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La habitación estaba impregnada de una mezcla embriagadora de aromas frutales y lujosos cosméticos, creando una atmósfera envolvente y sensual. Mientras tanto, una animada conversación fluía sin cesar entre las jóvenes presentes.
—¿Y no estás nerviosa? preguntó una voz con un deje de curiosidad.
—¿Yo? ¿Nerviosa? ¿Por qué debería estarlo? respondió la protagonista, con una mirada dirigida hacia la chica que le estaba arreglando el cabello.
—Pues no todos los días vas y le pides a alguien que te ayude a maquillarte— intervino una castaña con una chispa traviesa en los ojos.
—Tampoco es muy común que alguien te confiese que está haciéndose pasar por un hombre y usando un disfraz— añadió otra chica, esta vez con una pizca de burla en su tono —Debes darnos más detalles sobre cómo lograste engañar a todos, siendo tú tan hermosa
—Bueno, quería jugar béisbol y solo había equipos masculinos, así que tuve que desafiar las normas de género—  explicó Mika con una sonrisa traviesa mientras ajustaba su disfraz —Pero gracias por ayudarme de todos modos.
——Tu forma de pagarnos será contándonos cómo se desarrolla tu historia con ese chico— declaró Nobara, con los ojos entrecerrados y una sonrisa cómplice, dejando en el aire la promesa de una historia intrigante por descubrir.
Mika se sintió afortunada al encontrarse nuevamente con las dos chicas que previamente le habían brindado su ayuda. Aunque explicarles toda la situación podría hacerla parecer un tanto excéntrica, afortunadamente, la historia pareció captar su interés lo suficiente como para compararla con la película de Mulan.
—No hay ninguna historia que desarrollar— dijo Mika con una sonrisa dirigida a Nobara —Simplemente me cae bien porque es lo suficientemente 'emo' como yo
—Si realmente no te interesara, no estarías aquí, tratando de mostrar tu verdadera identidad para estar con él. Podrías hablar con él de esas bandas mientras llevas tu disfraz de hombre— señaló Nobara con un gesto de complicidad.
—No sé qué me llevó a querer volver a ser una chica frente a él — suspiró Mika —Pero quiero aclarar que no es porque me interese, ¿de acuerdo?
—Lo que tú digas, Mulan— respondió Maki con una sonrisa traviesa mientras le colocaba el nuevo apodo.
Ante el inesperado sonido de la puerta, las tres chicas dejaron escapar un grito ahogado de sorpresa, aunque Maki rápidamente las calmó y se encaminó hacia la entrada para abrir la puerta. 
Se encontró con un joven que tenía un tatuaje en el rostro y una apariencia digna de modelo.
Maki, al verlo, no pudo evitar pensar que Mika tenía buen gusto —¿Sí?— preguntó, observando atentamente al chico que tenía delante.
—Vengo a buscar a Mikaela —respondió él con una voz profunda que capturó la atención de la chica de lentes. Definitivamente, Mika estaba interesada en él, aunque no lo admitiera, pero ahora entendía por qué.
—Mika, te buscan— gritó Maki, y luego dirigió una mirada de advertencia a Choso —La queremos temprano, ¿está bien?— añadió, dejando claro que esperaba puntualidad por parte de él.
Choso asintió tímidamente, pero su rostro se iluminó al ver a la enérgica chica de cabello corto. —Hola, Mikaela— saludó con una sonrisa.
—Hola, Choso— respondió la castaña con un beso en la mejilla. —Vi un lugar lindo en el campus donde podemos platicar, vamos— invitó, saliendo de la habitación y dirigiéndose hacia las escaleras, con él siguiéndola rápidamente.