4. La dejo sin nariz.

                                    

                                          
Nerissa.
Me quedé apoyada en las barandas que delimitan el borde de la punta del crucero, dónde por suerte, no había personas.
Tuve ganas de tirarme por un segundo, pero pensé que sería una muerte dolorosa, así que mejor opté por deprimirme mirando el mar totalmente oscuro.
Pensé bien el hecho de que había besado a Kairi.
Y no me arrepiento.
Por más que me haya mandado al carajo.
No sé porqué se me ocurrió eso en ese momento, pero solo lo hice y no hay nada que cambiar.
El hecho de haberme enojado con ella por aclararme que no le gustaban las mujeres, tenía mucha justificación.
Y los rumores que habían esparcido sobre mí en el otro cuartel eran la justificación.
Todavía recuerdo con lujo de detalles —por desgracia— cómo es que escuché a varios agentes hablar sobre mí a mis espaldas. 
Criticaron la relación que tenía con una agente del cuartel y además de que dijeron que era un horror; después de que terminamos empezaron a rumorear que había vuelto a salir con otra chica porque según "pasábamos mucho tiempo juntas".
Además de decir que yo era una "regalada", en pocas palabras.
Esa mujer que todos pensaban que era mi pareja, fue la única que me sostuvo durante los últimos meses que pase en ese maldito cuartel.
Por suerte, luego de todo eso me transfirieron.
Y llegamos al punto de la historia donde aparece la Teniente Kairi.
La misma mujer que me odiaba, y para rematar, no sabía el porqué.
—Teniente Keller ¿Cómo está todo? —escuché la voz de Max Steel viviente y me sobresalté un poco.
Acomodé disimuladamente mi auricular y suspiré.
—Mal, cadete. —solté y apoyé mis codos en el barandal helado del crucero.
—¿Es por el caso? ¿Tiene algo que reportar? —preguntó preocupado y solté una risa.
—No, no es eso, por suerte —dije y pensé unos segundos—, es peor.
—Ah ya sé ¿Kairi, verdad? —preguntó y me sorprendió lo rápido que lo entendió.
—Sí, tiene un carácter bastante —pensé unos segundos, tratando de no decir "horrendo" o algo parecido—...fuerte.
—Es difícil al principio. Una vez casi me mata por derramar su café en un informe, pero con el tiempo se vuelve menos...
—¿Bulldog? —terminé con gracia y escuché su risa—, porque si es un sí, lo dudo mucho.
—No creo que hayas hecho algo tan malo. —comentó despreocupado y me mordí los labios.
Sabia perfectamente que las conversaciones del cuartel eran grabadas, pero el único que estaba escuchando eso en ese momento, era Max. Ya que ninguna misión estaba en curso y el estaba en la línea solo por apoyo.
—La besé. —dije simplemente y me reí de los nervios. 
Bajé la cabeza y cerré los ojos con fuerza como si eso fuera a arreglar algo.
—Wow, no sé cómo sigues viva —soltó con sorpresa—, pero dame un contexto, por favor.
—Necesitabamos disimular y fue lo único que se me ocurrió, pero lo sé, fue estúpido.
—Ah, por un momento pensé que...olvídelo, de todas formas la agente Kairi no tiene corazón como para aceptar algo así en otro contexto. —dijo y suspiré.