Capítulo 10.

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Las mañanas de Shinazugawa Genya solían ser rutinarías y tranquilas. Despertar, prepararse para la escuela y desayunar, así de simple y sencillo e incluso los sábados tenía una rutina, la cual era: Despertar, desayunar y prepararse para el día de limpieza. El resto del día sería para descansar, pues su hermano no le obligaba a estudiar los fines de semana y no acostumbraban a salir a ningún lugar que no fuese el supermercado. Sin embargo ese sábado sería diferente.

— Entonces ¿Seguro que tienes todo listo? —.

— Sí, Aniki —.

— ¿Celular? —.

— Sí —.

— ¿El volumen? —.

— Lo suficientemente alto para asegurarme de escucharlo —.

— ¿Billetera? —.

— Lista —.

— ¿La tarjeta de crédito? —.

— Solo para emergencias —.

— ¿Llaves? —.

— Seguras en mi bolsillo —.

— ¿Tarjeta del metro? —.

— En la billetera —.

— ¿Qué será lo primero que harás al llegar al lugar? —.

— Enviarte mi ubicación —.

— ¿Cuánto tiempo vas a esperar si se retrasan? —.

— 30 minutos y si no llega nadie vuelvo de inmediato a casa —.

— ¿Qué harás si se hace tarde? —.

— Llamarte para que vayas a recogerme... Aniki, por favor, basta...—
Dijo Genya en lo que prácticamente fue una suplica, pues todo ese enlistado de recordatorios comenzaba a cansarle y a ponerle nervioso.

Sanemi por su parte solo frunció el ceño.

Los hermanos se encontraban en el genkan de su departamento. El menor tenía una mano en le pomo de la puerta de salida listo para irse, mientras el mayor le miraba con los brazos cruzados y una expresión bastante seria. Antes de dejarle salir con el grupo de chicos que le invitó, Sanemi quería asegurarse de que su hermanito estuviese completamente preparado.

Ese era el primer fin se semana que Genya saldría desde que se mudaron.

En realidad era la primera vez que tenía una salida con amigos.

— Ya largo —
Terminó cediendo al verle ya fastidiado.

— Estaré bien, en serio —
Dijo para darle más confianza, pues sabía que en el fondo su hermano solo estaba preocupado.

— Lo sé, ahora largo —.

Genya le dio una pequeña sonrisa a su hermano antes de abrir la puerta y marcharse.

Sanemi se quedaría en su lugar por al menos 10 minutos hasta finalmente dejar salir un largo y pesado suspiro y volver hacia su hogar.

Ese fin de semana estaba siendo toda una experiencia para ambos hermanos.

Yokohama era la segunda ciudad más grande de todo el país, tenía una gran importancia en varios aspectos, desde el político hasta el cultural y por supuesto contaba con varios sitios para el esparcimiento y diversión de locales y visitantes. Los centros comerciales, parques temáticos, parques al aire libre y ferias abundaban en la ciudad, había todo tipo de actividades para realizar en la ciudad para el disfrute de todos.

Shinazugawa Genya no había tenido tiempo de probar la mayoría de esos lugares desde que se mudó a la ciudad, pues su hermano mayor era la única persona con la que convivía y a este no le gustaba salir mucho, así que la mayor parte de la ciudad era desconocida para él. Llevaba poco más de un mes viviendo en el lugar y utilizar el metro aún le era un poco complicado, pero logró ubicarse lo suficiente para poder llegar al sitio donde acordó verse con el grupo de amigos que le invitó a pasar el día.

Choose to Love - Kimetsu no YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora