Prefacio

                                    

                                          



Lo que menos esperaba de aquella reunión era sentir su propia sangre tibia escurrir por su clavícula. Notaba su pulso filtrarse por las largas hileras de dientes con furor. Provocando que la piel ardiera cual fuego. El cuerpo no le reaccionaba y las manos las sentía adormecidas. Estaba quieto viendo a Sofía desde el otro extremo del salón, quién yacía fría con ojos vacíos mirándolo silenciosamente sobre el escritorio. Su mano caía por un costado de su cuerpo, donde rubies goteaban al charco en el suelo. 
Notó su respiración convertirse en una canción agresiva. El salón pronto se llenó de una bruma cargada en dolor y odio que hizo flamear la bandera nacional situada junto a la ventana. Sus ojos tan celestes como agua de pronto se tornaron azules grisáceos, y un fuerte gruñido brotó de su pecho que croó en los oídos de su contrincante. Este, aturdido y miedoso por lo que acababa de ocasionar, dio tres pasos hacia atrás, con el corazón latente. 
Suplicó por su miserable y estúpida vida, pero él no lo dejaría pasar. No tuvo piedad alguna al acercarse como león hambriento al hombre frente a él. Limpió la comisura de su labio, sangre ensució su mentón y el uniforme militar. Gruesas lagrimas brotaron sin cesar por ella, por la mordida en su cuello, y por el infierno que estaba a punto de crear.
Sintió una mano posarse en su hombro, pesada y calmada, pero su vista y mente yacían nublados. Se sacudió el hombro bruscamente, se giró, encontrando a su compañero francés preocupado.
No se quedará así, la asesinó frente a mí.
—Vámonos.
—¿Irnos? Está poniendo en riesgo la vida de todos en el país —razonó apenas mientras sus colmillos comenzaban a salir —. No me iré sin vengarme. 
Giró sobre sus talones, y lo último que se escuchó en la sala fue el grito del hombre en un costoso traje negro ser despedazado con manos y dientes. 
—Escogieron mal, y estos pobres chicos morirán. No sé qué me deparará ahora, pero haré lo que sea por cuidarlos, por ella... por mi linda Sofia.