Kairi.
Era gracioso verla caminar, porque parecía querer ver todo y a la vez no se concentraba en nada concreto.
Era estúpido, pero varias veces me distraje observándola y por más que quisiera no podía evitarlo.
—¿Sabías que una persona puede pasar el ochenta y cinco por ciento de su día pensando en la persona que le gusta? —dijo de la nada, mirando las luces de las calles—. Según vi es por los altos niveles de dopamina.
—¿Y la dopamina es..? —pregunté sabiendo la respuesta, pero oírla hablar con su energía me llamaba la atención.
—Es el neurotransmisor catecolaminérgico más importante del sistema nervioso central. Ayuda al cerebro a controlar las funciones motrices, el movimiento y, posiblemente, realizar otras funciones relacionadas con el estado de ánimo. —dijo como si fuera lo más simple del mundo y me miró con una sonrisa.
Un cosquilleo me recorrió y apreté mis manos dentro de los bolsillos de mi abrigo para no hacer tan obvio que me iba a matar de los nervios.
—¿Te he dicho alguna vez que eres más inteligente de lo que pensé? —fue lo único que pude decir, y luego desvié la vista.
—No lo suficiente. —comentó con diversión.
Seguimos caminando por un rato más, hasta llegar a la primera tienda.
Yo nunca había pasado por los lugares donde Eliot compraba esos peluches, pero la marca estaba grabada en los peluches y en la nota en ellos. Cosa que descubrí después de volver a revisarlos.
No cabía duda que era sospechoso, pero me pasé toda una noche tratando de encontrar algo que lo dejara inocente.
Nerissa había sido sincera y al principio me causó enojo. Porque veía las cosas de una manera distinta a la mía y quizás eso hizo que chocaramos un poco, pero después de pensar traté de encontrar su punto de vista.
Y en parte tenía razón, pero no me quitaba de la cabeza la idea de que cualquiera en el cuartel podía ser un infiltrado.
Si Eliot podia haber hecho eso y nadie se dio cuenta, dejaba claro que otra persona también podía hacerlo.Desconfié un poco de Nerissa, sabiendo que ella era la hija de uno de los criminales más buscados, y la hermana de la mujer más insoportable que estaba encerrada en el cuartel.
Ese era el único parecido que les encontraba, además de sus ojos y algunas facciones similares.Me pasé mucho tiempo tratando de armar hipótesis, pero ninguna llegaba a ser cercana a la realidad.
Nerissa no aparentaba tener la capacidad de haberse metido al cuartel como infiltrada.
Simplemente porque todo lo que me había contado de su vida, cuadraba.
No había forma que hubiera trabajado en el cuartel de Massachusetts tanto tiempo, porque el caso de Gaile no se llevaba específicamente ahí.
Además, no quería pensar en que todo lo que había vivido con ella también fuera una posible mentira.Pasamos por varias tiendas, preguntando por modelos viejos de peluches, y si antes los decoraban de alguna manera, pero casi todos los empleados eran jóvenes y no tenían ni idea.
Estaba a punto de anochecer y Nerissa se quejaba porque no habíamos encontrado nada, le dolían los pies, e iba a ser el peor año nuevo que iba a tener.
Terminamos en la última tienda de la lista, y tuve algo de ilusión al notar que el lugar se veía con más antigüedad que los otros, además de que era mucho más grande.
Caminamos por un largo rato, y noté que Nerissa miraba con atención todo los tipos de osos o animales que había, y hasta me pidió comprarle uno.
A lo lejos vi un oso común y corriente, pero tenía una nota igual a las que habíamos visto.
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Confiar En Ella
ActionHace años Nerissa arruinó una misión, y con ello, la vida de Kairi... pero lo peor es que no lo sabe. Kairi buscó la manera de no verla, pero Nerissa terminó siendo su compañera aunque ninguna de las dos aceptara eso. Tendrá que acostumbrarse a ell...