ᴍᴜɢɪᴡᴀʀᴀ ɴᴏ ʟᴜꜰꜰʏ

                                    

                                          

Negar aquella declaración en aquel punto era tonto. 
Hancock lo sabía, así como todos lo sabían, así que ella tenía curiosidad de cómo se 'enamoraría' de Monkey D. Luffy, aún no le cabía en la cabeza ese hecho, pero en aquel punto, no le repugnaba la idea, pese a odiar a los hombres con toda su fuerza. 
Sin embargo, Luffy era tonto. Y no podía aceptar aquel hecho. No quería ser el Rey de los piratas si eso significaba la muerte de su hermano. 
El solo pensar ese hecho le causaba terror y miedo, y esas emociones se veían reflejadas en su mirada. 
—Eso no es cierto. —Murmuró, con voz entrecortada. —Yo no seré el rey de los piratas. 
Yamato apretó su mazo, entre dolida y molesta. No le gustaba aquellas palabras, tampoco le gustaba saber el porqué las decía. Se limpió unas lágrimas traicioneras, no quería llorar en ese momento, no podía hacerlo, su capitán la necesitaba. 
—¡Cállate, eso no es cierto! ¡Tú eres mi capitán, y lo volverás a ser una vez que salgamos de este lugar! También eres su capitán. —Señalo a la tripulación, que se había acercado a Luffy, rodeándolo. —¡No puedes renunciar a ellos! 
Se sobresaltó al escucharla, sin saber qué hacer, miró a sus compañeros, no podía negarlo, eran increíbles, y había algo en él que le decía que ellos eran suyos. Pero también estaba aquel Luffy de siete años que se siente atemorizado ante la sola idea de perder a su hermano. 
Una mano se apoyó en su hombro, era Ace, quien con una sonrisa suave y sin decir nada más, le dio un empujón hacia su tripulación, guiándolo. Mostrándole el camino correcto, como siempre lo había hecho. 
Robin fue quien recibió a un Luffy estático. —Se que es difícil, sé que no es algo que superaras de la noche a la mañana, pero nos tendrás a nosotros, siempre estaremos contigo, capitán. 
Los Mugiwara's sonrieron, apoyando aquellas palabras. 
Esa fue la gota que colmó el vaso, y sin poder evitarlo, Luffy lloró, lloró y lloró, siendo consolado por sus Nakamas, que a la vez lo protegían de las miradas indiscretas. Siendo consolado por su hermano Sabo, bajo la mirada orgullosa pero triste de Ace.
Pero aunque llorara, eso no se llevaría todo su dolor, no significaba que aceptaba la muerte de su hermano, no significaba otra cosa aparte de que quería llorar. 

Una multitud estaba enfrente del puerto del reino Goa, despidiéndose de Luffy, quien estaba en un pequeño bote de remar. 
"Hey, ¿por qué no usas mi viejo bote de pesca, Luffy?" "¡Esa cosa se hundirá en cualquier momento!" "Es un bote pequeño"
"¡Este está bien! ¡Esto es lo que quiero para empezar! Shishishi" Se giró, mirando al cielo y alzó sus brazos. "¡Sabo! ¡Mírame, voy a salir al mar ahora!" Sonrió ante su ocurrencia "Sabo fue el primero y Ace el segundo. Soy el tercero, ¡pero voy a superarlos, espérame, Ace! ¡Voy a alcanzarte pronto!" 


La atención de Sabo fue a parar hacia la pantalla, su corazón se oprimió un poco al escucharlo. Después de tanto tiempo, aún estaba presente en la vida de su hermano. 
Koala y los revolucionarios, pese a no tener la información completa, entendieron el actuar tan raro de su segundo al mando. 
—Ese idiota... —Murmuró Dadan, mientras se limpiaba lágrimas gigantes con un pañuelo ya demasiado mojado y sucio. —Desearía que se hubieran quedado siendo niños para siempre, y así poder protegerlos de todo. —Murmuró para sí misma.