Capítulo 21: Gyomei

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— Ah... ah... - _______ estaba jadeante.- Gyomei yo... ya no puedo más...





Cuando el mayor de la pensión le pidió a ______ que llevara ropa cómoda para caminar en su cita no pensó que se refiriera a esto.

______ pensó que la llevaría a una plaza o un jardín, sin embargo el mayor la estaba llevando a un monte en las afueras de la ciudad, dijo que allí había algo que él quería que viera.

La pareja salió de la pensión con rumbo a la estación, tomaron el tren a las afueras y llegaron al pie de un monte y comenzaron a caminar para subir a la cima, desde entonces no se han detenido. La joven inquilina estaba asombrada de la seguridad de los pasos del mayor en el sendero a pesar de su ceguera, Gyomei le aseguró que conocía el camino como la palma de su mano después de haber venido en numerosas ocasiones.

La subida comenzó enérgica, ambos a la par, pero poco a poco _______ empezó a perder fuerzas puesto que el estado físico de Gyomei estaba a otro nivel. El mayor le pregunto en varias ocasiones si se encontraba bien porque oía su respiración agitada, pero ella, orgullosa, aseguraba que sí y continuaba caminando. Pero pronto empezó a perder fuerzas y quedarse atrás. Llego un momento en que no pudo más y tuvo que detenerse, se inclinó hacia adelante apoyando sus manos en sus rodillas trato de recuperar el aliento. Gyomei se percató de ello y se acercó a la joven con cara afligida.

— Ah... ah... - _______ estaba jadeante.- Gyomei yo... ya no puedo más...

— Lo sabía, estas cansada. ¿Por qué no me lo has dicho antes?

— Lo siento Gyomei, es que no quería importunar.

— Tú nunca me molestas.- dijo extendiendo su enorme mano y posándola en su cabeza.- Al contrario, siempre me llenas de felicidad.- La sinceridad del mayor sonrojo a ____. De repente Gyomei se agacho y agrego.- Ven, súbete a mi espalda, yo te llevaré ahora.

Aunque se negó en un primer momento terminó aceptando después, se subió al mayor y cuando se incorporo pudo tener una vista casi panorámica del camino, comenzó a prestarle atención a los pequeños detalles de la naturaleza que ignoraba por tratar de seguirle el paso a Gyomei: aves haciendo sus nidos, ardillas recolectando bellotas, las hojas bailando con el viento, todo era magnifico. Tanto así que se lo fue contando al mayor a medida que avanzaba.

Cuando el sol estaba en su punto mal alto llegaron a un claro, Gyomei bajo a _____ y luego quitándose la mochila desplego un enorme mantel a cuadros para poder almorzar juntos, el mayor había preparado varias cajas con comida: onigiris, sándwiches, galletas, incluso trajo un termo con algo de té. Gyomei había pensado en todo.

— ¡Todo está delicioso Gyomei!- dijo _____ mientras saboreaba la comida.- Has tenido una idea maravillosa con lo del picnic.

— Me alegro que te haya gustado, - dijo con una sonrisa que derritió el corazón de la joven.- Pero aun no es todo.

— ¿Tienes planeado algo más?

— Así es, el motivo real de venir hasta aquí está un poco más arriba.- la joven trago grueso al oír que aun debían caminar más.- Tranquila, no es mucho, yo puedo cargarte el trayecto que falta.

— Está bien.

Cuando terminaron de almorzar guardaron todo, incluso los desechos los metieron en una bolsa para tirarlo en un cesto después, ya que no está bien contaminar la naturaleza con la basura humana.

Gyomei cargo a ____ hasta el final del sendero, en la cima del monte, allí, entre los arboles antiguos había una pequeña construcción de madera y piedra: un templo antiguo. Gyomei le conto a ______ que lo encontró casi por casualidad en una de sus excursiones, y que ahora venía muy seguido a orar allí. Se acercaron, subieron los escalones y empujando las antiguas puertas de madera que chirriaron al ser movidas en mucho tiempo ingresaron al templo. El interior estaba bien mantenido, casi intacto, solo había un poco de polvo y alguna que otra hoja de los árboles que había entrado con ellos. En el interior se hallaba una suerte de altar en la que una pareja estaba abrazada. Gyomei tomo unos fósforos que había traído con él y encendió un incienso.

— Hace tiempo que me había dado por vencido...- Gyomei junto sus manos para rezar.- Me había resignado a la idea de no tener nunca una pareja, por mi aspecto y mi discapacidad. Me conformaba con tener amigos en la pensión y con el amor de mis hermanos menores en el orfanato, sin embargo la llama aun permanecía encendida, pequeña, resistiéndose al paso del tiempo contra toda razón y lógica. Pero cierto día, me encontré con este templo, estaba descuidado, tal vez los lugareños se habían olvidado de él, entonces encontré esta estatua, ¿podrías decirme de qué son?

— Parecen una pareja de enamorados...- comento _____ a lo que el mayor asintió.

— Lo tome como una señal del cielo, una señal de que aún no me diera por vencido... y a los pocos días llegaste tú...- el mayor extendió su mano para tomar la de ña joven.- Una chica dulce, amable, valiente y con una hermosa voz, me resulto imposible no enamorarme de ti en cuanto te conocí.

— Gyomei sempai...

— Puedes llamarme supersticioso, no me molesta, pero realmente creo que tú eres un regalo de los dioses. Sé que mis compañeros tienen muchas mejores cualidades que yo, no tengo mucho que ofrecer, pero si me elijes te atesorare toda la vida, _____.

Guiados por el impulso del momento se acercaron el uno al otro hasta acortar la distancia y fundirse en un delicado beso. Cariñosamente acaricio su pómulo mientras besaba dulcemente sus labios. Gyomei le trasmitió todo el amor que sentía por ella.

— Si me elijes seré tu protector, te cuidare de todo mal, seré amable y te demostrare mi amor cada día de mi vida. Esa es la clase de novio que seré ______.


Ay ay ay

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Ay ay ay.... este tipo es mi debilidad...

Le estoy haciendo todo un libro con one shots porque me re gusta Gyomei y siento que nada le hace suficiente justicia a este personaje. Es un bombón.

Espero que les guste el capi, no se olviden de votar!!!

Próximamente las ultimas dos citas con Sanemi y Obanai... a donde llevaran a la rayis estos dos????

Lo sabremos en el próximo capitulo!!!!

La pensión de los Hashira- KNY x lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora