UN VIAJE AL PUEBLO DE NASCA Y DESCUBRIENDO EL ORIGEN DE LOS PILARES
Yuzhe está en la cafetería, comiendo una sopa de papa para el estrés. Intenta recordar lo sucedido y por qué llevaba puesta la ropa de su ahora novio. Su mente es un torbellino de confusión y fragmentos de recuerdos.
Jazz se acerca con sigilo hasta donde está su amigo y, cuando llega, lo abraza con fuerza, apretándolo.
—Jazz, me falta el aire —dice Yuzhe, preocupado, tratando de liberarse del abrazo.
—No te vi llegar ayer, así que estaba preocupado. ¿Dónde estabas? —pregunta Jazz con una sonrisa, soltando a su amigo y sentándose a su lado.
Yuzhe intenta responderle, pero le da algo de vergüenza y se pone rojo.
—Es personal.
—Ya veo. Por cierto, tengo pasaje para ir a Perú. Los gané en un concurso de televisión. Es todo gratis: el tour, el hotel y la comida.
—Espera, ¿qué?
—Así es. ¿Te gustaría ir a un lugar en específico? —insiste su compañero, con entusiasmo.
Yuzhe recuerda las líneas de Nazca y dice:
—¿Te parece si vamos al pueblo de Nasca? Es para investigar algo.
—Está bien —responde Jazz, con una sonrisa cómplice.
El chico se roba una papa del plato de su amigo y se la come, riendo.
Yuzhe está en el aeropuerto con un bolso que le prestó Amish. Siente una mezcla de emoción y nerviosismo por el viaje.
—Si quieren hospedarse en un lugar, vayan al "Nazca Paraíso" es un buen hotel. Llamaré a mi nieto para que los lleve a ver la línea de Nazca.
—Muchas gracias —responde Yuzhe, agradecido.
—Ten cuidado y siempre vigila tu espalda en ese lugar.
—Lo tendré.
—El vuelo con destino a Perú saldrá en cinco minutos.
Yuzhe siente un nudo en el estómago mientras se prepara para abordar el avión, consciente de que este viaje podría cambiarlo todo.
Jazz toma a su amigo y corren a la entrada del avión antes de que sea tarde. Dejan su bolso en la línea y suben al avión. Se sientan atrás; Jazz se pone a ver una película y Yuzhe escucha música. Rato después Yuzhe se quita los auriculares y piensa en lo sucedido ayer en la noche.
<<¿Qué fue lo que realmente pasó anoche?>> Se pregunta, tratando de juntar las piezas de sus recuerdos. <<Desperté con la ropa de Sinose… ¿Por qué?>> La confusión lo abruma, y siente una punzada de ansiedad en el pecho. <<¿Hice algo de lo que no me acuerdo?>>
Mira de reojo a Jazz, que está absorto en su película.
<<Jazz siempre ha sido tan despreocupado… Ojalá pudiera ser más como él>> Suspira, sintiendo una mezcla de envidia y admiración por su amigo. <<Pero no puedo dejar de preocuparme por todo>>
Pasadas trece horas, es de noche y los chicos llegan a Perú. Ven un letrero levantado con el nombre de Yuzhe y Jazz. Ellos se acercan y se confirman.
—Bien, los llevaré a su destino.
—Llévenos al pueblo de Nasca, por favor —dice Jazz en un acento latino.
Caminan con el hombre y suben al auto, se ponen el cinturón y Pedro conduce al pueblo de Nasca. Cuando llegan al pueblo, ellos bajan del auto y el hombre dice:
—En el hotel que se van a hospedar será notificado a la empresa para pagarle el hospedaje, las cosas y lo que comen.
—Muchas gracias, señor.
Yuzhe y Jazz caminan en el pueblo buscando el hotel Nazca Paraíso. Pasan los minutos y llegan al hotel. Es un edificio largo de ladrillo rojo y techo negro. Hay un letrero colgando que se mueve con el viento, haciendo ruidos rechinantes. Suben las escaleras y golpean la puerta donde esperan. Es abierta por una mujer rellenita.
—¿Ustedes son Jazz y Yuzhe? —pregunta Alicia con una sonrisa.
Los jóvenes asienten y son bienvenidos al hotel. Se acercan a la recepción donde anotan su nombre en el cuaderno. La mujer les entrega las llaves de la habitación. Ellos suben al segundo piso y llegan a su habitación. Entran; el sitio es pequeño y tiene una cama matrimonial, un televisor en la pared blanca que también está decorada con mantas de lana con diseño de llamas y líneas de Nazca.
—Tú duermes en la cama, yo dormiré en la bañera.
Jazz toma una manta y una almohada, entra al baño y se cierra. Yuzhe se quita la ropa y se acuesta en la cama a dormir. Está cansado, cierra sus ojos y duerme.
A la mañana siguiente, los chicos se despiertan y se visten para ir a desayunar. Bajan las escaleras al comedor, donde frente a ellos se encuentra un hombre alto, de cabello negro, piel trigueña y ojos color avellana. Viste un poncho color café oscuro con diseños y líneas negras, un pantalón negro y botines café. Su nombre es Jorge Runa.
—Amish me dijo que ustedes quieren ir a ver las líneas de Nazca.
—Yuzhe Yuya —responde Yuzhe, sintiendo una mezcla de curiosidad y nerviosismo.
—Jazz Maiden —dice Jazz, con una sonrisa amigable.
—Jorge Runa. Vamos ahora, antes de que se haga tarde para almorzar.
Jorge camina hacia el auto y detrás lo siguen los jóvenes. Suben al auto y el hombre conduce al sitio. Los jóvenes miran el paisaje que les ofrece el pueblo de Nasca, sintiendo una mezcla de asombro y expectación.
—Deben saber que las personas tienen prohibido entrar donde están las líneas de Nazca por lo sucedido hace dos años atrás. Todos creen que es una leyenda, pero los encargados de custodiar las líneas creemos que pasó de verdad —dice Jorge, acelerando para llegar al sitio de inmediato, donde lo esperan su hijo y esposa.
El auto llega al lugar donde están las líneas de Nazca. Ellos bajan del auto y siguen al hombre hasta una pequeña casa. Entran al lugar y huelen una rica cazuela de vacuno; ambos tienen hambre y sus estómagos rugen en respuesta.
—Ya estoy en casa y traje algunas personas —anuncia Jorge.
Los chicos entran y saludan a la familia. La mujer, de nombre Griselda, mira a los chicos con mucha atención.
—No son de este país, ¿de dónde vienen? —pregunta la mujer, con una mezcla de curiosidad y desconfianza.
—Somos de Estados Unidos, señorita, y estamos aquí para una investigación acerca de las líneas de Nazca —responde Yuzhe, sereno pero con una chispa de emoción en sus ojos.
—Mi hijo sabe esto mejor que yo. Tomen asiento, serviré la comida.
Yuzhe y Jazz caminan al comedor, donde ven una mesa larga. En las paredes hay cuadros con tejidos de las líneas de Nazca. Toman asiento y esperan a que les sirvan. Llegan los demás miembros de la familia: dos chicos, uno que parece tener diecisiete años y otro que tiene diez años.
Luis Runa, el hijo mayor, es un chico de cabello negro y ojos café. Viste una polera sin mangas, pantalón y zapatos negros. Tiene una bandana roja alrededor de su cabeza. Sus ojos no tienen vida y su mirada es penetrante. En su cuello cuelga un collar de oro y plata. Yuzhe mira al mayor y nota que tiene uno de los seis objetos de Evo, el collar. El objeto le da poderes a sus portadores, como hablar con los espíritus, sentir la presencia del mal y comunicarse con el mundo Portis.
Sirven la comida y comen con tranquilidad antes de ir a investigar. En la carretera del desierto de Nasca, Revulsion, con una sonrisa en su rostro, conduce su moto a toda velocidad. Quiere llegar al lugar donde se originó todo para matar a ese semidiós.
Los chicos se ponen un poncho y una bandana, se miran al espejo y les queda muy bien.
—¿Están listos para ir? —pregunta Jorge a los jóvenes.
—Por supuesto —dice Jazz, contento.
Los cuatro caminan al auto, suben y se ponen el cinturón de seguridad. Jorge conduce hacia la línea de Nazca. Luis, que va atrás, mira a los chicos y siente que uno de ellos era el portador de un pilar maligno.
—Padre, llévalos a conocer el Nazca de la flor —menciona Luis con una voz sin vida.
Jorge conduce hacia donde se halla la flor de Nazca. El viaje dura media hora. Estaciona el auto a unos metros de la línea de Nazca de la flor y espera en el auto.
Los jóvenes bajan del auto. Hay un viento que arrastra la arena. Luis camina y los demás lo siguen. Llegan a pararse frente a la flor de Nazca.
—Eras portador de un pilar maligno. Es por eso que le pedí a mi padre que nos trajera a esta línea —dice Luis, apuntando al chico de cabello negro.
—Así es, y me ha ayudado a detener a los otros portadores. Pero, ¿cuál es la razón para atacar nuestro mundo?
El collar de Luis brilla y cambia el sitio por un lugar más aterrador. Hay titanes sin forma que gritan de agonía. Yuzhe y Jazz miran con miedo y asombro. Yuzhe siente un escalofrío recorrer su espalda mientras observa la transformación. Su corazón late con fuerza y su respiración se acelera. La visión de los titanes sin forma lo llena de un terror primitivo, pero también de una extraña fascinación.
<<¿Qué es este lugar?>> Se pregunta, tratando de mantener la calma. <<¿Cómo puede algo tan aterrador existir?>> Siente que sus piernas tiemblan, pero se obliga a mantenerse firme. <<No puedo mostrar debilidad ahora.>> Jazz, a su lado, también parece afectado, pero Yuzhe sabe que debe ser fuerte por ambos. <<Tengo que entender lo que está pasando. Este collar... estos titanes... todo tiene que tener una explicación>>
—Antes de que aparecieran los tres reinos, en el mundo Portis solo existían monstruos llenos de maldad. Ellos reinaban en ese lugar —explica Luis, su voz resonando en el aire cargado de tensión.
Yuzhe siente una mezcla de miedo y determinación. Sabe que está en el centro de algo mucho más grande de lo que jamás imaginó, y aunque el terror lo invade, también siente una chispa de esperanza.
<<Debo descubrir la verdad, no solo por mí, sino por todos los que dependen de nosotros.>>
Los chicos ven cómo los titanes pelean entre ellos para sobrevivir. Pero en medio de esa lucha, una luz brilla.
—De tanta maldad y oscuridad, nació la paz y la luz. Nacerían dos dioses que reinarían en los cielos e infiernos. Su primera misión fue encerrar a esos titanes en pilares. Llevó millones de años encerrarlos y, cuando quedaba uno, el ser amenazó con matar a su descendencia cuando sea liberado.
El sitio cambia a un enorme templo de rocas y ven dieciocho pilares, uno de ellos es blanco a diferencia de los demás que son negros.
—¿Qué fue lo que provocó que escaparan? —pregunta Yuzhe, preocupado.
—A unos segundos de que los dos mundos colisionaran, uno de los dioses se había infiltrado en el templo y rompió los pilares.
—¿Esto tiene que ver con lo que le pasó a mi hermano? ¿O solo fue coincidencia? —pregunta Yuzhe, algo alterado y preocupado por la respuesta.
Luis mira al chico con una mirada penetrante y Yuzhe siente un escalofrío que penetra su alma. El chico pone sus manos cerca del collar y el objeto empieza a brillar, buscando una respuesta. El muchacho abre los ojos y dice:
—Anur la ha encontrado. ¿Quieres saber?
—Sí.
—Los llamados Sainthood querían terraformar este mundo y hacerlo su nuevo hogar para crear guerra. Pero tu hermano mayor, en sus últimos momentos de vida, pensó en ti y en tu hermano más pequeño que venía en camino. Su sacrificio fue colisionar los dos mundos. Él los protegió y también protegió a la vida humana.
—Así que mi hermano…
Al escuchar la explicación de Luis, Yuzhe siente una oleada de emociones. Su corazón se acelera y sus manos tiemblan ligeramente. La revelación sobre el sacrificio de su hermano lo golpea con fuerza, llenándolo de una mezcla de tristeza profunda y gratitud inmensa. Las lágrimas comienzan a brotar de sus ojos, primero lentamente y luego en un torrente incontrolable. Cada palabra de Luis resuena en su mente, y la imagen de su hermano mayor, protegiéndolo hasta el final, se graba en su corazón.
Jazz, al ver la reacción de su amigo, lo abraza con fuerza, tratando de ofrecerle consuelo. Yuzhe se aferra a Jazz, sintiendo el apoyo y el amor de su amigo. Aunque el dolor es intenso, también siente una chispa de esperanza y determinación. Sabe que debe honrar el sacrificio de su hermano y proteger a los que ama.
Luis sonríe porque hizo un buen trabajo y su collar deja de brillar.
—Luis, ¿cómo te sientes al poseer un objeto de Evo? —pregunta Yuzhe, contento.
—Eso es una respuesta difícil de responder, pero diría que me siento contento porque tengo un propósito en este mundo y es ayudar a los viajeros con las respuestas difíciles de responder —responde con orgullo.
Yuzhe le agradece por lo que hizo y, de repente, el suelo se abre, separando al grupo. La brecha empieza a brillar de celeste. Las brechas forman el Nazca de la ballena.
Yuzhe siente un escalofrío recorrer su espalda mientras observa cómo el suelo se transforma. Su corazón late con fuerza y su mente se llena de preguntas y temores. <<¿Qué está pasando?>> piensa, tratando de mantener la calma.
Una moto aparece arriba de Yuzhe y cae al suelo cerca de la brecha. El sonido del motor retumba en sus oídos, aumentando su ansiedad.
—Hola, Yui —dice Kardia con una sonrisa despiadada.
Yuzhe siente una mezcla de sorpresa y miedo al ver a Kardia. *¿Qué hace aquí?* Su mente se llena de recuerdos y emociones conflictivas. La presencia de Kardia añade una nueva capa de tensión a la situación, y Yuzhe sabe que debe estar preparado para lo que venga.
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C.U.B.E: NAZCA LINE [EDITADA]
Science Fiction**SINOPSIS** Yui Boyle era un chico que lo tenía todo hasta ese fatídico día en que perdió a su hermano mayor. Cortó lazos con su familia. Ese mismo día fue testigo de un suceso en el que misteriosos cubos cayeron del cielo. Tras adquirir uno, nunca...