Capítulo 112: Corto

                                    

                                          
Cha Eui-jae se metió las manos en los bolsillos y miró a su alrededor. Parecía ser algún tipo de centro de investigación y el lugar al que había entrado parecía ser el vestíbulo conectado a la entrada y el pasillo. Y desde el vestíbulo en adelante, había cadáveres por todas partes.
Las batas blancas de laboratorio que llevaban estaban tan empapadas de sangre roja oscura que era difícil discernir su color original. Cha Eui-jae miró hacia el techo. La luz incandescente de un blanco intenso parpadeaba de manera amenazante. El espacio estaba inquietantemente silencioso, sin siquiera oír el sonido de la respiración ni el latido del corazón. Paredes blancas y sangre roja.
"¡No quiero morir!"
Se escuchó el grito desesperado de alguien. Un dolor de cabeza punzante se apoderó de él. Cha Eui-jae se mordió la lengua por costumbre. A medida que el dolor agudo se extendía, finalmente recuperó la compostura. No había tiempo para estar inactivo.
Cha Eui-jae miró un cadáver que se había desplomado contra la pared con la cabeza apoyada en ella. A juzgar por los arañazos verticales en la pared, parecía que la persona lo había arañado con un dolor insoportable.
Cuando le dio la vuelta al cuerpo, el rostro, con los ojos muy abiertos, estaba empapado en sangre. Unos ojos negros y fríos examinaron todo el cuerpo. Al principio, pensó que Seo Min-gi los había matado a todos. Pero pensándolo mejor...
'No hay lesiones externas...'
Nunca había visto pelear a Seo Min-gi, pero manejar a una gran cantidad de personas sin dejar heridas visibles sería imposible sin alguna habilidad especial. ¿No afirmaba ser un especialista en sigilo e infiltración, no en asesinatos?
No había heridas externas, pero sí una cantidad anormal de sangrado. Cadáveres que habían muerto vomitando sangre, y el color rojo oscuro de la sangre...
Le pareció extrañamente familiar. Sin darse cuenta, Cha Eui-jae se tocó el cuello.
Sí, eran similares a los síntomas que sintió cuando Lee Sa-young lo envenenó. El dulce aroma que flotaba en el aire también le resultaba familiar. Siempre era el aroma que le hacía cosquillas en la nariz cuando Lee Sa-young estaba cerca.
Seo Min-gi debe haber sabido que había un invitado adentro. A pesar de eso, solo dijo: "Puede que haya un desastre adentro". Esto probablemente significaba que consideró que el invitado no sería una amenaza para Cha Eui-jae.
Cha Eui-jae se rió entre dientes y luego examinó el rostro del cadáver después de tocarle el cuello. Todavía estaba tibio y el rigor mortis no se había instalado. Estaba claro que la persona no llevaba mucho tiempo muerta.
"Debe estar todavía dentro."
Si continuaba, seguramente se encontraría con él. Cha Eui-jae plantó las suelas manchadas de sangre de sus zapatillas en el suelo y comenzó a caminar.
El Gremio Pado, el Gremio Seowon y la Oficina de Gestión de los Despertados persiguieron a Prometeo. Lee Sa-young, que fue un sujeto de prueba de Prometeo. Probablemente fue Lee Sa-young quien convirtió este lugar en un desastre y mató brutalmente a los investigadores.
'¿Es por su rencor contra Prometeo?'
Mientras caminaba por el largo pasillo, evitando cadáveres y charcos de sangre, sus pensamientos comenzaron a centrarse en Lee Sa-young.
Seo Min-gi había declarado firmemente que nadie sobrevivió a los experimentos de Prometeo. Nam Woo-jin había dicho que Lee Sa-young era un ex sujeto de prueba de Prometeo. Uno de ellos tenía que estar mintiendo.
'A juzgar por el estado del interior, parece que Nam Woo-jin tenía razón...'
Ningún rencor común llevaría a alguien a matar a todas las personas de esta manera.