Capítulo 8

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---Kayla

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---Kayla

El cambio de asignatura llegó como un respiro. El aula se llenó de ruido mientras todos se movían, aprovechando la pausa para intercambiar notas o susurrar chismes. Fue entonces cuando algo inusual sucedió.  Cuando regresé a mi asiento, encontré un sobre negro sobre mi escritorio, delicado y enigmático, como un susurro de lo prohibido.

Sobre cada uno de nuestros escritorios apareció un sobre negro.

—¿Qué demonios...? —murmuró Theo, tomando el suyo con cautela.

Vivienne ya estaba abriendo el suyo, sus ojos brillando de curiosidad. Respiré hondo y rompí el sello del mío. La tarjeta en su interior era minimalista, pero el mensaje era claro:

"Fuiste elegida para formar parte de Saint Judas Thaddaeus. Esta noche. 10 PM. El pabellón este. No te demores. "

No había firma, ni ningún indicio de quién lo había enviado, pero todos sabíamos lo que significaba.

—¿Qué? —preguntó Nathaniel en voz baja, sus ojos buscando los míos.

—Es real —susurró Vivienne, apenas conteniendo su emoción—. Pensé que era solo un rumor, pero... ¿lo están haciendo este año?

Las pocas veces que dormí en los dormitorios de la institución, en el ala de las chicas, corría un rumor inquietante, algo sobre un club secreto, una especie de junta clandestina a la que nadie podía acceder simplemente por pedirlo. Decían que, para entrar, debías ser elegido, y solo aquellos considerados "aptos" recibían una invitación. Durante años, pensé que todo eso era solo un cuento inventado por las chicas mayores para asustar a las más jóvenes, pero, a medida que pasaba el tiempo, empecé a notar ciertos detalles que me hacían dudar.

Este instituto, que lleva más de 150 años funcionando, tiene tantas historias y leyendas como su propia existencia. Y el club, según dicen, ha estado allí desde los primeros días, evolucionando con el paso de los años. En sus inicios, era un club común, una sociedad estudiantil más. Sin embargo, con el tiempo, algo cambió. En cada transición de liderazgo, cuando el presidente de turno se graduaba y era reemplazado, el club se transformaba, se volvía más oscuro, más enigmático.

Lo que ocurrió la última vez fue especialmente perturbador. El cambio de presidente trajo consigo una quiebra dentro del club, un vacío de poder que permitió que algo peligroso sucediera. Un infiltrado, alguien dentro de las filas del club, filtró secretos cruciales: qué hacían, dónde se reunían, y lo más desconcertante, las fiestas secretas que celebraban. No pasó ni un día después de que los rumores empezaran a circular, cuando el chico que había filtrado esa información fue encontrado muerto en su dormitorio. La policía dijo que fue un suicidio, pero nadie más que ellos vio el cuerpo. Desde entonces, los rumores crecieron, alimentados por el misterio y la duda.

Y ahora, aquí estamos, con el club funcionando bajo un nuevo líder, alguien que según dicen, ha dado un giro radical a la organización. La transición no fue nada fácil, y algunos susurran que este nuevo presidente es mucho peor que el anterior, que su llegada marcó un antes y un después, una nueva historia para el club, pero también para todos los involucrados. Las reglas cambiaron, y lo que antes se mantenía en las sombras ahora se ha vuelto aún más secreto y exclusivo.

InefableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora