Especial 100k

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Especial 100k 🌺

Los dos pequeños corrían por la casa, saltando y gritando de alegría, jugando con los nuevos juguetes que les había traído santa claus. 

— tío, tío — grito el pequeño

— ¿Qué pasa? — preguntó Hanma.

— ¿si? — preguntó Sanzu.

Ambos se miraron, fruncieron el ceño con odio y en la cabeza del niño las miradas de sus tios parecian gruñido.

— ¿por qué no se quieren? — preguntó él inocente niño, bajando su tren de juguete al suelo.

— son hermanos... — la niña estaba igual de confundida.

— ¿yo hermano de ese idiota? — río Hanma y Sanzu le golpeo el hombro.

— no digas groserías delante de los niños o te romperé la cara.

— ¿Quién te crees para amenazarme delante de MIS sobrinos? — hanma miró con odio a Sanzu y si no fuera por los dos pequeños ya se hubieran golpeado.

— ¿no son hermanos? — preguntaron los pequeños, al unísono.

— no. — respondieron juntos.

— tu tío hanma es hijo de la mamá de tu mamá y yo soy hijo del papá de tu mamá. — explicó Sanzu a los niños.

— ¿por qué no son hijos de la misma persona? — preguntó la niña, que había sacado lo preguntón de su padre.

— porque su abuelo era un infiel. — respondió Sanzu, refiriéndose a su padre. — verán, tus abuelos tuvieron a tu mamá después de que cada uno tuviera sus propios hijos. — volvió a explicar en manera que entendieran los pequeños.

— mucha información que no me importa. Yo solo quiero saber si me darán regalos o no. — declaró la pequeña y sus tíos rieron.

— esos ya te los dio santa, no pidas más. — dijo Hanma.

— dar regalos es trabajo de santa. No mío — dijo Sanzu.

Ambos adultos se dieron la vuelta para saludar a las personas que habían llegado a la casa. Los pequeños siguieron corriendo hasta llegar a la sala, hasta que él niño choco.

— ¿Ah? — Shinishiro bajo la mirada y vio al pequeño — tiene la misma expresion aburrida de Seishu.

— es verdad — confirmo Mikey, mirando al pequeño.

— no tengo cara de aburrido — Inupe llego, y el niño le hizo una señal para que lo cargará. Se escondió en el pecho de su padre, al sentir la mirada de los adultos sobre él. Era tímido.

— la niña tiene la misma sonrisa de Koko — Draken miró a la pequeña y Emma asintió, apoyando la idea.

— tienen hijos muy bonitos, Hajime — Emma sonrió y Koko colocó su mano sobre el cabello de la niña, provocandole un sobresalto.

— ¿por qué tienen esos juguetes? — preguntó Koko. Y la niña se encogió de hombros y el pequeño se acurruca contra el torso de Inui.  — le diré a su madre que abrieron los regalos.

— ¡no! — dijo el pequeño.  — no le dirás nada...

— ¿por qué no? — le preguntó Koko. — aún no era hora de abrirlos. — dijo y el niño empezó a sollozar.

— ya lo hiciste llorar Koko. — Inupi frunció el ceño y Koko extendió sus brazos al pequeño de tres años.

— no estoy enojado. — Aclaró Koko y él pequeño se lanzó a sus brazos, con una sonrisa, y lo tomó del cuello. — vamos con tu madre.

— ¿le vas a decir?

— claro que no, no importa.  Santa claus para eso compro muchos regalos.  — Koko acarició su cabello y los ojos del pequeño se iluminaron. 

— vamos. — Inui tomó la mano de la niña, a ella no le gustaba que la cargaran, tenía miedo a las alturas.



Llegaron a la otra sala donde se encontraba T/n y el resto de la familia. La niña al ver a su madre corrió a ella y abrazo sus piernas.

— hola, lindura — acaricio su cabello. — saluda al tío Takeomi. — la niña miró a su tío y se escondió detrás de su madre. La cicatriz en su cara la asustaba.

Koko llegó y beso la frente de su esposa, y el niño sonrió al ver a sus padres felices. Se apoyo en el torso de su padre y al poco tiempo empezó a bostezar.

Inupi se colocó a un lado de su esposa y acaricio su cintura, mientras se unía a la conversación de los adultos.

— mami, mami — la pequeña tiro de su brazo y T/n se agachó, se acercó a su oido y susurro.

— dice que Wakasa parece un copó de nieve — Wakasa sonrió y le dio dinero a la pequeña.

— como si lo necesitara — balbuceo Koko y wakasa lo miró mal.

— es más valioso si es con cariño.

— yo amo mucho más a mis hijos y les doy más.

— ¿te pregunte? — Wakasa mordió el palillo entre sus dientes y colocó dinero entre el suerter del pequeño.



Eran alrededor de las 11 de la noche, y el pequeño luchaba por mantener los ojos abiertos.

— no se va a dormir hasta que estemos los cuatro con él — Inupi recordó y Koko colocó al pequeño en la cama.

— tu también. — le dijo t/n a su hija.

— no quiero.

— si quieres.

— ¡no!

— ¡si!

— ya no griten. — Inupi se colocó entre las dos y cargo un poco a la niña para recostarla en la cama.

Mientras Inui y Koko los arropaban, la niña miró desde arriba a su madre y le sacó la lengua.

— te guste o no es mi esposo y lo conocí primero — atacó T/n e Inupe la miró mal. — que se ubiqué.

— no le hagas caso, princesa — beso si frente y la del niño, se levanto y apagó la luz.

— dulces sueños.  — dijeron los tres al unísono y regresaron a la fiesta de navidad.

ERES MIA Y DE ÉL [Koko, Inui y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora