Capítulo 20

                                    

                                          
Punto de vista del lobo
Me prometí a mí mismo que no cruzaría más allá del cementerio. Me prometí que aunque el deseo de reclamarla fuese más fuerte, sería paciente. 
No había vuelto para encontrarla. No a ella. Pero para mi sorpresa, el deseo más oscuro de mi alma se materializó frente a mis ojos en el manantial. Podría haberla tomado en el momento, abierto sus piernas y disfrutado de su cuerpo hasta llenarla de mi semilla. Apenas podía contenerme en aquel momento, ni cuando hacía tan solo unas horas me había seducido desde aquel balcón, presa por los efectos de la luna llena. Era fértil, muy fértil. Podía olerlo en la dulzura que emanaba entre sus muslos, en su piel suave y deliciosa que había recorrido mi lengua con la mayor necesidad que había sentido en toda mi vida. Me deleité cuando notó mi miembro dolorosamente duro, palpitando por la desesperación de enterrarme en ella. 
Nunca había tocado a una mujer. Antes de perder la esperanza, recé a la luna por tenerla y mi mundo se detuvo al verla. Supe que aunque fuese mía, necesitaba cuidarla. Aunque mis instintos como cazador desearan desgarrarla y hacerla gemir de placer. 
Debía luchar contra el monstruo.
Seis años como mercenario en el desierto habían sido suficientes para aclarar mi mente y disciplinar al monstruo en mi interior. Seis años desde que maté al alma gemela de mi padre, la madre de mi hermano. Hermano que me había perdonado y acogido tras la muerte de nuestro padre, ahora el nuevo alfa. 
Débil. La voz del monstruo resonó en mi interior. Estar lejos de ella hacía que despertara. 
Desde el momento en el que la marqué, el monstruo había arañado desde mi interior para salir y devorarla. 
Entonces ella hizo lo que ninguna mujer en su sano juicio haría, se aventuró en el bosque y estuvo a punto de morir una vez más. Después de entregar su débil cuerpo a las ancianas tuve que descargar y rabia descuartizando a las bestias que rondaban el cementerio. 
Y de nuevo volvió a tentarme desde su balcón. Despertó al monstruo y recorrí kilómetros hasta llegar a la fortaleza. Aceché escondido entre los árboles durante horas, observándola, con el miembro pesado y la necesidad de tomarla. 
-¿Qué haces, hermano?- Rhyon entró en la cueva sin avisar, atravesando la cascada de agua hirviendo, totalmente desnudo.- ¡Lo sabía! ¿Ves? Te dije que no perderías el control, has hecho bien en ir. 
Observó mi erección divertido y se colocó a mi derecha, bañándose con el agua que caía entre las grietas con fuerza. Eran los baños termales de nuestra familia, ocultos bajo la montaña, cuevas grandes y pequeñas repartidas en pasadizos que formaban un laberinto bajo la montaña. Sin embargo, mi hermano siempre sabía donde encontrarme. Ciertamente las cuevas no tenían ni un solo ápice de luz, pero nuestra visión especial nos permitía ver en la oscuridad a la perfección. 
-Confieso que me arrepiento, sentí como el m...
-No. No menciones la palabra con m. Es normal, yo mismo no he tenido los huevos deesperar. Ya sabes que las brujas pelirrojas me vuelven loco.- me dió un codazo, le sacaba una cabeza.- Es tuya y puedes hacer lo que quieras con ella.
Pero él no lo sabía, no sabía que yo era el monstruo. No sabía que yo era la oscuridad que intentaba ocultar del mundo. No era consciente de lo que deseaba hacerle a ella. De lo mucho que deseaba torturarla antes de darle placer. Y de la necesidad contraria de cuidarla, protegerla y amarla. 
-Pronto, antes quiero observarla y jugar un poco. Le gustará.- observé a mi hermano, tan distinto y similar.
Sus ojos ámbar brillaban en la oscuridad, mostrando la fuerza de su lobo. Los míos, sin embargo, eran antinaturales. Oro maldito, decían al verme. 
-Iremos de cacería, me lo debes como hermano y mi segundo.- al monstruo no le gustaba esa palabra.
Por un segundo, imaginé lo sencillo que sería desgarrar su cuello. No. No a mi hermano. 
-Nunca me perdería una cacería, lo sabes. Ahora vete.- le ordené demasiado serio. 
Era patético admitir que mi hermano, el alfa, acataba mis órdenes en privado y no era capaz de resistir mi influencia. 
Pero sabía el porqué, era un monstruo. 
Soy mala!! Os digo la verdad, aunque tenía ya planeada la trama del libro he decidido reescribirla porque le faltaban ciertos toques importantes jajaja creo que va bien la cosa 
¿Qué os parece? 
Gracias por vuestros votos y comentarios. 💖