No. 42. El miedo

                                    

                                          



















Tras su última misión, Rok Soo creyó por un instante que había perdido a Lee Soo Hyuk.
Y el miedo sacó lo peor de su corazón.





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Rok Soo había sido como un niño cuando Soo Hyuk lo había encontrado.
Curioso. Inteligente. Cauteloso.
Y también imitaba lo que veía cuando creía que era útil.
El autosacrificio era algo que había aprendido de Soo Hyuk, algo que se había arrepentido de que él viera.
La ira, el arremeter en el miedo...eso lo había aprendido de Choi Jung Soo.




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Su cuerpo cayó pesadamente, le había tomado con la guardia baja y tan cansado que apenas había podido mantenerse de pie.
Jadeo.
Lee Soo Hyuk terminó aturdido tras el primer golpe en la cara.
Jadeo.
Ese cuerpo delgado y suave que logró derribarlo...porque Soo Hyuk nunca antes había estado en guardia con él, nunca con él.
Ese delgado cuerpo que se subió a horcadas sobre su cintura y golpeó su cara con los puños.
Jadeo.
Su cabeza rebotó contra el suelo tras el segundo golpe. Se mareó, sus oídos zumbaron y el mundo dio vueltas.
Tras el sexto golpe, escuchó el repugnante crujido que hizo su nariz cuando esos puños la rompieron, Soo Hyuk jadeó cuando respirar por su nariz se hizo imposible sin ahogarse, la sangre se deslizó como agua por su rostro, entonces él finalmente se detuvo.
Aturdido y adolorido, Lee Soo Hyuk observó ese rostro de piedra y nada dolió tanto como el terror en los ojos de Kim Rok Soo mientras lo miraba.
El joven jadeaba, su pecho se sacudida violentamente, parecía que respirar era difícil, que mantenerse consciente era difícil y Rok Soo aún así se obligaba a seguir consciente, con un desprecio tan descarado por su cuerpo que era detestable. La sangre se deslizaba por los nudillos rotos de Rok Soo, cálida, pegajosa y repugnante.
Lee Soo Hyuk se quedó inerte en el concreto, respirando por la boca y mirando a la bestia dormida que por un momento, despertó.
"T-Te odio", murmuró Rok Soo, con los ojos secos y la voz ronca, pero la mirada en esos ojos...Lee Soo Hyuk habría preferido mil veces que llorara, que gritara y se rompiera, habría preferido ser golpeado hasta la inconsciencia por esas manos demasiado frágiles. "Te o-odio...", su voz ni siquiera está enojada, o molesta, suena rota, tan cansada que dolía escucharla. "¿Por qué...por qué descartas tu vida con tanta facilidad por unos extraños que traman a tus espaldas?".
Rok Soo no lo entiende, esa descarada falta de cuidado...
A la distancia, cree escuchar la voz de Jung Soo.
Lee Soo Hyuk sonrió, indefenso, siempre había sido vulnerable ante Rok Soo, sus actos, sus sacrificios, siempre se habían ligado a Rok Soo. A veces se preguntaba si era demasiado peso para esos delgados hombros. Pero era inevitable que Soo Hyuk lo amara tanto, el amor de Soo Hyuk era muy egoísta después de todo, tan egoísta como para lastimar a Rok Soo en su devoción.
Estiró la mano y acarició con suavidad la mejilla de Rok Soo, por un momento, por un instante, creyó que él lloraría y eso le rompió el corazón.
"Quiero un futuro mejor para ti", admitió Lee Soo Hyuk. Entonces se rió, la mirada sorprendida de Rok Soo le hizo dar la risa mas genuina en semanas. "Mereces tantas cosas buenas y quiero dartelas", le sonrió, brillante, sincero. "Y lo que hago...lo hago por ti".