- por favor jungkookie - puchereo, estaba cansando de que el pelinegro no quisiera tocarle, y no dejaría pasar la ocasión. El rubio se levantó y seguido se agachó, a la altura de las piernas de jungkook, desesperado comenzó a desabrochar su pantalón.

- a-amor, debes entender - el solo no quería lastimarle, no quería hacerle daño a su hijo, temia hacer algo indebido que le haga mal, pero esa mirada lasciva y ver y sentir como su pequeño toca y bombea su pene le hace querer mandar todo a la mierda. - amor, no...

Entonces, Jimin se levantó y jungkook pensó que había desistido por completo de la idea más, solo fue testigo de como este se deshizo de toda su ropa, dejando ver ese cuerpo tan hermoso, su vientre todo abultado, ese pequeño miembro en sus piernas y esas piernas largas y delgadas... El rubio se colocó en cuatro frente a su miembro, acto seguido lo engullo con su boca.

- a-amor... Mierda - hecho su cabeza haci atrás, sintiendo como su cuerpo se llenaba por completo de excitación, el rubio trataba de introducirlo todo, más era demasiado grande así que con su mano derecha bombeaba lo que no lograba entrar en su boca, mientras con su otra mano se daba atención el mismo en su pene. - s-sigue así bebé...

Bastaron unos momentos para que jungkook se viniera en su boca, Jimin lo trago todo sin derramar ni una gota, luego se enderezó y tomó asiento encima del pelinegro, por instinto este colocó sus manos en su cintura, el vientre de Jimin estaba tan grande que era un poco incómodo estar en esa posición.

- j-jimin escuchame, debemos detenernos - con su poco autocontrol intentaba aún alejarlo más este no escuchaba, beso sus labios con deseo, los mordió y luego los dejó para atacar su cuello, sus manos movieron hasta el pecho del pelinegro, tocando todo. - minie...

- cierra la boca jungkook! - exclamó sobre sus labios - quiero que me folles ahora!

Y jungkook lanzo lo que quedaba de su poco autocontrol a la mierda.























- ahm~k~kookie! - Jimin gemia sin filtro alguno, jungkook succionaba su pequeño agujero mientras el permanecía en la cama boca arriba.

Jeon parecía un niño cuando le regalan una paleta, chupaba con pasión el agujero, y pronto comenzó a penetrarlo con su lengua, luego introdujo dos de sus dedos.

- ahh~ahh!

Jimin se vino manchando su pecho.

- tan pronto amor? Ahora comienza lo bueno - anuncio, para después tratar de acomodarse en las piernas del rubio, más su vientre no le permitía el acceso por completo, opto entonces por recostarse detrás de él - amor, estas cómodo así?

- s-si, esta bien... Follame ya - jungkook río, le encantaba cuando Jimin tomaba esa actitud, beso su cuello a la vez que alineaba su miembro con su entrada, metiendo de apoco la punta - ahh~

- shh - lo introdujo todo, entonces, acarició las bellas caderas y piernas del chico, mientras las mismo tiempo susurraba cosas lindas en su oído, para distraerle.

- m-muevete kook - imploró, con pequeñas lágrimas en sus ojos, jungkook acató la orden comenzando a mover sus caderas, primero fue despacio y suave, pero luego comenzó a ir más rápido, olvidando que apenas hace un momento no apoyaba la idea de tener sexo por el bebé en el vientre ajeno.

Los gemidos y jadeos de Jimin no se hicieron esperar, inundando la habitacion de ellos, era lo único que se escuchaba, además de sus pieles chocar y la lluvia caer. Jungkook gruñia, sintiéndose en el cielo.

- a-amor que rico me apretas - soltó, con puro deseo.

Entonces, el vientre de Jimin comenzó a moverse, más ninguno de los dos se preocupó como tal.

- mocoso... Deja que papá y mamá terminen de jugar - murmuro Jeon, sin ser conciente de nada realmente.

Por su mente paso el recuerdo de cuando el y yoongi se abrazaron, sus celos se hicieron presentes y comenzó a ser más rudo. Su figura comenzó a distorsionarse, sus cuernos y garras hicieron acto de presencia.

- ahh~ahh! K~kookie!

Jungkook encajo sus enormes colmillos en el cuello blanquesino, la vez que seguía embistiendole, la sangre comenzó a salir, le encantaba.

Tenía un fetiche con la sangre de Jimin, con morderle, ya que le encantaba ver luego la marca en su cuerpo, eso le calentaba. Pronto Jimin se corrió, manchando las sabanas, y gimiendo fuertemente, seguido jungkook dio unas cuantas embestidas más hasta que se corrió, llenandolo por completo.

Se tumbaron uno al lado del otro en la cama, recuperando el aliento, el pelinegro acarició el vientre de Jimin, y le miro con preocupación, sabía que había perdido el control.

- amor, ¿estas...?

- estoy bien kookie... Estamos bien - respondio, llevando su mano también a su vientre.

Jimin le sonrió, y jungkook no dudó en corresponderle, además, estaba feliz, el rubio no parecía asustado por su aspecto demoníaco... Pensó que eso sería imposible, más al parecer es todo lo contrario.

- tus cuernos son hermosos - enrojecio por el comentario, ¿enserio pensaba eso? A nadie más le parecería hermoso algo así... Sus cuernos son lo que más aterra a las personas.

- tu eres más hermoso amor mío - dejó un beso en su mejilla, luego Jimin se acomodo a su lado, en su pecho, jungkook abrazo su cintura.

- porque esto se siente como una... Despedida jungkook? - susurro el rubio, su voz sonó apagada. - saldremos de esta

- parece despedida?... Bueno, tal vez lo sea, uno nunca sabe - soltó con la voz apagada igualmente, más bien rota - pero juró que lucharé, no nos separaran tan fácilmente... Te amo Jimin

- yo... - el no esperaba una respuesta, claro que no, no después de todo lo que hizo - también te amo kook.

Pero esa respuesta calentó su corazón, más de lo que hubiera imaginado.






































Diabolik | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora