CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO

                                    

                                          

                            

                                
                            
                              
                                  
                              
                              
                                
                                  
                                  
                                
                              
                             
                            
                            
                          
                          
Nathasa
Ya no sé qué hacer, me duele toda la cabeza de estar pensando, estoy preocupada por Luciano, ya han pasado tres días y no tengo nada de noticia del amor de mi vida, ya Harry y Danis están despierto, pero y los otros no, me duele saber que nunca le dije a Luciano que todavía estoy enamorado de él, pero ahora está en un cama de hospital, ¿no sé qué hacer? Miro al doctor que sale de nuevo del cuarto donde esta Luciano, me acerco y le hablo.
—Hola doctor, ¿alguna novedad?
—Hola señorita Nathasa. No, él sigue igual, pero esta mañana notamos algo diferente, no le quiero dar esperanza, no se emocione mucho pero una enfermera esta mañana vio como movió dos dedos de su mano derecha — apenas dice eso se me forma una gran sonrisa —. No se emocione mucho, puede que solo sea los efectos de los medicamentos que se le está dando.
— ¿Movió su mano?
— Si. Pero como le dije...
— Eso es una buena señal, doctor. Entonces Luciano va a despertar —  digo emocionada, solo de pensar en la idea me da mucha felicidad. Voy a tener al amor de mi vida junto a mi lado.
— Señorita Nathasa como le dije puede ser que solo sea efectos del medicamento, no sé emocione mucho.
— No me pidas eso. No sabe todo lo que he sentido en estos tres días que no había señal de nada y hoy por fin hay una señal claro de que él está mejor y usted me está diciendo que no me emocioné. No puede hacer eso, necesito tener esta pequeña esperanza, eso quiere decir que Luciano sé puede levantar y eso me dará más fuerza, así que déjeme ser feliz aunque se un momento.
El doctor me mira fijamente sin decir ninguna palabra, luego solo asiente y se aleja de mí sin más. Miro la habitación de Luciano y decido entrar, necesito ver al amor de mi vida. Cuando entro lo veo conectado a los aparatos que lo ayuda a respirar, aún no puedo creer cuando Anastasia me dijo que los chicos estaban grave, sentí como se venía todo el mundo al piso y más cuando menciono a Luciano, saber que estaba en coma me puso mal. Pero tengo la esperanza que él va a volver y por fin vamos a poder estar juntos. Pero primero debe de levantarse del coma.
Me acerco a donde está él y me sujeto la mano.
—Hola amor, sé que a lo mejor ya estás cansado de escucharme hablar pero no importa, te voy a hablar mucho, necesito que sepas que todavía te amo mucho, nunca lo he dejado de hacer, solo estaba herida y necesitarme sanarme sola, pero contigo a mi lado no lo podía hacer, pero ahora estoy mejor, te necesito conmigo Luciano, por favor vuelve a mí, ¿sí? No me dejes sola, te necesito mucho.
Escucho como la puerta se abre pero no miro a ningún lado, mi mirada sigue en el amor de mi vida que esta con un poco de máquinas en su cuerpo, seguro que es el doctor por eso no me molesta ver quien entro.
—Nathasa. — una voz conocida se escucha en mi espalda, se quién es y también sé que quiere.
—Ahora no por favor. No tengo hambre.
—Es importante, Nathasa.
— ¿Qué es más importante que tu hermano, Marle?
—Nada, pero sé que Anastasia es muy importante para ti.
Apenas sale esas palabras de su boca hace que me volteo y suelte levemente la mano de Luciano.
— ¿Qué pasa con mi mejor amiga?
—Lucas la tiene y a los gemelos también. —Me congelo, mierda. No otra vez.
— ¿Cómo la tiene a ella y a mis sobrinos?
—No lo sé, solo Harry me dijo que noto algo raro en ella  y la mando a seguir y ahí fue donde se dieron cuenta que estaba en la casa de Lucas y que ese imbécil ya tenía a mis sobrinos con él, tenía todo planeado. La casa donde vivían ya no está, ese imbécil la quemo todo.
—Maldita sea. Lo voy a matar si lastima a mi familia.
—También estoy contigo, ese imbécil ya se está pasando y ya es hora de que mi hermano lo mate.
— ¿Sabes a dónde está?
—No. Harry no me quiere decir, él dijo que él va a solucionar todo, solo me dijo que cuidemos a los demás, que no dejemos solo a los chicos, cualquiera podría venir a hacer daño.
— ¿Por qué no estas con Andrews? Dijiste que no lo puedes dejar solo.
—Josué están con Danis en el cuarto. Marco salió y dijo que viene más tarde, pero sé que él se puede cuidar solo, aunque también me preocupa que ande solo, pero soy precavida y mande a alguien que lo cuide.
Una pequeña sonrisa se forma en mis labios, Josué y Danis juntos de nuevo, es una relación que amo con locura, Marco casi no lo conozco pero me acuerdo que nos ayudó el día que Danis mando a los hombres a disparar su bar, pero me preocupa Marle, ella está sufriendo por Andrews, esta como yo, a lo mejor estamos destinadas a estar solas.
— ¿Cómo va  la situación? — con mi pregunta puedo ver a una Marle mal, fue una mala idea preguntar eso.
—Nada nuevo, Nathasa. Solo hay que esperar y esperar, pero no soporto ver a Andrews así, me duele verlo cada vez que entro al cuarto —una pequeña sonrisa de tristeza sale de sus labios —. Sabes antes de que vaya a este viaje tenía un presiento y más cuando él me llamo a decir que me amaba, sabía que algo estaba pasado, por eso localizamos a Anastasia, no podía con la intrigada de saber que está pasando, pero cuando me entere de como estaba, se me destrozo todo el corazón. 
—Marle...
—Creo que por fin íbamos a estar juntos y paso eso, ahora no sé qué hacer si nunca más despierta, tengo mucho amor por darle, pero no despierta — se acerca y sujeta mis manos —. Nathasa, ¿si no despierta?
—No digas eso, Marle. Pensemos positivamente, ellos son fuertes  y saben que hay personas que lo aman y los están esperando, ellos van a regresar por nosotras, tranquila, ¿sí?
Asiente levemente mientras intentan no llorar, sus ojos están cristalizados, me acerco y la abrazo. 
—Chicas. 
La voz que proviene de la puerta, nos alejamos y miramos y encontramos a Josué, pero noto una pequeña sonrisa en su labios, ¿algo está pasando?
—Es Andrews.
— ¿Qué pasa con Andrews? — pregunta preocupada Marle y la entiendo perfectamente.
—Despertó.
— ¿Qué?
—Andrews acaba de despertar.
Una gran sonrisa se forma en los labios de Marle, sonrió levemente mientras miro la felicidad de ella. Marle me mira y puedo ver como lagrimas sale de sus mejillas, me da una última mirada y sale corriendo del cuarto. Mi mirada caen nuevamente en Josué y puedo verlo feliz, al menos alguien más despertó, ahora solo nos falta Luciano.
—Tranquila linda, mi hermano luego despertará, no te preocupes. — Se gira para poder salir, pero me da una última mirada —. Recuerda que Luciano Willians solo estaba enamorado de Nathasa Jones y él va a despertar porque te ama.
Dice esas pequeñas y hermosa palabras y sale del cuarto, dejándome con las lágrimas en mis mejillas. Voy a esperar por ti siempre, Luciano.


Nota de la autora:
Hola diablillos, ¿Cómo están? espero que bien, por fin viernes, espero que le guste el capitulo, por hay le deje un pedacito, nos vemos la siguiente semana, no se olviden de votar y comentar, besos.