Capítulo 13.

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Ouma Wang

Me siento aturdido, estando en esta hermosa playa con un aspecto tan anticuado, como si fuera una versión de mi propio país, pero antigua, frente a un edificio tan hermoso... ¿Este es el hotel de la familia de Reid?

Sintiéndome algo confundido, veo como Reid rodea su coche y abre la puerta para mí, haciéndome sonrojarme y permitiéndome bajar de su auto. Reid siempre es tan atento... Me hace sentir muy avergonzado a veces.

—Vamos, te llevaré a conocer a mis padres —dice él intentando animarme.

Aun algo aturdido, asiento con la cabeza, y tomando su mano salgo del coche.

Tímidamente arreglo mi cabello, sé que mi aspecto no es el mejor, desde que mi tía cortó mi bonito cabello rubio me he sentido mucho más inseguro que de costumbre, y después de haber llorado tanto mi rostro esta algo hinchado y me siento feo.

No estoy seguro de que esta sea la mejor manera de conocer a mis suegros...

Entrando por la puerta principal del hotel, me sorprendo al ver lo lujoso que es todo, en el vestíbulo hay un gran candelabro de vidrio, con plantas y grandes ventanales alrededor, ¿Este es un hotel de cinco estrellas?

—Reid... ¡Mi precioso hijo!

Me sorprendo cuando un hombre habla con mi alfa, y saliendo desde una de las puertas laterales del vestíbulo, se acerca a nosotros con una sonrisa.

Tímidamente me aferro a Reid con mis dos manos, mientras veo como mi alfa esboza una suave sonrisa, y deja que ese misterioso hombre se acerque a nosotros para saludar a mi alfa con un beso en la mejilla.

Cuando lo veo mejor me doy cuenta del innegable parecido que hay entre ese hombre y mi alfa, los dos con el cabello oscuro y lacio, gafas en su rostro, y un aspecto hermoso. Sin embargo, el desconocido tiene un aspecto más delicado, y un aroma mucho más dulce, que lo revela de inmediato como un omega.

—Lo lamento mamá —dice Reid suavizando su voz, de la misma forma que siempre hace cuando habla conmigo—, debí llamar antes para anunciar nuestra llegada.

—¿Por qué te disculpas? Sabes que este es tu hogar, puedes venir cuando quieras, no tienes que disculparte —responde el omega, sin dejar de sonreír.

Soltándose de mi agarre, Reid se acerca a este hombre y le a un abrazo, haciéndome sentir un poco perdido, ya que no sé cómo debería intervenir.

—Mamá, te presento a Ouma, mi omega —dice Reid cuando termina el abrazo—. Ouma, te presento a mi madre omega.

Pronto toda la atención se centra en mí, y aunque intento pensar en lo que debería decir, el padre de Reid se acerca a mí y me da un fuerte abrazo, haciéndome sonrojarme un poco y no saber cómo responder.

—Bienvenido Ouma, siéntete como en casa, ¿De acuerdo? —pide el padre omega de mi alfa.

—G... Gracias... —respondo tímidamente.

Tras una corta charla con el padre de mi alfa, somos llevados a otra parte del hotel, un sitio más apartado, donde la familia Kobayashi tenía su residencia.

Así como Reid me había explicado antes de que llegáramos aquí, los Kobayashi también viven en el hotel, pero lo hacen en un lugar un poco más alejado, en un edificio detrás del hotel, que tiene el aspecto de una casita pequeña pero acogedora.

—Haruto, Reid está en casa —dice la alegre voz del padre de Reid, hablando con alguien al interior de la casa.

Otra persona sale desde una de las habitaciones profundas, el cual sonríe al vernos, y también se acerca para darnos un abrazo a Reid y a mí. Ese hombre es Haruto Kobayashi, el dueño del hotel y el padre alfa de Reid, un hombre que no tiene tanto parecido físico con mi alfa, pero que también es un alfa dominante.

Después de las cortesías habituales, somos invitados a entrar, donde nadie me hace preguntas, solo son amables y me llenan de atenciones... Esto es tan raro.

En mi hogar siempre había gritos y malos tratos para todos, mi tía en verdad era una persona horrible. Pero aquí nadie grita, tampoco son desagradables los unos con los otros, solo hay cariños y sonrisas, ¿Esto esta bien?

—Deben estar cansados —dice el padre omega de Reid, notando que yo me siento algo incómodo—, vayan a descansar.

—¿Y mis hermanos? Creí que vendrían aquí para conocer a mi omega —pregunta Reid.

—Y van a venir, pero lo harán... En la noche —explica el padre alfa de Reid.

—Tenemos una cena muy importante planeada para esta noche —aclara el padre omega de mi alfa.

Creo que los dos nos sentimos algo incomodos al respecto, pero ya que no podemos negarnos, Reid simplemente agradece a sus padres, y tomándome de la mano me lleva a la parte superior de la casa, donde en una habitación estrecha pero acogedora, me muestra el lugar en el que dormía cuando aún era un adolescente.

—Lamento a mis padres, a veces son... algo incomodos —dice Reid, llevándome a su cama.

—Está bien, son lindos.

Sinceramente pienso que toda la familia de Reid es adorable, yo hubiera amado vivir y crecer en un sitio como este, en verdad todo parece tan bonito...

—Si te sientes incomodo o crees que es demasiado, debes decírmelo, ¿De acuerdo? —pide Reid sentándose junto a mí en la cama.

Asiento suavemente con la cabeza, mirando a mi alfa de reojo.

Me he dado cuenta de que no he llorado desde que llegamos a la ciudad, creo que eso es una buena señal, me siento mucho mejor estando aquí.

Y teniendo a Reid tan cerca, con uno de sus brazos en mi cintura y tan cerca de mi cuerpo, no puedo evitar tener pensamientos un poco extraños.

Reid y yo siempre teníamos mucho sexo, ya sea por mis celos inestables o porque siempre nos habíamos deseado mucho mutuamente. Pero desde que fui rescatado hace un par de días, él no ha hecho ningún intento por acercarse a mí, lo que me pone nervioso.

Por lo que, tomando la iniciativa, cierro los ojos y me acerco a él para besarlo.

Reid me corresponde, por un segundo tuve miedo de que me rechazara, pero al aceptar mi beso me da la confianza suficiente para continuar, así que sigo besándolo de forma cada vez más apasionada.

Abrazándolo por el cuello, comienzo a acostarme sobre él en la cama, sintiendo mi corazón latiendo muy fuerte en mi pecho por la expectativa, y cada vez más ansioso de seguir adelante.

—Ouma... No —me detiene Reid de pronto.

Estaba a punto de comenzar a quitarme la ropa cuando Reid me detiene, me toma de las muñecas y cuidadosamente me acuesta en la cama a su lado, mirándome a los ojos de una forma algo... Triste.

—Debemos descansar, aun estas herido y cansado, no es el momento —dice él con la voz suave.

—Pero... Pero yo... —susurro intentando continuar.

—Está bien, lo haremos después, solo descansemos un poco esta tarde, ¿De acuerdo?

Sin permitirme responder, Reid me toma en sus brazos y me estrecha contra su pecho, callando todas mis palabras y haciéndome sentir un poco aturdido.

¿Acaba de rechazarme? No es solo la primera vez que Reid me rechaza, es la primera vez en toda mi vida que algún alfa me rechaza... ¿Por qué lo hizo?

Aunque los dedos de Reid acarician mi espalda con cariño y él no deja de abrazarme, una inquietud comienza a llenar mi mente, haciendo que mis ojos vuelvan a llenarse de lágrimas.

¿Reid me está rechazando porque siente asco por mí? ¿Mi alfa ya no se siente atraído por mí?

¿Reid aún me ama?

Me enamoré de un Omega inestableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora