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Después de un largo baño de agua fría, Medora camino a paso lento hacia el comedor, su mente sumergida en una tormenta de pensamientos que no lograba silenciar. Todo a su alrededor se desdibujaba; el murmullo lejano de voces, los ecos de pasos, nada llegaba a distraerla.
En su mente resonaba como un eco el recuerdo de lo sucedido en los baños.
Creaba teorías y murmura respuestas lógicas sobre el hijo de Sally Jackson, teniendo una unica cosa clara sobre el.
Era un niño prohibido.
Talvez de Zeus, eso explicaría como fue capaz de matar a el minotauro sin un arma, o Poseidón, el agua lo había protegido, de alguna manera contra Clarisse
Incluso si era agua de escusado, seguía siendo agua ¿no?
Que fuera un hijo de Hades era poco probable por lo que lo descarto rápidamente.
Una vez en el comedor, Medora se acomodó en la mesa de la cabaña 6 junto a sus hermanos. A su izquierda, quedaba un asiento vacío, y notó cómo Annabeth y uno de sus hermanos mayores, Héctor, se miraban con aire desafiante. Sentarse junto a Medora significaba liderar el ritmo y los temas de la conversación en la mesa, un privilegio que ambos claramente deseaban.
—Héctor —lo llamó, su voz cortante. El muchacho se tensó al instante y giró hacia ella.
—¿Sí? —respondió, algo dubitativo.
—Deja que Annabeth se encargue hoy —pidió Medora, sin ofrecer explicaciones. Annabeth lanzó una mirada burlona hacia Héctor, una chispa de satisfacción brillando en sus ojos.
—Pero... —empezó a protestar Héctor, pero una sola mirada firme de Medora fue suficiente para mandarlo a sentarse al otro lado de la mesa, derrotado. Annabeth, con una sonrisa victoriosa, se acomodó a su lado.
—Gracias —murmuró Annabeth antes de que el sonido de los cascos de Quirón golpeando el mármol resonara por todo el pabellón, pidiendo silencio. Todo el comedor guardó un respetuoso mutismo cuando el centauro levantó su copa.
—¡Por los dioses! —proclamó, y el grito resonó en coro por todo el comedor mientras todos levantaban sus copas al unísono.
Las ninfas comenzaron a acercarse con grandes bandejas de comida: racimos de uvas, manzanas brillantes, fresas frescas, queso, pan recién horneado y barbacoa humeante. Medora observó la variedad con interés, y tras seleccionar la manzana más grande, un racimo de uvas rojas y un plato de carne ahumada, se levantó, seguida por sus hermanos.
Frente a la gran hoguera en el centro del pabellón, Medora dejó caer las frutas y un buen trozo de carne como ofrenda. Cerró los ojos y murmuró una plegaria en voz baja.
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ESTRATEGIA DE GUERRA
FanfictionLa perfección es algo que busca mantener, presionándose a si misma y a los demás para lograrlo. Pero hasta la estratega mas eficaz comete error, la guerrera mas fuerte puede ser débil, y el alma mas formidable puede romperse con simples palabras. -P...