Tom.
Corrí a la planta principal tan rápido como pude, ni siquiera me molesté en disimular mi pésimo aspecto. La realidad me había golpeado justo en la cara, aún no procesaba que estaba volviendo a entrar en un horrible pleito cuando hace minutos tenía a Bella entre mis brazos. Sacudí la cabeza, ignorando las imágenes que pasaban por mi mente.
El panorama era terrible, Georg parecía estar en un episodio maníaco con los brazos llenos de sangre y una mirada digna de un paciente de manicomio. Habían vidrios rotos por todo el suelo, manchas de sangre, cuerpos y gente herida siendo ayudada por Bill. Todo relativamente tranquilo, hasta mi mirada viajó al pasillo que llevaba al cuarto de servicio. Era una escena de película, incluso para mí.
Danielle acababa de apuñalarle el ojo a un anciano que a mí parecer no habia sido nada amable con ella. Parecía estar asustada, no la había visto así desde que le pregunté por sus golpes antes de la carrera, el mismo día que volví a ver a Isabella.
Me acerqué a ella, en silencio y a pasos cortos. Estaba tan alterada que si alguno de mis movimientos le resultara una amenaza, se lanzaría sobre y me haría alguna herida de gravedad. Prefería prevenir.
-Danielle...- murmuré, acercándome a ella y acuclillandome a su lado. Su respiración era agitada y podría sentir como su cuerpo temblaba-. Danielle, ¿Necesitas ayuda?-se giró con brusquedad para mirarme. La luz era escasa, pero pude notar las lágrimas amenazando por salir de sus ojos, una mirada que jamás había visto el ella.
Autentico miedo, algo extraño viniendo de alguien criada en las calles y un linaje de mafia italiana.
No recibí respuesta.
-Danielle, tranquila. Yo no te haré nada malo.- la tomé por los hombros analizando cuidadosamente su rostro, sus brazos y... La terrible herida que tenía en la pierna. La sangre brotaba de su piel con descontrol, era una cortadura larga y a simple vista bastante profunda. No podía ver mucho más, la pobre iluminación del pasillo me lo impedía y no quería llevarla afuera hasta verla más tranquila. Me miró apenada, yo no entendía el porqué.
Saqué la bandana que en su momento estuvo en mi frente, deshice uno de los dobleces y cubrí la herida con la tela, amarrandola alrededor de su muslo izquierdo. Se quejó del dolor y por fin las lágrimas se deslizaron por sus mejillas. Era confuso verla así, débil, callada, sintiendo vergüenza.
-Danielle, dime algo.- sacudí sus brazos, desesperado por su silencio -. Por favor. ¡Carajo!- moqueó y simplemente dejó caer su cabeza sobre mis piernas mientras lloraba.
-No es momento para hablar de estas cosas.
-Si lo es.- acaricié su cabello. Podía sentir su miedo y eso me ponía ansioso. En cualquier otro caso me habría levantado e ido sin importar qué, pero no podía. Danielle es mi amiga apesar de todo. Ella no se fue cuando me vió llorar al conocerme.
-Tu novia está aquí, lo último que importa es lo que me suceda a mí.-se levantó, mostrando dolor en su rostro.
Si, Bella por fin estaba aquí, pero Danielle es parte de esto. Simplemente soy incapaz de dejarla allí.
-Isabella sabe lo que es ayudar a una amistad. Quiero pensar que tú no me vas a traicionar- frunció el ceño, yo solté una risa floja, estúpida e innecesaria. La muerte de Naomi me hacía algo de gracia, lo admito-. Iremos a casa y me vas a decir que sucede ¿Está bien?- asintió, limpiando los restos de lágrimas.
(...)
-Mañana hablaré con Clarissa.- comentó Bella, subiendo las escaleras junto a mí-. No creo que sea difícil convencerla de trabajar aquí-. frunció los labios, tensandose de solo pensar en la rubia.
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𝐒𝐀𝐘 𝐘𝐄𝐒 𝐓𝐎 𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 | 𝘛𝘰𝘮 𝘒𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻
Fanfiction"Ella moriría por él, y él mataría por ella." -Tom Kaulitz, uno de los hombres más temidos de la cuidad. Acostumbrado a siempre ganar, a tener todo lo que desea, ella no será la excepción. -Isabella Rider, quien se ve obligada a infiltrarse en la pa...