-No, desde pequeña me han gustado mucho, sobre todo el fútbol, mi padre...-hizo una pausa-a mi padre le encantaba que le acompañase al estadio cada fin de semana a ver jugar al equipo, siempre me enseñaba las distintas jugadas, las comentábamos juntos y....-sus ojos se aguaron y tuvo que respirar profundamente para volver a hablar-y me enseñó a amar a tu equipo sobre cualquier cosa-acabó afectada, con la voz quebrada.

Había hablado en pasado.

-¿Tú papá...ya no está, verdad?-le pregunté y ella negó mientras se le escapaban algunas lágrimas que ya no pudo aguantar.

Se levantó de la silla dejando su libreta en la cama y se acercó a la ventana tapándose la cara para que no la viese llorando.

Se había roto frente a mi.

Desde que la conocí, siempre desee echarle un ojo a su libreta donde apuntaba todo, pero al verla llorando así, solo pude levantarme con cuidado de no hacerme daño y acercarme a ella para rodearla desde atrás.

-Iris...-Le dije besando su hombros y ella se giró en mi dirección abrazándose a mi para sorpresa mía, que no esperaba que lo hiciese.

Escondió su cabeza en mi cuello, y yo solo pude apretarla contra mi acariciando su espalda.

-Siento mucho lo de tu papá-le dije escuchando como se rompía en mis brazos y a mi me quemaba verla así-estoy seguro que este donde esté, está muy orgulloso de la mujer tan maravillosa en la que te has convertido-le dije y ella negó.

-No, no lo está-me dijo enfadada.

-Claro que si, rubita-le dije besando su mejilla y ella negó mirándome a los ojos desde cerca.

-Yo si te quiero Pablo, te quiero mucho y por eso....por eso estoy sin saber qué hacer, como actuar-me dijo y yo frunci el ceño a la vez que él corazón se me empezaba a acelerar.

-¿M..me quieres? ¿De verdad?-le pregunté y ella dirigió su vista a mis labios por un segundo para volver a mis ojos.

-Siento mucho todo esto, ojalá nos hubiésemos conocido de otra forma de verdad, esto...esto es muy duro-me dijo y yo sequé sus lágrimas, quería escucharlo, quería escucharlo otra vez-pero si, te quiero, te quiero tanto que...dentro de toda la oscuridad que tengo a mi alrededor eres la vela encendida que hace que sonría cada dia-me dijo y yo esbocé una sonrisa tímida.

-Yo también te quiero-fue lo único que fui capaz de decir, pero sus ojos se aguaron al escucharme-yo también...-la puerta de mi habitación se abrió, y ambos miramos hacia ella mientras Iris se separaba de mi y se daba la vuelta hacia la ventana de nuevo.

-¿¡Pero qué haces levantado?!-me recriminó Ana y yo suspiré.

-Ana no entres sin llamar-le pedí cabreado, joder. Había cortado mi momento.

-¿Qué no entre? ¿No sabes que te han dicho reposo?-me dijo y yo mordí mi lengua para no....mandarla a la mierda- ¿y tú? ¿¡Qué clase de psicologa de mierda eres que te pones a llorarle y lo haces levantarse?!-le dijo a Iris.

-No te metas en esto, y lárgate estamos en una sesión-le dijo Iris secando sus lágrimas.

-¡Y una mierda! ¡lo pones peor de lo que está! ¡eres una hija de puta!-le gritó Ana encarándose con ella.

-Con mi madre no te metas, ¡estúpida!-le dijo Iris y Ana se acercó hasta ella dándole un guantazo en la cara.

-¡Ana!-grité yo y fui a acercarme, justo cuando Iris le devolvió el guantazo a Ana, y las dos se engancharon y empezaron a pelearse-¡Iris! ¡Parad! ¡MAMÁ, PAPÁ!-Grité yo y mis padres subieron rápidamente, acompañados de pedri que agarró a Iris mientras mi padre agarraba a Ana.

-¡Hija de perra!-le gritó Ana y pedri tuvo que agarrar a Iris bastante fuerte porque parecía querer matarla.

-¡Eres una...una...-rompió a llorar viniendose abajo a ojos de todos-¡Ten más humanidad!-le gritó a Ana zafandose del agarre de pedri para coger su bolso y salir de mi habitación.

-¡Iris espera!-dije intentando frenarla, pero de nada sirvió-¡Iris!-le grité cuando escuché un portazo desde abajo.

Miré a Ana con desprecio.

-¡Qué sea la última vez que vienes a mi casa, entras a mi habitación sin llamar y la insultas de esa manera! ¡Qué sea la última vez que te tomas esas libertades conmigo, y con ella, qué sea la última vez que la tocas!-le grité.

-¡Encima la defiendes a ella! ¡También me ha pegado!-me dijo y yo me llene de rabia que tuve que contener.

-¡Fuera! ¡Fuera! ¡FUERA!-Le grité.

-Te tiene dominado-me dijo mientras negaba mirándome-te tiene...-la corté.

-¡Qué te vayas! ¡Fuera!-le grité de nuevo y por fin, salió de mi habitación.

Tuve que respirar unas cuantas veces cabreado, hasta que mi madre me acarició el brazo.

-¿Pero que ha pasado?-me preguntó mamá.

-Ana la ha insultado, la ha llamado hija de puta y ella estaba llorando porque...-no pude acabar la frase.

-¿¡Qué?! ¿Eso le ha dicho Ana?-Me preguntó y yo asentí, haciendo que el resoplase llevándose la mano al pelo nervioso.

-¿Qué pasa?-le pregunté y el empezó a negar serio-Pedri, ¡Qué pasa joder!-le pregunté y el me miró suspirando triste.

-Hermano, hoy es el aniversario de muerte de los padres de Iris y Alice-me dijo...

(CONTINUARÁ...)

¡Os leooo!✨️

En Secreto-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora