Capítulo 88

                                    

                                          
—Ni siquiera he entrado a la sala de tratamiento todavía.
Mientras Tae-soo hablaba por teléfono con Yoon Seok-hoon, Kang Se-hun miró alrededor del tranquilo pasillo. Varias parejas que estaban sentadas esperando tratamiento parecieron reconocerlo y podía sentir las miradas de las enfermeras que pasaban a su lado. Dado que el artículo ya se ha difundido por todo el país, las miradas eran más descaradas que antes.
—¿A qué hora empieza la reunión?
Tae-soo tocó el celular de Kang Se-hun mientras sostenía el suyo en la oreja. Tae-soo comprobó la hora en la pantalla y volvió a concentrarse en la llamada.
—Entonces hablemos por teléfono después de la reunión. Sí. Sí.
Tae-soo finalizó la llamada, mirando de un lado a otro el celular de Kang Se-hun.
—¿Cambiaste tu celular?
Como el celular de Kang Se-hun era el mismo que el mío, inmediatamente noté la diferencia.
—Lo llevo conmigo porque esta vez planeo lanzarlo.
—Es bonito.
—¿Sólo bonito?
—Aparte de ser diferente del modelo anterior.....
Tae-soo agarró y soltó el celular repetidamente. ¿El peso se ha vuelto más ligero? Pensó que no podía encontrar nada más, pero sonó el celular de Tae-soo.
—Está llamando de nuevo.
Esta ya era la tercera vez mientras esperaba a que le atendieran. Esta vez, Tae-soo cortó la llamada con la excusa de que pronto iría al consultorio del médico y suspiró.
—Por favor guarda mi celular.
—¿Tienen curiosidad sobre el género?
—No sólo eso, sino que...... mis padres quieren que vaya con ellos, y que compre otro suplemento nutricional mientras estoy aquí. No paran de llamarme porque no saben cuándo acabará la reunión, y temen no poder ir al ginecólogo antes de la fecha de parto.
Como resultado, recibí más llamadas de lo habitual.
—Tus padres se preocupan mucho por ti.
—Creo que es más porque estamos separados.
Tae-soo también respondió preocupado por el número inusualmente alto de llamadas en estos días. Estoy bien, así que no tienen que preocuparse demasiado….
—Yoon Tae-soo, por favor entre.
Cuando la enfermera lo llamó y le abrió la puerta de la sala del consultorio, Tae-soo se levantó como si hubiera estado esperando.
—Vamos.
Al mirar a Tae-soo con los hombros estirados y los puños cerrados, Kang Se-hun se obligó a reprimir una risa.
¿Descubrir el género hoy es algo que tienes que hacer como un general?
                                      ***
—Escuchemos primero su corazón.
Simultáneamente con la guía del médico, el sonido del corazón de Bendición resonó con fuerza en la sala de tratamiento. Recordó la explicación de que el corazón latía rápido porque era un bebé. Tae-soo sintió como si su propio corazón latiera con fuerza ante el sonido del corazón de Bendición, así que levantó la mano y la presionó ligeramente contra su pecho.
—Está muy sano. ¿Ahora miramos la pantalla?
Cuando el médico bajó el sonido del corazón, los ojos de Tae-soo y Kang Se-hun se dirigieron a la pantalla de la máquina de ultrasonido.