Capítulo 235

                                    

                                          
Caballo blanco Ji Xue y ¿el cachorro se burla de ellos?
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Frente a la Academia Chusui, Er Gou sigue a sus compañeros hacia una montaña.
Er Gou es el más joven de la academia, y muchos de la clase "Huang" le tratan como a un hermano pequeño. Algunos de sus compañeros eran tan mayores como Er Gou. Aunque el niño es pequeño, no es para nada carente de conocimiento, y también hay que hacer énfasis en su especial esfuerzo para estudiar, completamente diferente a los niños que juegan en el barro, muchos padres les dijeron a sus hijos que aprendieran de él.
Esta mañana, Er Gou compartió los camotes asados de Shen Ruo con todos, lo que lo hizo aún más popular. Hay muchos escalones al salir de la puerta de la montaña, que están pavimentados con una pieza entera de piedra azul. El punto más alto está más alto que las rodillas de Er Gou cuando se pone de pie, por lo que le resulta muy laborioso subir y bajar esos escalones.
En días anteriores se había frotado despacio, ensuciándose los pantalones, pero hoy, con la fuerte lluvia, ya no podía frotarse más.
Algunos estudiantes que habían traído paraguas tomaron la iniciativa de invitar a Er Gou a salir con ellos, y no sólo le ayudaron con el paraguas, sino que lo llevaban de la mano.
—Gracias —Er Gou sonrió de agradecimiento, con la cara un poco roja—. Cuando sea un año mayor, podré subir y bajar la escalera en un santiamén.
—Bien —dijo el hombre, llevando a Er Gou bajo un paraguas por la puerta de la montaña, el niño en brazos era muy ligero, había otras clases que miraban, aparentemente interesadas en el niño—. ¿Dónde está tu casa?
Er Gou miró hacia fuera, la lluvia es demasiado fuerte y sólo puede ver el contorno de muchos carruajes que vinieron a recoger a los estudiantes, pero no se podía ver con claridad. 
—Mi padre vendrá a buscarme, pero no encuentro dónde está. —Er Gou se acurrucó en los brazos de su compañero y miró hacia afuera, finalmente vio un caballo familiar en la orilla, le dio una palmada en el hombro a su compañero y señaló hacia allí: —¡Allí! Por favor, llévame allí.
El compañero tenía un paraguas y había querido llevar a Er Gou con su familia, y ahora iba en esa dirección.
—¡Papá! —gritó alegremente Er Gou, viendo a su propio padre sentado en lo alto del travesaño con su impermeable marrón de paja esperándole, con una gran sonrisa en la cara.
Shen Feng esperó aquí durante media vara de incienso antes de que la academia los dejara salir, y cuando vio que todavía había alguien para acompañar a su propio hijo, le dio las gracias.
—Gracias por acompañar a mi Er Gou.
—No hay necesidad de dar las gracias. —El hombre vio al padre de Er Gou y se descubrió que su carreta no tenía techo, sólo era el cajón tirado por él: —Eso... ¿Puede protegerlos de la lluvia?
—Lo llavaré en mis brazos.
Shen Feng abrió el impermeable de paja y le dijo a Er Gou que se acercara.
Er Gou se puso delante de su propio padre, y todo su cuerpo fue cubierto por el amplio impermeable de paja, que sólo dejaba ver su cabeza por fuera.
A continuación, se le colocó una pequeña gorra en la cabecita, lo justo para protegerlo del viento y la lluvia.
—Tu tío menor y el tío Gu nos esperan en el puesto. —Shen Feng tomó las riendas del carruaje.
La clara voz infantil de Er Gou dijo: