Nathaniel guió a Candy a nada más y nada menos que al Sweet Amoris, el instituto donde se habían conocido hacía 4 años. Nathaniel la guió hacia la ventana abierta de la sala de delegados.
-Estás loco, Nath, ¿qué hacemos aquí? -reía Candy mintras él le ayudaba a alcanzar la ventana.
-¿Recuerdas cuando antes tuve que reconocer que fantaseaba contigo? -dijo mientras se impulsaba para encaramarse- Digamos que la primera vez que pasaste por mi mente de esa manera fue aquí, en una de mis tardes entre apuntes y papeleo administrativo.
El corazón de Candy se aceleraba ante esa confesión. Nathaniel continuó hablando, ya dentro de la sala.
-Aunque eras mi amiga, la que tanto me ayudó con mis problemas en esos años, al final había veces que no podía evitar desearte... -suspiró con nostalgia.
-¿Problemas? ¿Te refieres a tus problemas familiares? -preguntó Candy tomando su mano.
Nathaniel asintió, antes de carraspear para recomponerse.
-Sï, me refería a eso, pero no te he traído aquí para ahondar en los recuerdos tristes, sino en los otros que te comentaba... Igual te parece una estupidez, pero...
-Me encanta la idea, delegado... -interrumpió ella, entendiendo la idea perfectamente.
Nathaniel sintió un fuego encendérsele por dentro al escuchar la palabra "delegado" de sus labios. Trazó una mirada afilada y empezó a acercarse hacia ella lentamente.
-Oh, vaya, ¿qué tenemos aquí? ¿Una intrusa?-dijo Nathaniel con voz teatral, como si fuera de nuevo el delegado principal del instituto- ¿Qué se supone que estás haciendo aquí sola a estas horas?
-Oh, delegado... lo siento mucho, estaba buscando unos papeles que había perdido -improvisó Candy, jugando su papel de inocente y coqueta a la vez.
-Necesito revisar tu bolso, señorita -dijo Nathaniel, arrancándole el clutch con gesto autoritario.
-No he venido a robar nada, delegado...
Candy se dejó revisar, aunque a Nathaniel no le importaba en absoluto el contenido del bolso; solo quería comprobar hasta dónde podía mostrarse obediente ante él. Con una sonrisa de medio lado, le tendió el bolso y se acercó a su oído.
-¿Y qué me dices de tu falda? -preguntó, acariciando el borde de la prenda con la punta de los dedos-. Es muy corta... Demasiado, diría yo ¿Acaso no conoces las normas?
-Lo siento, delegado, no me había dado cuenta -susurró Candy, mordiéndose el labio inferior y conteniendo una sonrisa.
Nathaniel la miró con intensidad, acorralándola entre una mesa y su cuerpo.
-Voy a tener que enseñarte las normas aquí...
[🔞]
Candy tembló de excitación. La idea de ser reprendida y castigada por Nathaniel la volvía loca.
-¿Y quién te crees que eres para darme órdenes, delegado? -preguntó, mirándolo desafiantemente a los ojos.
-Dentro de esta sala, yo soy el que manda -respondió él, desabrochando su pantalón y liberando su miembro erecto-. Ponte de rodillas ahora mismo
Candy sonrió de forma pícara y se arrodilló frente a Nathaniel. Bajó su pantalón hasta los tobillos, tomó su miembro en su mano y lo acarició antes de llevarlo a su boca y comenzar a darle suaves lamidas en la punta. Nathaniel se agarró a la mesa con fuerza mientras cerraba los ojos y dejaba escapar un gemido.
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Melodías prohibidas, pasiones compartidas | Fanfic Corazón de Melón [🔞]
FanfictionEn este fanfic de Corazón de Melón, unos años después de graduarse en el instituto, Candy se reencuentra con su ex Castiel y sus compañeros Nathaniel y Lysandro. A pesar del paso del tiempo, las emociones se reavivan tras la huella que ella dejó en...