Me obligué a salir de su habitación y de su casa. Tome un respiro y me planteé volver, pero no lo hice. Sabía que no le gustaría que me quedara junto an ella. Puede que haya aceptado mi consuelo, pero eso no significaba que me haya perdonado por haberla herido.
Ni siquiera le había pedido perdón, por el amor de dios. Debería hacerlo y lo haré. Solo necesitaba que estuviera más estable cuando lo hiciera.
Saqué mi teléfono y llame a Seungcheol. Me contestó al primer timbrazo.
-Encuéntrame en el club- le dije antes de colgar
No tenía que esperar su respuesta. Sabía de antemano que estaría allí.
Echo un último vistazo a la casa de Gawon antes de subirme al coche e irme. Media hora después, estaba en uno de mis clubes. Entré por la entrada privada que solo estaba destinada a mi, a Seungcheol y a las visitas que traíamos.
-Señor- me saludó el portero. Le saludé con la cabeza y entré al club
La maldita música estaba muy alta y me estaba dando dolor de cabeza. Me moví rápidamente mientras el portero me abría paso y llegamos a mi cabina privada, donde todo estaba mucho más tranquilo.
El procedió a montar guardia en la entrada. No era ni una ni dos veces que las mujeres intentaban colarse por la puerta solo para conseguir bebidas gratis.
Mi camarero personal entró con mi bebida y me la entregó. No tenía que decirle lo que tomaba, el ya lo sabía. Igual que sabía lo que tomaban Seungcheol y Hyunjin.
-¿Qué te tiene de tan mal humor?- preguntó Seungcheol mientras entraba
-Nada- murmuré mientras me recostaba en la silla
Seguía sin poder quitarme de la cabeza la maldita imagen de Gawon en el acantilado. La forma en que estaba tan cerca del borde. Casi me mataba cuando dio un paso vacilante hacia adelante. El miedo que me había invadido no se parecía a nada que hubiera sentido antes. Era tangible y me sofocaba.
Mi corazón realmente se detuvo y vi mi puta vida pasar ante mis ojos. Ella estaba tan rota y yo no quería nada más que recomponerla.
No sabía que habría hecho si hubiera llegado tarde. No sabía por qué, pero sabía que si hubiera muerto, mi corazón hubiera muerto con ella.
-Olvidas que te conozco mejor que tu- tomó asiento frente a mí
-Gawon- su nombre se escapó de mi boca en tono angustiado
-Te preocupas por ella
-Claro que lo hago, joder. Es la madre de mi hijo- le espeté con frustración
Todo el asunto me estaba frustrando. Ella estaba fuera de control y yo no sabía cómo ayudarla. No sabía cómo ser lo que ella necesitaba. Había pasado tanto tiempo alejándola que no sabía que la hacía mover.
-Es más que eso, Hannie, pero te niegas a abrir los ojos y verlo- dijo el
No había parado de hablar de ese tema. Que mi preocupación por Gawon provenía de sentimientos mucho más profundos. Seguimos discutiendo sobre eso. Creo que lo sabría si estuviera enamorado de ella. Me preocupaba por ella, y tenía sentimientos que no podía describir, ¿pero amor? No lo creo.
-¿Como está?- preguntó el cuando no dije nada más
-Esta embarazada
Me miró fijamente con los ojos muy abiertos y la mandíbula tensa. -¿Con el bebé de Mingyu?
-¿De quién más estaría embarazada?- le pregunté con irritación
Cuando me enteré ayer, algo cambió dentro de mi. Saber que estaba embarazada de ese bastardo lo hizo todo más real. Había estado bloqueando la idea de que se había acostado con Mingyu.
Cuando me enteré, había una parte primitiva de mi que quería matar a Mingyu por tocar lo que era mío. Después de eso lo bloqueé. Intenté fingir que no había pasado porque era la única forma de calmarme. Su embarazo ahora era la prueba de se acostó con otro hombre y, por alguna razón, me dolía y me volvía loco saberlo.
Era completamente irrazonable. Quería que siguiera adelante. Quería que me dejara en paz. Planeaba casarme con Yeji más adelante. Sin embargo, ahora que sabía que Gawon había seguido adelante. Seguido adelante hasta el punto en que se sintió cómoda para dejar que otro hombre la tocara. Sentía como si una maldita parte de mi hubiera muerto. No podía explicarlo y no sabía por qué, pero me sentía perdido.
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