Capítulo 58

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15 mayo del 2023

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15 mayo del 2023

Es triste pensar que ya no tengo la oportunidad de esperar a que su memoria me recuerde, su mente ha borrado todo rastro de mí, la observo sentado en una de las mesitas cerca de la ventana, está entregándoles una pequeña caja a una chica, me imagino que será un pedido, la pastelería huele a vainilla.

Veva sonríe y sus ojos se enfocan por un segundo en mí, me sonríe y le devuelvo la sonrisa, se acerca a mi a paso tranquilo, mis ojos se humedecen al verla con su delantal y sus ojos brillantes.

-Buenos días, cariño. ¿Qué deseas pedir? Hoy he preparado un pastel de manzanas exquisito, es el pastel más pedido del día. -habla contenta y yo solo la observo, embelesado por esa señora que me cuido toda la vida.

Me mira preocupada de pronto y su sonrisa alegre flaquea, parpadeo a causa de las lágrimas qué salieron sin mi permiso, le sonrío lloroso.

-Perdón, es que me recordaste a mi abuela. Me gustaría una ración de galletas de avena y nueces, por favor. -logro decir, pero la voz se me quiebra a lo último, Veva acaricia mi cabello con simpatía.

-Ya te lo traigo, cariño. No llores, tienes una linda sonrisa.

Veva va en busca de mi pedido y me mantengo respirando, intentando no llorar, pero es difícil, es difícil ya no ser nadie en su mente, es difícil haberme perdido sus últimos días con mi recuerdo, por haber estado atravesando también un proceso caótico con mis emociones, es difícil saber que me perderá y no lo sabrá, no me llorará.

Regresa con mis galletas y una taza de chocolate caliente, se sienta a mi lado y con solo verla me rompo a llorar, tengo la suerte de que la pastelería está casi vacía, Veva me abraza y me aferro a su abrazo como si me estuviera rompiendo.

-Te extraño abuela, tengo tanto miedo, me aterra lo que será de mí, lo que cargo en mis hombros, tengo tanto miedo y te extraño tanto. -Sollozo y Veva tararea una canción que sin recordarlo me cantaba de niño, le cantaba a Gin antes de dormir.

-¿Cómo te llamas, muchacho? -pregunta y me separo de su abrazo, limpia mis lágrimas con el dorso de su mano.

-Gavin... -se me rompe la voz y un brillo se instala en sus ojos, como quisiera que fuera reconocimiento, pero sé que es porque mi nombre siempre le ha gustado.

-Escucha, eres un joven fuerte y valiente, no te conozco, pero créeme que sé identificar a las buenas personas y tú eres una de ellas, todos alguna vez sentimos miedo, es normal, es parte de la vida, estoy segura de que tu abuela estaría orgullosa de ti, Gavin.

Asiento entre lágrimas y le sonrío, me insta a tomar un poco del chocolate caliente y a probar de las galletas, me cuenta sobre su amor por mi nombre y de lo lindo que me encuentra, sonrío cuando me dice que mis pecas se parecen a las suyas.

«Te amo, Veva. Haré lo que pueda para ser feliz y libre.»

...

18 de mayo del 2023

El suicidio de CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora