IV

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—Dije; ¿Cómo me llamaste?

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—Dije; ¿Cómo me llamaste?

Paul no se detuvo, siguió caminando queriendo dejarla ahí, en verdad que con ella había sacado una paciencia qué el mismo creyó no tener.

Soltó un suspiro al suelo cuándo otra vez su puso delante suyo con unos cuchillos a ambos lados del rostro.

—Vampira, no tengo ningún interés en verte — su expresión inconforme no hacía más que crecer —. Estoy harto de soportar tu mal genio, he dado lo mejor de mi con tal de que esto no sea peor de lo que ya es y sinceramente no le veo caso.

—¿Lo mejor de ti? En ningún momento te he pedido que lo hagas, con solo verte quiero lanzarme a una hoguera con tal de estar lejos de ti — se cruzó de brazos acercándose al chico —. Eres una molestia que espero  desaparezca tan pronto cómo apareció, al menos tengo la fortuna de que puedas morir con más facilidad que....

—Cierra la boca — se cubrió los ojos dando un paso atrás.

Su cuerpo sintió una ola de calor sabiendo lo que se aproximaba.

—Lo siento pulgoso — su expresión seguía intacta —. Eres tan importante para mi cómo la mosca que acaba de pasar a mi lado.

Sin pensarlo lo suficiente la tomó del cuello estrellandola contra el arbol más cercano, la mujer sonrió en cuanto la misma sensación de la tarde apareció. Su cabeza podría ser separada.

—¿Esto te hace sentir mejor? — al tomarlo desprevenido no fue difícil alejarlo de ella — Solo eres un tonto chico que se aferra al vago sentimiento que ofrece una tonta leyenda.

—Doreen — se recompuso sin dejar de mirarle —. Sabía que serías mi ruina pero..... No pienso caer aún.

—Ya lo has hecho.

Con eso cortó la conversación desapareciendo gracias a su velocidad sobre humana, Paul se derrumbó dejando fluir toda la frustración qué el momento le causo.

¿De verdad tendría que soportar todo lo que hiciera? No quería, estaba harto, laa humillaciones estaban acabando con él.

Dejo salir su lado lobuno comenzando a correr esperando no verla más, su pecho dolía cada que le veía incapaz de hacer algo que ayudará.

Siguió corriendo hasta que cierto aroma lo atrapó, Yumiko cómo la reconoció estaba dándole la espalda, su pelaje gris con manchas negras se movia gracias al viento, en cuanto lo notó se quedaron en silencio un par de segundos en los que la chica dio media vuelta dejándolo atrás.

Hizo lo mismo regresando en sus pasos, aquello se repitió y cada uno hizo lo mismo que antes.

Quizás la tristeza ajena era lo que lo llamaba, sabía cómo estaban las cosas con Jacob, definitivamente la sonrisa en su memoria estaba lejos de aparecer en la chica.

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⏰ Última actualización: Dec 16 ⏰

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Enemies | Crepúsculo ½Donde viven las historias. Descúbrelo ahora