ¿verdad?"
"¿Qué?"
"Viviste en mi casa durante tres meses. ¿Eso no cuenta como vivir juntos?"
"No, eso fue solo porque no tuve otra opción. Fue un arreglo temporal, como una convivencia con fines de cuidado".
"Mm... ¿es así?"
Sus ojos violetas brillaban intensamente. Había una intensidad extraña. Ahora que Cha Eui-jae lo miraba, sus ojos estaban bastante trastornados. Siempre estaba un poco trastornado, pero nunca había parecido tan trastornado. Solo había pasado una semana desde que estaban separados, pero ahora tenía el aire tenso de una bestia hambrienta. Lo suficiente para darle escalofríos a cualquiera.
Cha Eui-jae parpadeó.
'Esto es raro...'
Este hombre llevaba ocho años esperando el regreso de un muerto sin garantías. ¿Se le habrá acabado la paciencia después de tanto tiempo?
'No...'
No podía ser Lee Sa-young. Cha Eui-jae estaba seguro de eso. Lee Sa-young siempre esperaría a Cha Eui-jae. Eso era lo que él creía. Entonces, el Lee Sa-young que estaba frente a él ahora definitivamente no era normal.
'¿Es esta la influencia del otro Sa-young?'
Una breve imagen de un Lee Sa-young lloroso e irritado pasó por su mente. ¿Había perdido el control de su cuerpo otra vez, como aquella vez? Pero su mente todavía parecía la del Lee Sa-young que conocía. Mientras Cha Eui-jae intentaba deducir la causa, Lee Sa-young parpadeó y habló con frialdad.
"¿Qué, tengo que desmayarme otra vez para que vuelvas?"
"¡Lo has perdido! ¡Oye!"
Cha Eui-jae gritó instintivamente y luego se dio la vuelta bruscamente. A esa distancia, la directora en la oficina del director seguramente habría escuchado su conversación. Lee Sa-young también debería haberlo sabido. Cha Eui-jae lo miró. Lee Sa-young lo miraba fijamente, aparentemente imperturbable ante la idea de que la directora pudiera escuchar.
Lee Sa-young respondió sin rodeos.
"No es 'Oye', es Lee Sa-young".
"Eso no es lo importante ahora mismo... ja."
Cha Eui-jae se alborotó el cabello y luego agarró el brazo de Lee Sa-young. Bajó la voz y susurró.
"Intenta decir ese tipo de tonterías otra vez."
"¿Y si lo hago?"
"Me aseguraré de que no puedas decir nada más".
"¿Cómo?"
"¿Cómo? Te callaré físicamente. Oye, no, me refiero a que... ven conmigo, Lee Sa-young."
Cuando Cha Eui-jae tiró de su brazo, la gran figura lo siguió sin resistencia. Sus ojos enloquecidos y su aura siniestra se habían calmado un poco. Lee Sa-young preguntó: