25 - Un día divertido

                                    

                                          
Himiko y yo caminábamos pacíficamente por las calles de Hamamatsu mientras nos dirigimos a las reparaciones mecánicas de Hatsume y demás. Mirando a la chica que saltaba felizmente a mi lado, vi cómo miraba alrededor de mi ciudad natal con asombro y emoción.
Los dos no hemos salido muy a menudo, por razones obvias, pero cuando lo hicimos, Himiko lo disfrutó mucho.
Estaba vestida con una gran chaqueta rosa pastel con una capucha blanca que se cernía sobre su falda corta blanca. Un par de zapatillas blancas y rojas estaban en sus pies, mientras que sus piernas estaban cubiertas de calcetines negros hasta el muslo. Las gafas redondas de Maki y una mascarilla médica blanca estaban en su cara.
La máscara estaba allí para tratar de ocultar su identidad, al menos un poco.
"Ahora recuerda. Mei puede ser un poco excéntrica".
"¡Qué interesante!"
"No te ofendas si ella no puede recordar tu nombre. Le tomó semanas recordar el mío".
"¡Solo tendré que causar una impresión súper fuerte entonces!"
"¿...estás diciendo que?"
"..."
Al ver que ella no se cedería, dejé el asunto ir. La emoción de Himiko por hacer nuevos amigos era demasiado grande para ser sacudida por mis advertencias.
No tardamos mucho en llegar al escaparate. Una vez allí, sostuve la puerta abierta para Himiko, y entramos. Para mi sorpresa, vi a la madre de Mei, Hatsume Yumiko, detrás del mostrador.
Yumiko tenía el pelo largo y negro y ojos verdes brillantes atados en una cola de caballo alta. Llevaba un vestido casual con un delantal limpio alrededor de su frente.
"¡Ah, Souta-kun!" Yumiko dijo con una gran sonrisa maternal. "¡Por fin estás aquí!"
"Hatsume-san", dije con una ligera reverencia, que Himiko copió. "Es un placer verte. Es raro verte en el escaparate. Pensé que estarías con Mei".
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"Probé eso. Pero esa chica heredó la fuerza y la terquedad de su padre. ¡Oh! ¿Quién es esta monada? ¿Un amigo tuyo?" Yumiko dijo mientras caminaba alrededor del mostrador para mirar a Himiko, haciendo que la rubia se sonrojara. "¡Tu atuendo es tan lindo! ¡Me encantan tus gafas!"
"A-ah, gracias". Dijo Himiko nerviosamente. Luego puso sus manos frente a ella y se inclinó adecuadamente ante Yumiko. Los modales arraigados perforados por sus padres entraron en acción. "Soy... Toga Himiko. Es un placer conocerte, Hatsume-san".
"¡Nuestros nombres son tan parecidos! ¡No es una coincidencia!" Yumiko brotó mientras inspeccionaba los característicos moños de Himiko. "¿Te peinaste tú mismo? ¡Me encanta! Ojalá MeiMei me dejara peinar su cabello".
Sonreí mientras veía a Yumiko hablar alegremente con Himiko. A pesar de ser desanimada por la personalidad brillante y maternal de la mujer, Himiko recuperó rápidamente su alegría. Luego, los dos entraron en una larga charla sobre qué atuendos pensaban que eran lindos y cómo se peinan.
Me pregunto si Himiko alguna vez fue capaz de hablarle así a su propia madre. Pero sabiendo cómo la trataron, probablemente no. Esto debe ser nuevo para ella.
Inconscientemente, mi puño derecho comenzó a apretarse de ira. Los fragmentos rápidos que leí en la línea de tiempo original eran solo arañazos en la superficie de lo que hicieron los padres de Himiko. No quería pensar en qué tipo de vida tenía que vivir con sus padres.
"¡Vamos, MeiMei! ¡Souta está aquí!"
"¡No! ¡Llevame de vuelta! ¡Esto es secuestro!"
"No puedo secuestrar a mi propio hijo".