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Hola mi gente bonita! Está es la continuación del capítulo 12‼️
Que lo disfruten...
Además no le busquen sentido a esto quieren?
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Kakashi había llegado a una conclusión inevitable...
Sasuke terminaría incendiando la aldea o, peor aún, achicharrando a alguien.
Por eso, después de que casi quemara la carreta de un comerciante que pasaba tranquilamente por la calle, decidió llevarlo lejos de la aldea. Ahora se encontraban en los campos de entrenamiento.
—Muy bien, Sasuke. Bienvenido a tu solución temporal —anunció Kakashi con entusiasmo, señalando una humilde tienda de campaña tirada en el suelo.
Sasuke arqueó una ceja y cruzó los brazos.
—¿En serio? ¿Por qué no mejor me dejas en el desierto? Creo que dormir en la arena sería más cómodo que esto.
Kakashi le dio una palmada en el hombro.
—Con esa actitud, ni la arena te querría.
—¿Ah, sí? Pues para empezar, todo estaría bien si no... —Sasuke se detuvo de golpe, mirando con horror cómo dos de sus dientes caían al suelo. Inmediatamente, sintió cómo unos nuevos colmillos crecían en su lugar. Frunció el ceño mientras se llevaba la mano a la boca.
—Eso dolió... —murmuró.
Kakashi arqueó una ceja, observándolo con una mezcla de preocupación y curiosidad. ¿Para qué demonios necesitaría colmillos un Uchiha? Su mente empezaba a divagar con teorías absurdas, pero todo pensamiento se esfumó cuando notó la mirada fija de Sasuke en una ardilla cercana.
—Oh, no... Ni se te ocurra... —empezó Kakashi, pero ya era demasiado tarde. Sasuke se lanzó como un rayo tras la pobre ardilla, ignorando completamente a su sensei.
Sasuke comenzó a correr en círculos tras la pequeña ardilla, que chillaba aterrorizada mientras intentaba escapar.
—¿Se puede saber por qué estás haciendo esto? —preguntó Kakashi, con un tono de aburrimiento en la voz.
—No lo sé, pero es divertido... —respondió Sasuke, sus pupilas dilatadas mientras seguía el rastro de la ardilla, completamente absorto.
Ya cansada, la ardilla decidió hacerle frente. Con un rápido movimiento, le lanzó una nuez directamente a la cabeza, lo que hizo que Sasuke reaccionara de golpe.
—Esto no podría empeorar... —murmuró, mirando sus manos y dándose cuenta de que ahora estaban cubiertas por escamas negras. Las uñas, además, parecían más largas y afiladas.
—¿Es una broma? ¿Por qué carajos tengo que pasar por esto? ¡No tiene sentido! —dijo, mirando sus manos con frustración.
Pero de repente, Sasuke desaparece, dejando su ropa atrás. Kakashi mira al suelo, esperando encontrar a Sasuke, pero en su lugar ve a un pequeño niño sentado en el pasto, con ropa que claramente le queda grande.
Kakashi levanta una ceja, completamente desconcertado.
—Ya veo por qué el libro decía que esto solo le pasa a algunos Uchiha... —comentó Kakashi, agachándose para observar al niño.
El pequeño Sasuke, de unos ocho años, lo mira con una expresión incrédula mientras se queda sentado en el suelo, atónito.
—Esto... esto es una pesadilla... —murmuró Sasuke, mirando sus pequeñas manos con total desconcierto.