24-La rubia le gustaba

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*Gavi*

-¿enserio?-Le pregunté a Albert cuando él me señaló la piscina y él asintió sonriendo.

Sonreí y rápidamente me quité la camiseta de la equipacion listo para meterme.

1 de marzo

Empezábamos una nueva serie de ejercicios para ir mejorando.

Ya llevaba unos días conduciendo, y ya podía andar con total normalidad y casi flexionar la rodilla al completo.

Estábamos trabajando mucho el tren superior en el gimnasio y pronto podríamos empezar con ejercicios en las piernas de forma moderada.

Fui a ponerme un bañador sonriente, aunque hoy me faltaba ella.

Se había pedido el día porque hoy le daban el alta a Alice, aunque habíamos quedado después para celebrarlo en mi casa.

Cuando saliese de aquí iría a por ellas a casa de Víctor, donde se quedarían porque el lo recomendó para tener cerca a Alice.

Irónico. Le gustaba Iris y lo había notado en estas semanas, no me podía ni ver y yo a él no le había hecho absolutamente nada.

Le mandé una foto mía con el bañador a la rubia donde se veía de fondo la piscina y le di a enviar poniendo de texto: "mira lo que te vas a perder hoy, mosqueona❤️"

Porque si, ya no era psicologa de pacotilla, había pasado a ser la mosqueona porque últimamente se enfadaba por todo y a mi me hacía gracia dar con ese punto donde se picaba tan fácilmente, porque después...el pique acababa de la mejor forma posible, en sexo. Que cada vez era más alucinante.

Solo de pensarlo me metí rápido en la piscina antes de que me diese el calentón otra vez.

La rubia me ponía mucho, muchísimo. Pero no solo por su cuerpo, sino por su forma de no ponerme las cosas fáciles con sus piques y a la vez...por su forma tan bonita de tratarme.

En el club lo tenía que hacer porque era su trabajo, pero fuera de él no nos separables desde noviembre, y ya eran muchos meses juntos.

Mis padres querían conocerla.

Madre mia, parecía mi novia y no lo era.

Pero ella...se hacía querer. Era muy especial, y también Alice que hoy por fin conocería a Pedri en mi casa, estaba deseando juntar a esos dos a ver por donde salía la cosa.

Albert me puso las pautas a seguir y los dos empezamos a hacer los ejercicios en la piscina.

Hablando, escuchando música, parando, caminando, y volviendo a empezar.

Estaba cogiendo muchísima confianza con él en estos meses, se había vuelto mucho mi confidente pero habíamos encajado increíble.

-Que raro se me hace no tener a Iris por aquí-me dijo mirando a nuestro alrededor soltando una risa.

-Imaginate a mi-le dije alzando las cejas-estoy deseando salir de aquí y pasar a recogerla-se me escapó por hablar casi sin pensar y él soltó una risa empezando a dar palmadas.

-Bueeeenooo....hasta que por fin-me dijo y yo lo miré alzando las cejas.

-Hasta que por fin, ¿qué?-le dije algo sonrojado.

-Venga ya Gavi, admite que te gusta-me dijo y yo abrí los ojos mientras negaba rápidamente.

-Claro que no, pero tengo afinidad con ella-le dije encogiendome de hombros.

-Si, afinidad, más afinidad que yo con mi mujer-me dijo y yo rodé los ojos con una sonrisa mientras negaba-venga, ¿ni un poquito? Si es un encanto de niña-me dijo y yo suspiré mientras andaba por la piscina.

En Secreto-PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora