Capitulo 65 ✞︎Rᴀʀᴀ ʟᴜɴᴀ ᴅᴇ ᴍɪᴇʟ✞︎

                                    

                                          
༒︎
𝐄𝐋𝐈𝐀
Nueve horas después del vuelo más largo de mi vida. Llegamos, ahora mismo estamos en el auto que maneja Lucca y Slavik está a mi lado con su mano sobre mi vientre, y recuesto mi cabeza en su hombro rezando por llegar al penthouse del ruso. Mis ojos se cierran debido al cansancio que me causó el avión. 
— Amor — la voz de mi ruso me despierta, siento sus manos en mi mejilla acariciándola — sol ya llegamos. 
— ¿Ya? — dije, sí me dormí hace un segundo. 
— Ya hace dos horas — me dice mostrándome sus hoyuelos porque me mira sonriendo — Cielo, pasaron dos horas desde que te dormiste y llegamos hace casi tres horas que se cumplirán en…listo se cumplió tres horas. 
— Estás loco, debiste despertarme. 
— Y lo hice, mi corazón — demonios, no puedo ocultar mi sonrisa tonta al escuchar como me dijo, ¡mi corazón! El mío es que está por salir de mi cuerpo— Espera. 
Baja del auto, dándose la vuelta y abre la puerta para mi. No hago más que mirarlo con mucho amor. Rio nerviosa cuando me toma de las manos ayudándome a bajar y cubrir mi piernas cuando el vestido se sube y el motivo de eso es que hay muchas personas. Mi ruso es único, tan hermoso y caballero. 
— Gracias — beso sus labios, él rodea su brazo en mi cintura adentrándonos al edificio enorme y elegante — Es hermoso. 
— Es todo tuyo, mi amor— informa tranquilo. 
— ¿Enserio? — reí esperando que sea una broma — No bromees ruso. 
— Jamás te haría una broma printsessa. Está cadena hotelera de Grecia está en tus manos y puedes hacer todo lo que quieras con él. 
— No es gusto, no estamos al mismo nivel debería pensar un regalo más que una colonia y una joya — murmure al pensar que yo solo le di unas cosa que no se compara con lo que me regala, pensara que soy una tacaña — Prometo que te regalaré otra cosa más. 
— Tu y mis hijos son el regalo más hermoso y maravilloso que has dado. Esto no se compara con mis bebes, mi sol'tsito. 
— Te amo mucho — tomé su rostro y beso sus labios — Está precioso el edificio, tiene un diseño único y es bastante elegante sobre todo me gusta. 
— Porque lo diseñé con mis propias manos hace tres años aunque lo remodele hace un mes para ti y tiene mi inicial junto a la tuya — responde serio — espera a ver la parte trasera es más hermoso tiene la vista al atardecer, amanecer y en las noches se ven las estrellas. 
Slavik me sigue detallando la remodelación que hizo mientras que yo miraba los alrededores. Al entrar, quedó maravillada por la opulencia del lugar. El vestíbulo era amplio y luminoso, con techos altos decorados con candelabros de cristal que brillaban como estrellas. Las paredes estaban decoradas con obras de arte contemporáneo y espejos dorados que reflejaban la luz natural, creando un ambiente cálido y acogedor. El suelo de mármol pulido relucía bajo sus pies, y una alfombra roja se extendía desde la entrada hasta la recepción, donde un mostrador de madera oscura y mármol blanco recibía a los huéspedes. A un lado, un elegante salón con sofás de terciopelo y mesas de cristal invitaba a relajarse, mientras que al otro lado, un bar de diseño moderno ofrecía una selección de bebidas exclusivas.
Slavik complacido con la reacción de mi rostro que lo dice todo, me tomó de la mano yendo al elevador. El ascensor, con paredes de vidrio y vistas panorámicas, los llevó a la suite presidencial. Al abrirse las puertas, me quedé sin palabras. La suite era un oasis de lujo y comodidad, con una sala de estar espaciosa, muebles de diseño, y una terraza privada con vistas al mar Egeo. Cada rincón del hotel refleja la elegancia y el buen gusto, haciendo que me sintiera como una reina en su propio palacio.