— Uf... Creo que comí demasiado, el corsé me aprieta — murmuro cuando llegamos al ducado. Tengo tantas ganas de quitarme esta ropa, pero me siento terriblemente pesado y cansado que no soy capaz de subir las escaleras para llegar a la habitación de Eunha. Hasta se me corta la respiración.
— Eunha — de repente, siento la mano del duque en mi brazo. Me aprieta tanto que me sorprendo y le devuelvo la mirada desconcertada — ¿Qué ha sido todo eso? Te lo he advertido y me prometiste que ibas a comportarte, pero le has faltado el respeto al príncipe, no una, ¡sino tres veces!
«¡Ay, tampoco es motivo para lloriquear! Él se lo merecía...» pienso, pero el agarre se vuelve más fuerte y siento sus uñas clavándose en mi piel. ¡¿Qué es esto?! ¿Acaso este imbécil maltrataba a Eunha?
— Lo siento, hermano... No sé qué me pasa últimamente, ¡t-trataré de corregirlo! — mi voz es sumisa. No es como trataba de decirlo, pero la personalidad de Eunha se superpone a la mía cuando hablo con el duque.
— No siempre podré protegerte. Deberías actuar como una persona adulta, ¿lo entiendes? Una tontería más y ni siquiera ser la prometida del príncipe o su esposa, podrá salvarte.
Asiento con la cabeza, mis ojos se llenan de lágrimas y siento una tristeza que no me pertenece. ¡Maldición, esto no lo han mencionado en la novela! ¿Qué clase de relación tienen estos dos?
— Me lastimas, hermano... — digo. Su expresión se suaviza, parece sentirse culpable y preocupado, por lo que me suelta rápidamente y se marcha sin decir nada.
Al fin, puedo respirar. Sentía como si estuviera asfixiándome. ¡Es un imbécil! ¿Cómo se le ocurre tratar así a una dama? Tengo que averiguar qué está ocurriendo. Me falta información de la novela, ¿podría ser que abusa de alguna forma de su hermana? Aunque, si fuera así, Eunha no habría sufrido tanto por su muerte como lo hace en la novela.
Debe haber algo más.
— ¡Señorita Eunha, ha vuelto! — observo a Mari, que me recibe con una sonrisa y le devuelvo la amabilidad como siempre.
— Hola, Mari, ¿cómo has estado en mi ausencia? ¿Me has echado de menos? — pregunto. Mari es adorable, ojalá me sonriera hasta que sea la hora de dormir; de esa manera, podría olvidarme del día tan terrible que tuve hoy.
— ¡Por supuesto, señorita! La he echado tanto en falta... ¿Quiere que la ayude a desvestirse? ¡Le prepararé un baño relajante!
— Por favor.
Ambos subimos las escaleras. Mari me habla de su día con entusiasmo, aunque antes me ha preguntado por el mío; pero le dije que preferiría no tocar el tema. Aunque la escuche hablar, no se me olvida lo que ha pasado hace un rato. Por alguna razón, me siento inseguro. Creía que el duque adoraba a su hermana, ¿pero qué ha sido eso? ¡Agh! Lo peor de todo es que no puedo enfadarme tanto como quisiera porque el duque tiene mi rostro. Si tan solo no me hubiera visto reflejado físicamente en él, ahora mismo podría estar maldiciéndolo a gusto.
— Mari — la detengo en medio de sus tareas. Primero, comenzó a frotarme la espalda, pero vi su expresión reflejada en el agua.
Parece angustiada, como si le doliera ver algo que yo no puedo. Su mirada de lástima me recuerdan a alguien en particular y no me gusta.
— ¿Sí, señorita? — me dice amablemente, pero ya me había incomodado.
— Puedes dejarlo por hoy. Ya terminaré de bañarme yo misma.
— Pero, señorita...
— No te preocupes, Mari, soy una persona funcional. Sé cómo limpiar mi cuerpo.
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Taehyung y la Reencarnación (taekook)
FanfictionTras fallecer repentinamente, Jeon Jungkook reencarna en el cuerpo de la villana de una novela de fantasía que, por si fuera poco, está destinada a morir decapitada por su prometido, el príncipe del Imperio, Kim Taehyung. ✨️ créditos por la portada...