Las puertas de la habitación se abrieron lentamente, y Misaki entró caminando con pasos inseguros, aún con un dolor punzante en la cabeza. Su mirada reflejaba la mezcla de nerviosismo y determinación que lo acompañaba.
—¡Misaki! —exclamó Harotu, corriendo hacia él con preocupación, seguido de cerca por otros omegas que se encontraban en el pasillo.
—Harotu, estoy bien —intentó calmarlo Misaki, aunque su voz temblaba ligeramente.
—Claro que no, mira cómo estás. A ver, déjame ver tu cabeza —dijo otro chico, acercándose con el ceño fruncido.
—¿Qué te dijo o qué te hizo? —preguntó Harotu, acariciando suavemente el cabello de Misaki.
—Él me dijo… que si no le daba el pañuelo morado esta noche, estaré acabado —respondió Misaki, la preocupación evidente en su rostro.
—Es lo único que tengo pa- —comenzó a decir, pero fue interrumpido.
—¿A quién le darás el pañuelo, Misaki? —una voz firme resonó en el pasillo, haciendo que todos se voltearan sorprendidos.
La tensión en el aire era palpable, y los ojos de todos se posaron en Misaki, esperando su respuesta.
En la otra habitación se escuchaba unos fuertes gemidos combinado con ruidos de la cama moviéndose.
El Omega admitió que tener sexo con su Rey era lo maximo pero está ocasión era diferente.
— Ah..ahhh!..se..se..siente..ahmm —El Omega se quedaba sin aire en los pulmones.
—se..siente..bi..ahhh..bien mmmm — Gemia sin parar, estaba embistiendolo con profundidad y con fuerza.
—Me estás apretando —dijo dejando escapar jadeos de su boca.
—Mas..ahh..ahhh..más!..ah..ah.. — no podía callar su voz, llevaba tan profundo que era demasiado exitante.
—En la mente de usami no paraba de venir imágenes del chico hermoso, sabia que eso no estaba bien Pero no podía esperar más.
Al recordar cuando el chico alzó la cara mirándolo con esa carita.
— ohh..Mmm!!..si..si..ahh.ahh..si..mi señor! — el Omega cerrando los ojos con fuerzas, su cara sudada contra el colchón.
—Era casi imposible no imaginarse si ese chico Misaki estuvo abajo de el gimiendole a gritos.
— Aumento las embestidas agarrando las caderas del otro con fuerza sintiendo como ya iba a terminar.
-yo..ahh..ahhh.me..ahh!..ahh.ahhhh...me ven...sii..ahhh — Era sofocante todo eso, hasta que sintió como su vientre era llenado del semen del rey.
—Mmmmm...—Gimio al sentir todo salir en el, se sentía satisfecho por completo.
El Omega se acostó cansado y jadeando con una sonrisa.
—Se vino en mi..— pensó con si pronto tendría una bueno noticia.
El alfa se siente al lado de el.
—Ve a lavarte —este no se veía de tanto humor
—Su majestad no pasa nada estoy bien — El Omega se sienta al lado de el acariciando su hombro sonriendo.
—Eh dicho que vete - ordeno - vete a lavarte Yuki.
—entendido...- este solo se levantó con algunas cobijas enredadas con su cuerpo.
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[ El Omega en el Palacio ]
RomanceEn el reino de Usami, el poderoso Rey Alfa, Akihito Usami, gobierna con firmeza y justicia. Mientras tanto, Misaki Takahashi, un Omega común y corriente, lleva una vida tranquila trabajando en una panadería junto a su hermano mayor. Un día, mientras...