❝ aveces tienes que sufrir en la vida. No porque seas mala, sino porque aun no entiendes, donde y cuando tienes que dejar de ser la buena. ❞
~ Athena Claire es la definición de sobreviviente, nunca supo de su familia, una chica huérfana en 1804 que...
después del incidente en los establos todo se puso demasiado confuso para Athena, pero no tenia tiempo para descubrir algún misterio, solo quería encontrar a su mejor amiga e hijo, trato de apoyar a Regina en lo que pudo pero ella no dijo nada y se fue, supuso que necesitaba estar sola, paso la tarde cuidando de Henry y Davina mientras David trabajaba, cayo la noche y mientras dormían se escucho un grito de Henry
- ¿fue Henry? - pregunto Davina soñolienta.
- eso creo, iré a verlo tu sigue durmiendo - responde Athena mientras sale de la habitación que compartía con su hija.
Athena bajo rápidamente fue a ver a Henry quien había tenido una pesadilla, atrás de la pelinegra venia David quien se había despertado también.
- tranquilo corazón, tranquilo - dice Athena con una voz suave tratando de tranquilizar a Henry.
- tuve una pesadilla horrible
la voz de Henry sonaba afligida y con miedo, eso hizo que el instinto maternal de Athena se conmoviera y solo sintiera que quería protegerlo y cuidarlo como a un hijo
- ya se acabo... estas con David y conmigo
David miraba como era Athena con Henry y sonrió ante eso, pensar que Emma no lo tuvo a el ni a Mary Margaret lo desconcertaba, pero que haya encontrado una familia con Athena, Davina y Percy le alegraba demasiado
- toma, esto ayudara - dice David mientras prende un vela.
- ¿una vela? - Henry pregunta confuso.
- si, aleja las pesadillas - explica David - ahora cuéntanos a Athena y a mi, ¿qué fue tan terrible?
- estaba en un cuarto y... y era rojo, no había puertas ni ventanas, y las cortinas se incendiaron y estaba en una esquina y miraba por ahí había alguien más y me miraba a través de las llamas y luego desperté
Athena suspiro sospechando de que se trataba el sueño, por lo que le había dicho David, Henry estuvo bajo un hechizo de sueño, eso trae algunos efectos secundarios como pesadillas con mucho fuego
- no te preocupes, fue solo una pesadilla
- vuelve a dormir corazón, estamos aquí contigo, nada puede pasarte ¿si? - dice Athena con un tono de voz meloso.
- esta bien... - murmura Henry cansado.
Henry se dio la vuelta dispuesto a dormir, ahora se sentía más seguro por tener a su tía Athena y su abuelo con el sabiendo que nada podría pasarle con ellos ahí
Athena sonrió y con precaución de no hacer ruido salio para ir a la cocina
- ¿quieres un café, David? - pregunta mientras saca una taza Athena.
- ¿a esta hora, Athena? es plena madrugada - dice David de manera incrédula y divertida.
- si, cualquier momento es perfecto para un café, es una ley de vida - responde Athena con una sonrisa.
David ríe y termina cediendo, quizás jamas lo admitiría pero los cafés de Athena eran una cosa de otro mundo
- Emma también tenia pesadillas con fuego... - dice Athena de manera melancólica.
- ¿enserio? - pregunta David con angustia.
- si, despertaba siempre gritando, agitada... fue tanto que una noche los cuatro nos sentamos a tejer un atrapa sueños y dormimos una semana en la sala de estar, no volvió a tener esas pesadillas
- eres admirable Athena, y quiero darte las gracias por haber estado ahí para Emma cuando con Mary Margaret no pudimos
David le sonríe, le dolía el no poder haber estado ahí para lo que Emma necesitara, el no haberla visto crecer o calmar sus pesadillas lo destruia.
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Al día siguiente Davina, Henry y Athena acompañaron a David a unas minas, al parecer los enanos habían encontrado algo que podría ser de su interes.
- ¿Dónde esta? - pregunta David al ver a uno de los enanos.
Este le sonríe mientras se acerca a un agujero en la pared, David alumbra mientras los demás se asoman a mirar, adentro de esta pequeña cueva estaban los demás enanos, sus rostros reflejaban esperanzas.
- ¿esos son...? - susurra Davina mientras mira el techo de la cueva con asombro notable.
- diamantes... regresaron, la magia hizo que regresaran - dice el hada azul en un suspiro sonriente, esto significaban muchas cosas.
- ¿los que se convierten en polvo de hadas? - pregunta Henry volteando a verla con curiosidad en el rostro.
Athena y Davina solo miraban y escuchaban todo con atención, esto era nuevo para ellas, a pesar de estar familiarizadas con la magia, este asunto de polvo de hadas y diamantes milagrosos era una incógnita, era un laberinto de confusiones en el que buscaban ver la salida y entenderlo.
- claro, solo debemos refinarlo y molerlo - dice el hada explicándole con un tono alegre.
- ¿eso nos servirá para traer a Emma, Mary y Percy de vuelta? - pregunta Athena en voz baja mientras se acercaba a David.
- será de mucha ayuda - responde este con una sonrisa en el rostro.
- ¿aún tienes el sombrero de Jefferson? - pregunta el hada azul interrumpiendo a Athena y David, quienes se mostraban esperanzados a poder recuperar a las personas que amaban, David saca de su bolso un sombrero, el hada azul lo detiene - guárdalo en un lugar seguro, mañana a esta hora habrá suficiente polvo de hadas para que funcione.
- entonces, Mary Margaret, Percy y Emma... - menciona Henry sonriente.
- es cierto chico...los traeremos a casa - dice David apoyando su mano en el hombro de Henry dándole con certeza que iba a traerlos de vuelta como había prometido.
Davina se sentía exatiada, vería nuevamente a su mellizo, su otra mitad después de casi un año, había tantas cosas que quería decirle, quería sus consejos de abuelo como ella decía y quería poder escuchar que pensaba de su padre, Klaus, emocionada Davina se avalanza abrazando a Athena, esta le acaricia el cabello con cariño
- tendremos de vuelta nuestra paz, mamá - dice Davina sin soltarla.
- así es corazón, volveremos a ser la misma familia unida, solo que ahora con más personas - dice mientras miraba a David y Henry hablando, las personas que Emma encontró en el pueblo era una familia, apesar de ella ya tener la suya con Athena, ambas querían ser más y poder sentir la calidez que los demás podrían ofrecer.
