Libro II "DESEPERATE LOVE"
Una historia a base de mentira nunca tiene un final feliz y esta fue la mía, no sé en que momento pero perdí a la persona que estaba conmigo en todo momento.
NO pensé que Anastasia Brown fuera la persona que fuera a dequel...
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Harry.
—Sabes algo, Harry.
—No se, Chaparrita. —Me sonríe.
—Siempre te he amado, ¿Lo sabes, verdad? —Asiento con una sonrisa en mi rostro —Recuerda que siempre fuiste mi mejor decisión.
— Siempre serás y eres el amor de mi vida, Anastasia. — deja de sonreír y me mira fijamente.
—Pero soy tu venganza, después de todo.— dejo de sonreír.
—No lo eres, chaparrita, solo eres mi vida.
—Me mataste, Harry, acéptalo.
—Chaparrita...
—¡¡Me mataste!!
—¡Eso es mentira!
Escucho unas voces a lo lejos y abro la vista para ver quién es y me encuentro con mi mejor amigo. Me siento en mi cama y me encuentro todo sudado, la mirada de mi mejor amigo es de preocupación, y se la razón.
—¿Volviste a soñar con ella? — asiento mientras me siento en la cama.
—Se siento tan real.
—Pero no lo es.
Suspiro, mientras me levanto de la cama.
—Tu y yo sabemos que ella está muerta por mi culpa. —Niega mientras se acerca un poco a dónde estoy.
—No es tu culpa. ¿Cuándo lo vas a entender?
— Nunca. Todos los malditos días que me levanto de la cama es lo primero en lo que pienso o incluso no duermo, por qué sueño con ella. Todos saben quién es el único culpable.
La mirada de mi mejor amigo es todo lo que el siempre me quiere decir y se que yo nunca aceptó.
— Si eres un necio. Eres peor que Luciano. Ese imbécil está en este momento borracho en su habitación, es la quinta vez de está semana, Harry, ¿Acaso no piensas decirle nada?
— El sabes que nosotros somos los culpables. Déjalo es la mejor manera para que pueda olvidar a Nathasa... aunque sabemos que no se puede.
Dejo de mirar a mi mejor amigo y paso por su lado, pero sus palabras me detienen.
— ¿Te acuerdas de las últimas palabras de Anastasia, antes de morir?
Lo miro por encima del hombro. Vuelve a hablar.
— Ella dijo que tenías que seguir con tu vida.
— ¡No puedo! Perdí al amor de mi vida, Andrews. No puedo pretender que no pase nada.
