—¿Así que patrullar? —rompí el silencio y miré a Kairi—, supongo que nos dividiremos en grupos.
—Nosotras dos vigilaremos la casa desde lejos, no vamos a patrullar como tal —dijo y levanté las cejas—, tenemos el control sobre los demás agentes, no lo olvides.
—¿O sea que nos quedaremos en un móvil y sin acción? —pregunté indignada—, ¿No va a haber disparos hoy?
—No si todo sale bien —deslizó la tableta hacia mi lado—, estaremos aquí.
Señaló con su dedo índice un punto más o menos a dos calles de lo que sería la residencia Halgaba.
—Gala Jones y Max Lester son los únicos actuarán por cuenta propia, por lo que nosotras mantendremos el orden en las calles —explicó.
—¿Y no haremos nada más que guiar la misión?
—¿"Nada más"? -soltó el aire—, ¿Crees que es fácil?
—Es que, no es mi fuerte —comenté.
—Lo sé.
Mantuvo sus ojos verdes clavados en los míos, como si estuviera pensando en algo y sentí que el estómago se me revolvió de los nervios.
Mi cabeza me decía que ella escondía algo más que un enojo extraño hacia mí, que en realidad la razón de su odio no era por ser una "entrometida".
Pero cuando estaba a punto de abrir la boca para preguntarle, Jones y Lester volvieron.
—Había un joven con náuseas —informó Max.
Riks y yo asentimos. Después de unos segundos volvimos a seguir conversando sobre el caso, hasta que Jones cambió lugar conmigo para sentarse al lado de Lester. Según para que él le mostrara como utilizar una función nueva de las tabletas.
Y como no, me quedé sentada al lado de la teniente más amable que conocí en mi vida.
Ella tenía el lado de la ventana y quería ver, por lo que me asomé un poco.
—Quedate quieta —dijo con los ojos cerrados—, aprovecha a dormir porque esta noche tenemos trabajo.
—Quería ver por la ventana, nada más.
La miré de reojo y se me hizo raro que usara una media coleta, ya que siempre llevaba el cabello suelto, aunque por lo corto que era se le escaparon algunos mechones de la parte de adelante.
—¿Sabes que esta mañana Max y yo descubrimos que hay un ladrón de café? —pregunté sin poder quedarme callada y suspiró.
—¿Ladrón de café? —frunció el ceño.
—Desaparecieron algunas cápsulas y le dije a Max, en broma claro, que teníamos un infiltrado en el cuartel.
—Sería un disparate —dijo y asentí.
—Max dijo que sería raro ¿Sabes? —hablé mientras buscaba algo en mi bolso—, y estoy de acuerdo, porque no es como si yo fuera y robara café de la sala de descanso. Ninguno del cuartel haría eso.
Me miró con los brazos cruzados y sin decir nada volvió la vista a la ventana.
—De igual manera terminé tomando Coca-Cola. —dije despreocupada.
Suspiró algo cansada y volteó de nuevo para ver qué era lo que yo estaba haciendo.
—¿Qué es eso? —preguntó viendo la bolsa en mis manos.
—Caramelos —dije simplemente—, no te voy a dar por si preguntas.
Alzó las cejas, porque se ve que no esperó esa respuesta y luego desvío la vista.
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Confiar En Ella
ActionHace años Nerissa arruinó una misión, y con ello, la vida de Kairi... pero lo peor es que no lo sabe. Kairi buscó la manera de no verla, pero Nerissa terminó siendo su compañera aunque ninguna de las dos aceptara eso. Tendrá que acostumbrarse a ell...
6. Caramelos.
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