𝗢𝟮

                                    

                                          
Parece que Cheol acaba de llegar de la joyería, al cerrar la puerta de su casa simplemente suspiró mientras pensaba en el lindo trabajador de cabello largo que pudo ver, apenas pudo leer en su gafete el nombre y aunque no podía recordar, simplemente pensó en cómo podría hablarle. Sinceramente era estúpido poder imaginar una vida con él pero es exactamente lo que estaba haciendo.
Cheol, ¿Cómo puedes pensar en él? Lo acabo de ver unos segundos, pensó el hombre mientras sacudía su cabello con desesperación.
SeungCheol a pesar de ser un hombre guapo, alto y atractivo no tenía mucha suerte en el amor, parecía que todas las personas de las que se ha enamorado tenían algo que impedían que pudiera expresar sus sentimientos y Hannie no era la excepción, parecía tener una maldición el pobre hombre.
Vivía casi solo, pues sus padres desde muy pequeño le enseñaron a ser autosuficiete para que sea una persona "fuerte" ante los problemas que tienen que enfrentar los adultos, fue difícil al principio tener que solventar sus propios gastos e incluso cuidarse a sí mismo, eso era aún más complicado.
Desde que tenía veite años nunca volvió a tener una relación sentimental pues lo dejaron tan mal por aquella chica delgada y castaña que lo había engañado con uno de sus amigos, desde ahí simplemente decidió enfocarse solo en él, talvez suene egoísta pero es lo más viable para su futuro. Alguna vez había hablado con amigos sobre sus relaciones pasadas pero siempre se han burlado de él, excepto su amigo Mingyu, Cheol realmente lo quería, siempre está para él. Al ser una persona un poco tímida es más complicado conseguir amigos que una persona social ante los demás.
Tenía esperanzas de volver a ver al pelilargo, no sabía su nombre en absoluto, sería raro si le preguntara a SoonYoung o a JunHui por su compañero, sinceramente hacer eso no era una opción en absoluto . Lo único que sabía es que si se lo volvía a topar no sería casualidad, probablemente sería el destino.
Hannie al igual que Cheol quedó flechado, simplemente no podía decirle a nadie sus pensamientos, es raro que un hombre casado hable de las personas que le gustan sin un gramo de culpa.
Cuando entró a su habitación cambió su uniforme por su ropa para dormir, se sentía joven o probablemente estaba volviendo a experimentar el sentir de su adolescencia, cuando conoció al amor de su vida, cuando estaba enamorado de Joshua, talvez había hecho cambios en sus pensamientos mediante su pequeña ruptura, nada oficial entre ellos. Luego de pensar tanto mientras se desmajilla decidió irse a dormir.
Jeonghan tenía pequeños sueño con su esposo, no son para nada románticos, son todo lo contrario, recuerda muy bien el día en el que se dejaron de hablar por culpa de Joshua.
Ese día por ahí de las 5:20 pm Jeonghan estaba un poco ansioso por salir a comer con su lindo Shua, el mismo Joshua había invitado a cenar a Hannie. Su relación era muy estable parecían estar muy lejos de los problemas. Ese mismo día, Shua había dejado su teléfono en el tocador de la habitación, el mismo donde Hannie siempre se sienta para arreglarse, talvez por eso llora cada que se maquilla allí.
A Shua le llegó un mensaje, pensó el pelilargo, parecía tenerle un respeto a la privacidad de su marido, simplemente no pudo evitar mirar por la curiosidad.
"JihYun♡
Joshua, mi amor, necesito estar contigo ¿Podemos vernos luego? "
No sabes lo mucho que ese mensaje divaga en la cabeza de JeongHan. Las lágrimas empezaron a caer, su mente estaba tratando de ayudarlo, recordándole lo bueno que a sido Hong con él, aún sabiendo que la rabia lo estaba abundando.
Enojado se levantó del tocador y se dirigió a Joshua, no podía asimilar lo que acaba de leer, simplemente reaccionó a como su cuerpo le dijo, no pensó en nada.
Realmente estaba destrozado, su persona favorita, la más especial, lo había traicionado...
《¿Cómo pudo hacerme eso?, yo que le he dado de todo, yo que lo he amado tanto.》
El pelilargo al ver a Joshua empezó a llorar con intensidad inconscientemente, parece que tuvo un intento de ser fuerte ante él, solamente lo hizo por no tener el suficiente valor de decirle lo mucho que lo estaba odiando, talvez era la emoción que lo estaba dominando.
-Dios mio Joshua, ¿Acaso ya no te gusto?, ¡si es así solo dímelo! -gritó el pelilargo mientras las lágrimas abundaban su rojizo rostro, parecía que realmente lloraba con dolor.
-¿De qué estas hablando?
-Lo dices cínicamente, parece que no lo sabes. -dijo el mayor que seguía llorando con fuerte intensidad, cómo si una tormenta estuviera dentro de él. 
Jeonghan no se atrevía a poner ni un solo dedo en Joshua, pero si en él mismo, es lo peor que podía hacer. Empezó a jalar su cabello con cierta desesperación a lo cual Hong abrazó a Hannie en el intento de tranquilizarlo pero solo obtuvo desprecio de parte de su esposo, JeongHan simplemente se alejó, limpió sus lágrimas y salió al jardín, se sentó en una de las bancas grandes de madera que tenían por allí.
El jardín de su casa es demasiado grande, JeongHan siempre ha sentido un gran amor por las plantas y flores, realmente lo hacían sentir cálido y tranquilo.
Tratando de respirar, un poco más agitado logró tranquilizarse.
Hong caminó hacía él luego de esperar un largo tiempo, tratando de arreglar lo que acaba de ocasionar, siempre manteniendo una distancia porque sabía que si se acercaba mucho no lo iban a escuchar.
-Se que lo que hice no estuvo nada bien, pero entiendeme al menos un poco, tú siempre trabajas y no llegas a la casa temprano, yo tengo que convivir con demasiada gente, es normal que yo me aburra tan fácilmente de tí. Desde que nos casamos parece más una tortura estar contigo, no es nada fácil mantenerte contento.
Hong es maestro, en la escuela en donde trabaja conoció a una mujer unos dos años menor que él, delgada, con cabello liso y pelinegro, es conocida por los jóvenes como la profesora JihYun, parece que ya llevaban semanas e incluso meses hablando, el problema no era la mujer, ella simplemente estaba enamorada sin saber que su bello amor tenía un matrimonio de casi dos años, el tiempo pasa y Shua aún no le a dicho la verdad.
A JeongHan le dolieron mucho sus palabras, todo el tiempo se mantuvo cabizbajo sollozando por lo que le acababan de decir. Se sentía humillado, el desprecio era lo único que sonaba dentro de él.
No tuvo palabras para defenderse, sabía que es aburrido para Joshua. Desde que sucedió ese incidente no volvieron a tocar el tema, con el paso del tiempo el silencio dominaba cada cuarto en donde ellos estaban, la incomodidad es más grande entre los dos, como si estuvieran atados a un futuro en el cual ni siquiera se topan por suerte.
El pelilargo despertó con las mejillas mojadas por el sudor, parecía haber tenido una pesadilla, es aún más triste saber que es una realidad, es su propia vida.
Sabía que ya no debía vivir así, tenía que hacer algo al respecto, ya estaba cansado de ser mejor persona solo para ser amado, sentía una mezcla de amor y rabia al mismo tiempo, piensa que comete un gran pecado cada que observaba a su esposo.