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No entiendo, vienes y vas, hablas y me dejas, cantas y callas, arrancas la armonía que aurea en mi ser, me dejas melancólica una vez más.
No entiendo, tomas mi ser desde mi entrañas, sabes que te pertenece, no entiendo el escalofrío que toca hasta lo profundo de mi hueso, sacude mi órganos y sale como un nauseabundo susurro suplicando tu regreso.
No lo entiendo, no lo entiendo, no logro entender, ¿Te amo? ¿Te odio? ¿Te extraño? ¿Existimos? ¿Cómo te saco de mi? ¿Cómo te borro? ¿Cómo te vas? ¿Por qué duele tanto?
En el laberinto de nuestras emociones, me pierdo entre los escombros de lo que solíamos ser. El amor que una vez floreció ahora se desvanece en el horizonte de mis pensamientos. Me enfrento a la confusión, atrapada entre el deseo de olvidarte y el anhelo de tu regreso.

Las palabras se convierten en un eco vacío, mientras trato de comprender el por qué de esta ruptura. Cada día es una montaña rusa de emociones, navegando entre el amor y el desapego. Me pregunto si alguna vez encontraré la claridad en este caos de sentimientos encontrados.

El corazón se debate entre el dolor y la esperanza, mientras busco respuestas en los recuerdos que dejaste atrás. Intento desentrañar los hilos de nuestra historia, pero mis manos solo encuentran nudos y preguntas sin respuesta.

En esta danza confusa del amor y la separación, sigo buscando mi camino. Aunque el dolor me envuelve, aún guardo la esperanza de que algún día entenderé el significado de esta ruptura. Mientras tanto, me aferraré a la fuerza interior que me impulsa a seguir adelante, navegando por las aguas turbulentas de la incertidumbre.

El eco de un adiós Where stories live. Discover now