Capítulo 71

                                    

                                          
—¿Una reunión?
Han Mi-soon se levantó bruscamente de su asiento. Pero Seo Eun-hee la agarró del brazo y tiró de ella hacia abajo.
—Cálmate y escúchame.
—No, no es como si fuera una especie de reunión familiar a la que mi padre fue....
Seo Eun-hee mostró una mirada de desconcierto mientras Han Mi-soon murmuraba como si estuviera sofocada. Han Mi-soon, que la había escuchado hablar por teléfono con su hijo antes, le preguntó de qué estaba hablando y dijo que no se levantaría hasta que se lo dijera, por lo que no podía hacer nada.
—Cómo puedes no decírmelo. Te dije que era el chico que tenía en mente como la pareja de In-hyuk.
—Así es, pero eso lo decidió únicamente la cuñada. Y cuando pedí verte porque tenía algo que decirte, dijiste que estabas ocupada.
—Cuñada.
Han Mi-soon gritó en voz alta ante la pobre excusa de la reunión. Entonces Seo Eun-hee levantó las manos y trató de calmarla.
—Está bien, está bien. Seré honesta. Padre me dijo que no empeorara las cosas. 
—¿Pa… dre?
—Sí. Si no fuera por padre, ¿por qué no se lo habría dicho a mi cuñada con anticipación? Me pregunto si habría sido cómodo para mí estar callada sabiendo cómo la cuñada sentía por Tae-soo.
Seo Eun-hee respiró hondo como si fuera a contarle todo.
—No sé si cuñada lo sabe, pero Tae-soo fue hospitalizado porque estaba enfermo. En ese momento, padre visitó personalmente el hospital y me dijo que no presionara a Tae-soo…
La voz de Seo Eun-hee se desvaneció y acabó callándose, dejando sólo la respiración agitada de Han Mi-soon.
—Creo que Tae-soo ha tomado la decisión de casarse con mi Se-hun de todos modos, así que ¿por qué no lo dejas ir cuñada?
—¡Cuñada! Cómo puedes decir eso ¿Sabes cuánto tiempo llevo viendo a Tae-soo?
—Lo sé. Lo sé, pero ahora se va a casar con mi Se-hun.
—Mi Se-hun, mi Se-hun. Cuñada, ¿estás intentando enojarme?
Han Mi-soon se hundió mientras se aferraba a "Mi Se-hun", que se intercalaba entre las palabras de Seo Eun-hee.
—Sí, tu hijo Se-hun es lo primero. Pero mi hijo también es lo primero.
Han Mi-soon se levantó de su asiento. Seo Eun-hee se limitó a mirar, ya que no parecía que fuera a atraparla esta vez.
—Lo siento por la cuñada e In-hyuk, pero así es la gente. Creo que estaba destinado a estar con Se-hun después de todo.
—No. Nunca lo permitiré.
Han Mi-soon se dio la vuelta y salió de la oficina de Seo Eun-hee. Mientras caminaba nerviosa, apretó los puños con tanta fuerza que se clavó las uñas.
—No puedo dejarlo así.
No, no podía quedarme quieta, aunque no quisiera hacer el ridículo.
Han Mi-soon rebuscó en su bolso y sacó su celular. Lo pulsó varias veces y se lo acercó a la oreja.
—¿Dónde está el presidente ahora?
Los ojos de Han Mi-soon brillaron mientras seguía el rastro del presidente Kang Hak-joong.
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Tae-soo bebió un trago del agua que tenía delante para recuperar el aliento. Al principio tenía sed porque estaba nervioso esperando a sus padres, pero ahora tenía sed porque habló mucho. Le sorprendió cuando apareció el presidente Kang Hak-joong, pero ahora estaba cómodo en este lugar como si siempre lo hubiera estado.