Capítulo 4

                                    

                                          
Era patético estar llorando, pero no podía parar, siento que todo me duele, ¿por qué? No lo sé.
Suspiré y fui al baño para lavarme la cara para tratar de parar el llanto, sino seguiría llorando por horas.
 
Bajé a la cocina para hacerme algo de comer y decidí hacerme un sándwich de queso junto con un jugo de manzana, y justo cuando le iba a dar la primera mordida a mi sándwich alguien tocó el timbre. Creo que hoy todo el mundo está contra mí.
Fui hacia la puerta y abrí encontrándome las personas menos esperadas.
-Hola Kristina- saludó ella con una gran sonrisa en la cara.
-Hola- contesté seria.
-¿Podemos pasar?- sonrió hipócrita.
-Pasen- me hice a un lado y ellos entraron.
No sé qué hacían en mi casa Brenda y Justin.
Se sentaron en el sillón y yo imité su acto, pero sentándome en el sillón de enfrente.
-¿En qué les puedo ayudar?- pregunté con curiosidad.
-Te queríamos invitar a un lugar- dijo Justin mirándome.
-¿A mí?- asintieron- Oh gracias, pero no puedo, tengo cosas que hacer en mi casa- sonreí hipócrita. Como vinieron a mi casa a "invitarme" a un lugar, no confío en ellos y menos en Brenda.
-Vamos, Kristina- dijo con voz chillona Brenda.
-No gracias, chicos- vibró mi teléfono, era un mensaje.
Hola niña- Brandon.
¡Oh por Dios! Hace tiempo que no hablaba con él.
Hola niño- Kristina.
Sonreí como tonta y volteé a verlos.
-¿Quién es?- preguntó Justin.
Qué entrometido- reí por mi pensamiento.
-Oh es un... un amigo- sonreí con mis mejillas sonrojadas.
Y se preguntan, ¿por qué me sonrojo? Pues es porque Brandon es un chico que me gusta, no mucho pero me atrae, además de que es mi amigo y es muy buena onda.
-¿Cómo se llama?- preguntó Brenda.
-Brandon- sonreí y volvió a vibrar mi celular.
¿Cómo has estado, niña?- Brandon.
Sonreí y le contesté.
Bien, ¿y tú?- Kristina.
-Oh, ¿y está guapo?- preguntó Brenda con sumo interés, pero... ¿y a esta que le pasa? No le debería de importar.
-No importa. Gracias por su invitación chicos, pero no puedo ir- los miré a los dos.
-Está bien, Kristina. Nos vemos el lunes- se paró Brenda de su lugar.
-Sí, por supuesto- sonreí. Ya estaba feliz de que se largaran y me dejaran de molestar.
-Nos vemos el lunes- dijo el chico de cabello dorado, el cual me sigue poniendo nerviosa.
-Sí, adiós- dije y se fueron de mi casa.
Suspiré, no entiendo por qué me pongo nerviosa al estar cerca de él. Ni que fuera un alíen.
Bien- Brandon.
Este chico es muy lindo. Lo conocí porque Ricky nos presentó hace dos años.
[...]