Capítulo 35

2 2 0
                                    


Hugo

La taza humeante de Marianna, sale humo a rebosar, lleva sus labios a la cerámica para poder ingerir el líquido y sus gafas de pasta sobresalen de la pantalla del ordenador.

Martínez se echa colirio en los ojos, mientras que espera a que su café enfríe, por lo que se lleva una galleta de chocolate a la boca, este extiende su brazo para compartir pero le rechazo. Ahora mismo no tengo nada de hambre, desde que empecé con el caso tengo muy poco apetito. ¿Qué tanto escondía Alma para guardar el sobre de su hijo?

Víctor, no sabemos nada de él desde la última vez que estuvo en la comisaría, tan delgado, tan sucio, poco aseado, y recién salido de una cuneta. No es que me preocupe, ¿o sí?

-Buenos días -habla una voz masculina-

-Ho..hola señor -dice uno de mis compañeros a la espalda-

-Hugo, ¿Dónde está Hugo?

-Estoy aquí -respondo a la misma vez que estiro mi brazo derecho. Me levanto del asiento y giro sobre los talones. Veo a Antonio Garrido, el  comisario y padre de Víctor-

-¿Llevas el caso de Alma Rivero junto con mi hijo y Martínez, verdad? -habla tan rápido que me cuesta pillarlo a la primera-

-Sí

-Lo han encontrado, han encontrado muerto a mi hijo en su piso, anoche ¿Me puede decir dónde estaba?

-¿Cómo? - no sólo respondí, Luis también quiso responder ante al alegato del comisario-

-¿Que hacía mi hijo en su piso y no estaba aquí con vosotros? Dadme una razón obvia para no insultaros

-Señor comisario, Víctor ha dejado de venir desde hace días, no sabemos porqué - la respuesta que le doy no parece convencerle-

-¡Me cago en mi vida, joder! Vayan a la casa, tiren la casa para abajo y rebusquen, si hace falta tiren las paredes -suspira. Se lleva las manos a la boca, y esta vez que levanta la mirada, los ojos hablan por sí solos, tan frágiles- ¿Por qué se tenía que morir antes que yo? ¡Manda huevos!

-Antonio, ¿Por qué no viene conmigo al office? -Marianna interviene, intentando ayudar a relajar el ambiente-

-¡Manden patrullas, bomberos o lo que sea! Pero quiero al hijo o a la hija de puta que ha hecho esto -atrapa una de las sillas libres y se sienta-

-¡Hugo! -una voz corre por la sala y aparece un Nico despeinado, la blusa al revés y con un ataque de ansiedad encima- ¡mi hermana ha desaparecido! Desde ayer no ha vuelto a casa, no me responde a los mensajes, ni a las llamadas, aparece su teléfono apagado. He llamado a Alan, pero tampoco está con él, no sabe nada de ella desde ayer que…eso no importa -sacude su cabeza- esto no es propio de ella, incluso se me hace raro que no haya venido al interrogatorio de ayer; estoy desesperado por favor…

Primero un segundo muerto, y ahora una desaparición. ¿Qué más puede pasar a primera hora de la mañana?

-Te ayudaremos, ¿vale? sólo hay que tener paciencia -acerco mis pasos hacia él-

-¡No! Ni se te ocurra Hugo -Antonio señalandome y levanta de su asiento- primero es mi hijo y después si quiere la desaparición de esa chica

-¡Qué dice! -alza la voz Nico, Martínez y yo nos acercamos con cuidado para intentar mantenerlos alejados- quién mató a Alma, podría estar detrás de la desaparición de mi hermana

-A mi lo de Al…¿Quién dices, Alma Rivero? -Antonio se acerca al chico de manera amigable y pasa su mano por la espalda. Él le responde asintiendo- A mi ella me la pela -dice esta vez agarrando y hablando de la oreja- mi hijo Víctor está muerto, y quién ha hecho esto me lo va a pagar ¿Entiendes?

Tras La SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora