La jornada laboral había terminado y los de siempre ya estaban pidiendo sus cervezas y tintos de verano al camarero.
-Hombre Juanjo, cuánto tiempo sin que vinieras a verme- le dijo este haciéndole ojitos.
-Todos nos merecemos unas vacaciones, ¿me has echado de menos o qué?- Le contestó el maño con el mismo tono de tonteo. Para él tontear era algo innato, y le encantaba.
Entonces la puerta del bar se abrió y entraron Alex, Chiara, Paul y, para sorpresa de todos, también Martin.
-Pues al final el jefe si ha venido...- dijo Salma.
Juanjo no puso su mejor cara, porque una cosa era codearse con sus compañeros fuera del curro y otra tener allí al que había empezado a ser su jefe ese mismo día...
*flashback unas horas antes*
-Así que el tal Juanjo os ha invitado a tomar algo esta tarde, ¿y nuestros planes de ver Madrid qué?- Decía Martin un poco indignado-Don't get angry, Marts. Además, tú también puedes venir, ha dicho que vengas también si querías- le respondió Chiara poniéndole carita de pena.
-Si, pero porque prácticamente le has obligado a decirlo, el pelota ese ni si quiera se había planteado que yo pudiera ir... menudo idiota!
-Martin- intervino Paul -no te rayes por eso, piensa que aquí no te conocen y vienes en calidad de director de la agencia, y no dejas de ser su jefe. Ven, ¡seguro que nos lo pasamos genial!
-Voy a ir, pero solo para ver qué cara pone el imbécil ese... y además también quiero conocer al resto, vamos a tener que convivir muchas horas juntos, sobretodo para lo que tiene planeado mi padre.
*fin flashback*Pasada la sorpresa de tener allí a Martin, casi todos sonrieron y Alvaro puso una silla más para él, preguntándoles qué querían tomar.
-Yo quiero un tinto de verano.
-Yo como Chiara, a ver si pierdo un poco la vergüenza...- le contestó Paul con una sonrisa en la cara mirando a Alvaro.
Esta mirada no pasó desapercibida por Martin y Juanjo, ni tampoco por Alvaro, que se sonrojó y sonrió más ampliamente.
-¿Y tú, jefe, qué quieres?- Le dijo a Martin con su característico desparpajo.
-Me gustaría que no me llamaras así, ni dentro ni fuera de ese edificio- lo dijo con amabilidad y una sonrisa, para que no lo malinterpretara- y también un nestea, por favor. No suelo tomar alcohol.
Chiara empezó a preguntar los nombres de todos, para asociarlos a sus cargos y que fuera más fácil durante el trabajo. El camarero llegó con todas las bebidas menos con la de Juanjo.
-Aquí tenéis, chicos. Ahora te traigo la tuya, cariño- refiriéndose al maño, que sonrió de medio lado y le guiñó un ojo. Le encantaba ser el centro de atención, no le costaba nada reconocerlo.
-Lo tenés en el bote, wacho...
-La verdad es que si- admitió Juanjo a Lucas y al resto de la mesa.
Casi nadie se fijó en la cara fruncida que tenía Martin observando aquellas interacciones.
"Menudo creído, estoy flipando" pensó.Poco a poco fueron interviniendo en las conversaciones, Alex contó algunas de sus anécdotas con los que venían de Bilbao y también cómo conoció a Martin.
-...entonces llegué allí, con mi skate, y Martin se cruzó justo por donde yo iba a pasar porque estaba hablando con Paul y no estaba viendo que se iba a cruzar con un kamikaze que no tenía ni puta idea de manejar ese trasto- todos rieron, incluso Juanjo.
✨
Poco a poco se fueron retirando del bar, puesto que era lunes y aún quedaba toda la semana por delante.
-Tenemos que quedar otro día, el viernes al salir si os parece, I loved meeting you outside of work!!- dijo Chiara ilusionada
Mientras Martin escuchaba a Chiara decir esto vio cómo Juanjo se levantaba e iba hacia la barra, al parecer para pagar las rondas y despedirse del camarero.
-Vamos, Martin?- le preguntó Paul dándole un toque en el brazo
-Si, disculpa, perdonad, es que entre el viaje y todo el trabajo que hemos tenido hoy estoy agotado. Gracias por intentar conocernos un poco mejor. Nos vemos mañana.
Mientras salían, Juanjo se quedó mirando a la puerta, percatándose de que Martin echó una última mirada dirigida hacia él. "Menudos ojos tienes, bigotes" pensó el maño...
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ETERNOS
ChickLitMartin, nuevo director de marketing de la agencia de su padre, y Juanjo, diseñador creativo de esta, no se soportan... ¿Podrá la ciudad eterna hacerlos cambiar de opinión?