C: 18 - CULPABLE

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Hogwarts-

—Al terminar las vacaciones de Semana Santa, cuando una mañana soleada con brisa fresca cubría los cielos de Hogwarts, Donker se encontraba junto a Penny Clearwater en la biblioteca, la chica de Revenclaw miraba con curiosidad a Donker, quien había recibido una carta a la hora del desayuno.

Donker la leyó con entusiasmo al tratarse de Barty y sus noticias raras, según él, estaba siguiendo los pasos de un tal Moody, pero le parecía un poco tonto y aburrido el hacer eso y no estar junto al castaño para hacer bromas, aún así, Donker no se enojó por la lejanía, sabía que su amigo tenía una vida y le daba su propio espacio, sabía que no siempre podía llegar a visitarlo hasta Hogwarts, o el Bosque Prohibido que era donde se reunían cuando de estar en el castillo se trataba-

Penny: ¿Ya me dirás de quién es esa carta, Tomi? -preguntó con un puchero- ¿Es de una chica? ¿Tienes una admiradora que deba conocer? -lo miró divertida, alzando sus rubias cejas repetidas veces-

Donker: ¿Una chica? -repitió divertido- Por favor, Penny, no me hagas reír.

Penny: ¿Entonces por qué sonríes tanto? -lo miró curiosa-

Donker: Porque mi amigo... Terence...

Penny: Oh, ¿es ese del que tanto hablas? -le sonrió- Con el que pasas algunas vacaciones.

Donker: Sí, ese. -sonrió- Bueno, resulta que me está contando en la carta parte de su... viaje de trabajo. -la miró inocente-

-no le gustaba mentirle a Penny, le resultaba lo más asqueroso del mundo cuando ella y Percy siempre han sido increíbles personas con él, pero no podía decir que Terence era realmente Barty Crouch Jr., un fugitivo y fiel partidario a Lord Voldelmort, el cual era su padre biológico del chico.

¿Cómo se supone que reaccionaría Penny y Percy si descubrian la verdad? Lo que menos quería Donker, era que se alejaran de él porque pensaran que era peligroso, o malo como su padre. Él, aunque sabía que no era un santo, no se consideraba un monstruo... al menos es lo que creía.

Tenia un dilema con su personalidad, y lamentablemente no tenía quién lo ayudará a descubrirla.

Aún así, Donker no pudo decir mucho cuando a sus oídos llegó la horrible voz que hace mucho no escuchaba.

¡Matar esta vez! ¡Déjame desgarrar...
Despedazar!

Donker se llevó sus manos a sus oídos mientras cerraba sus ojos con fuerzas, intentando evitar escuchar esa cosa. Penny, asustada por su comportamiento repentino, se giró en su propia silla y lo agarró de las manos que tapaban sus orejas-

Penny: Tomi...

Donker: Dile que se calle. -susurró adolorido, como si la voz de la criatura que escuchaba fuera tan filosa que cortaba los tímpanos del chico-

Penny: Nadie está hablando, Tomi. -lo miró confundida y preocupada-

Donker: Agh, por Merlín. -jadeo enojado, recordando ese importante detalle-

-Nadie más que él sabía hablar Pársel, nadie más que él entendía a las serpientes, al Basilisco que él mismo soltó hace casi un año.

Aunque le resultaba confuso ya que había cerrado la cámara cuando huyó después de ser comido por el monstruo-

Donker: Yo... estoy bien. -murmuró con malestar mientras abría los ojos-

-Penny lo miraba preocupada, acariciando con delicadeza su mano derecha y su cabello-

Penny: ¿Seguro? ¿No quieres que te acompañe a la enfermería? -lo miró atentamente-

Donker: No, yo... -sonrió, quitando sus manos de sus orejas- Solo fue un pequeño dolor de cabeza.

OSCURO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora