26| Moda

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Okey, yo siempre supe que los lunes eran mis enemigos innatos, siempre lo supe, pero no pensé que se tomarían tan personal eso de hacerme sufrir.  

El edificio de Perfect Shot estaba repleto de periodistas, se asemejaba mucho a cuando Alexandre hace conferencias o anuncios. ¿Por qué hay tantos aquí? Se suponía que todo esto era confidencial, ¿por qué están aquí?

No tuve mucho tiempo para preocuparme por eso porque los dos chicos que venían conmigo bajaron de la camioneta y, a juzgar por sus expresiones, realmente estaban listos para atravesar ese mar de periodistas para llegar a la entrada del edificio.

Oigan, no es necesario.

Como que ya no tenía muchas ganas de intentar ser diseñador de moda.

—Hermano, ¿no podemos... ?

—No —me interrumpió, abrió la puerta junto a mi asiento y me tomó de la muñeca para hacerme salir del auto—. Incluso te vestiste lindo, así que no.

Ay hermano, si entro ahí capaz y salgo sin ropa. De nada me sirvió haberme vestido lindo.

—No te preocupes cariño, me encargaré de que llegues a tu destino luciendo igual de hermoso —mencionó Dwade, mirándome con una sonrisa.

¿Por que estos dos chicos guapos miden lo mismo? ¿Que le dieron a Dwade para que crezca tanto? ¿Petróleo?

Solo apreté los labios cuando me percaté de que se habían puesto cada uno a mis costados. Mi hermano me había tomado de los hombros y Dwade había hecho los mismo con mi cintura.

¿Me siento afortunado de tener a chicos tan guapos cerca? Por supuesto. Estar en medio de dos personas tan atractivas me da estatus.

¿Quiero estar en medio de estas personas atractivas en este momento? No, definitivamente no.

Solo tuvimos que dar algunos pasos dentro de ese mar de periodistas para saber la respuesta. Estas personas estaban empujando a Edwin y a Dwade de forma en que mi pequeño cuerpo estaba siendo oprimido por sus grandes cuerpos.

Y sí, estoy exagerando, porque tanto mi hermano como mi novio estaban dando lo mejor de ellos mismos para usarse de escudo humano y que nadie —ni siquiera ellos— me tocara y arruinara mi apariencia.

—Aquí reporteros del 87.

—Por favor, para el canal 21.

¿Por qué había tanta gente? Yo me engento fácil, quería salir corriendo.

—Unas palabras para el periódico West.

—Canal 79, unas palabras por favor.

Escuché a alguien decir el nombre de mi hermano y eso me hizo recordar quién es mi hermano. Edwin Veruliun, primogénito y heredero de los Veruliun y mano derecha de Liam Wright.

Ay Diosito, traje a mi hermano al matadero.

—Hola, aquí la COTV —levante la mirada en cuanto escuche la voz de la esperanza encontrandome con los ojos verdes de Protágoras. Él está sosteniendo una cámara mientras aleja, empuja violentamente mejor dicho, a los periodistas formando un camino para nosotros, a su lado se encuentra una mujer que parece tener más o menos su misma edad que sostiene un micrófono y, disimuladamente, hace lo mismo que Protágoras—. ¿Los Veruliun están buscando entrar a la industria de la moda?

—No —respondió mi hermano con tranquilidad en cuanto notó la presencia de una de las personas de confianza de Alexandre mientras sigue el camino que va formando Tago—, solo es mi hermano siguiendo su sueño.

Y eso hizo que los demás periodistas se volvieran locos.

Edwin, hermano, yo te amo mucho pero acabas de enviar la atención de esta gente hacia mí.

Microamor [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora