Christopher era ese tipo de hombre que no se metía con cualquiera, le gustaba que las mujeres se arrastraran por él...
¿Qué pasaría si esta vez fuera él quién tuviera que arrastrase por un simple beso?
Cree que puede llevarla al pecado, pero no sab...
Esperé a que mis padres llegaran, me dio lástima tener que contarles, pues habían salido por su aniversario y se veían felices.
—Hablaré con él. —me dijo papá
—Daniel, quizá Andrés tenga razón. —le dijo mi tía, Aurora
—¿Razón? —me levanté— Es un atrevido, eso es lo que es.
—Pero-
—No. No tiene razón, punto. —dije yéndome a mi habitación
Me asomé por la venta que daba con la vista a las montañas, árboles y variedad de flores. Tomé mi teléfono y llamé a mi mejor amiga, me respondió al instante.
—Hola, ¿Y eso que me llamas?
—Me pasó una desgracia. —le dije en español y me frunció el ceño, entonces le dije en inglés
—¿Qué pasó?
Le conté todo, ella arrugó su ceja casa vez más, odiaba a mi hermano y tenía sus razones, él era un cabrón con todo el mundo.
—¿Y entonces?
—Ya hice las maletas, partiré en dos días, ¿Me podrías recibir en el aeropuerto?
—Claro. —me sonrió— Mira el lado bueno, viviremos cerca.
—Pues sí, aún así quiero matar a mi hermano.
—Yo te ayudo.
Me despedí y colgamos, me lancé a la cama de plumas, no pude evitar entrar a Instagram y revisar el perfil de mi ex. Mi corazón se apachurró cuando vi la foto con una muchacha dándole un abrazo.
—Ay, Ian… —cerré los ojos ciertamente dolida
Habíamos sido novios por un año, nos habíamos comprometido pero yo lo había dejado, me daba demasiado miedo tener una relación tan seria y eso era algo que él no entendía, así que lo dejé hace nueve meses y aún sigo esperando un mensaje.
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