Christopher era ese tipo de hombre que no se metía con cualquiera, le gustaba que las mujeres se arrastraran por él...
¿Qué pasaría si esta vez fuera él quién tuviera que arrastrase por un simple beso?
Cree que puede llevarla al pecado, pero no sab...
Tomé un vaso de whisky mientras esperaba en la oficina.
Julinha se había ido a poner el disfraz y a maquillarse, ya eran las diez pasadas y ya había comenzado la fiesta.
La puerta se abrió de par en par y torcí el gesto al ver a Bratt.
—Tenemos que hablar. —me dijo
—Capitán, si viene a decirme algo de su hermana mejor dese la vuelta.
—No puedes hacerle esto a Julinha, la estás transformando en algo que no es.
—Nunca la he obligado a nada, créeme que Julinha está más que complacida con lo nuestro. —le sonreí descaradamente— Y si no pregúntale a todos cómo gemía cuando me la tiré aquí.
Me dio la espalda yéndose, me volví a sentar y me serví más whisky, tuve que dejar el vaso en la mesa cuando escuché gritos afuera.
Salí con pereza, pero se desvaneció en cuanto vi cómo Bratt tenía a Julinha de los hombros y le gritaba mientras ella tenía la boca entreabierta, respiraba rápidamente y sus ojos gritaban terror.
Me aventé sobre él yéndonos al suelo, lo voltee estampándole el primer puñetazo en la cara, trató de devolverlo pero lo esquivé, me tomaron por los hombros poniéndome de pie.
—¡Eres un animal! —me gritó Rachel y vi a Bratt sangrando
—¡Le vuelves a poner una mano encima y te atravieso el cráneo! —le grité
—¡Basta Christopher! —me gritó Patrick
Me encerré en el despacho con Patrick y Julinha, la miré y tenía su mano en su cuello, su mirada estaba vacía y había perdido el color de la cara.
—¿Te golpeó? —me acerqué a ella tomando su rostro
—No… está ebrio, solo me asusté… —balbuceó
—¿Qué te hizo?
—Me tomó del cuello y- y-
Fruncí el ceño, nunca la había visto así, tan asustada, sin poder hablar y con el pulso a mil.
La rodee con mis brazos y la escuché inhalar y exhalar. Acaricié su cabello y noté que tenía puesto el disfraz.
—Relájate, nena, estoy aquí. —susurré en su oído sin saber porqué
—No quiero arruinar la fiesta.
—No lo harás, vas a disfrutarla, preciosa.
Me sonrió y noté como Patrick me miraba fijamente con mi vaso de whisky en la mano.
—Ya vuelvo. —me dijo Julinha saliendo y asentí
—¿Qué? —le dije a Patrick cuando Julinha salió
—¿Te gusta?
—¿Quién?
—Julinha. —me dijo totalmente serio
—¿A ti qué?
—Te peleaste con Bratt por ella, se supone que ustedes son mejores amigos y Julinha solo una aventura.
—Es solo una aventura. —me levanté
—No la miras cómo si fuera eso.
—Patrick, que todos ustedes hayan encontrado el supuesto amor y se casen no significa que yo también haga lo mismo.
—La quieres. —me dijo y apreté mis puños
—¡No! ¡Vete de una vez!
Lo empujé hacia afuera y al salir nos encontramos a Julinha, estaba… estupenda con ese disfraz que dejaba mucho a la imaginación.
—Vamos, ya están todos allá. —tomó mi mano
Al salir el viento empujó el cabello de Julinha haciendo que su aroma se esparciera, olía a Chanel… por un segundo aquella silueta de la otra vez apareció nuevamente en mi mente.
—Esta noche va a ser increíble. —me dijo Julinha cuando llegamos
Todos nos miraban, pero yo, yo solo podía mirarla a ella y a sus deslumbrantes ojos hechiceros.
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