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- ¿Y cómo te fue? - apareció Chan sorprendiendo a Jeongin en uno de los pasillos - Heesung me comentó que-
- Espera - frenó Jeongin, continuando en su lectura de un libro que desconocía el mayor.
- ¿Estás repasando? - preguntó bajito.
- El profesor pidió terminar hasta un capítulo y lo olvidé - responde rápido, regresando su atención al libro hasta notar que una persona entre tantas se dirigía a ellos, subiendo la mirada - uh.
- Heesung - saludó Chan, chocando los cinco con el menor.
- Vamos a desayunar - pidió de inmediato, jalando del brazo al mayor - Jeongin.
- Dime - respondió concentrado.
- Debes estar muy ocupado con tu lectura, concéntrate - Jeongin levantó la mirada y Heesung sonriendo tomó la mano de Chan de inmediato e intentó llevarlo pero Chan se quedó observando a Jeongin.
- ¿No vendrás? - preguntó dudoso.
- Jeongin debe estar muy enfocado en su lectura, será mejor si no interrumpimos.
Y claro que no había algo más que decir, Jeongin realmente estaba enfocado en entender los últimos cinco capítulos que llevaba leyendo tres veces y no lograba captar, se fijó si ya habían se habían ido, pero Chan aún seguía frente a él observándolo extrañado, como si no entendiese.
- Es que realmente no entiendo lo que estoy leyendo y es para hoy - explica, pero Chan seguía observándolo con confusión - ¿Por qué me miras así? 
- ¿A qué hora te toca el curso? - Jeongin cayó en cuenta y presionó sus labios entre nervios.
- Después del receso - Chan tomó con cuidado el libro y con un pequeño movimiento de cabeza, le indicó a Jeongin que viniera con ellos - es que también quería ir con Jisung - tenía ojos tristes.
- Tengo hambre - protestó el menor de los tres, Jeongin lo miró serio y bufó irritado quitándole el libro de las manos, retirándose de inmediato.
Jeongin había llegado con pesar y no era por una simple lectura de tres capítulos que ahora mismo no entendía, si no que el fin de semana había sido un día irritante con la simple existencia de Heesung y el caos a penas llegó a su casa.
- No debías decir eso - regañó Chan mientras caminaban hacia el comedor - algo le pasaba.
- Yo lo ví preocupado por su libro - dijo en voz baja, un tono de culpa fingido por el que Chan no se había percatado.
- No lo sé, pero no me gustó que interrumpas de esa forma - ambos ya estaban en la mesa acomodando los taper y Chan observaba la comida sin ganas de comer, la forma en que Jeongin estuvo era poco usual y las conclusiones que llegaban a su cabeza eran varias.
Sí que conocía a Jeongin, su mirada y ceño fruncido levemente indicaba enojo, que no quiera sostenerle la mirada significaba que le ocultaba algo, y más cuando decidió no intercambiar más palabras e insistir en irse.
Chan se había quedado observando la comida y por momentos a su acompañante que le comentaba cosas de a ratos mientras él asentía.


...


- Jeongin - apareció Chan en la puerta de la casa del menor - Solo iba a tardar cinco minutos, me tocaba guardar las cosas después del entrenamiento - explicó, pasando a la casa.