Capitulo 42

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Camil

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Camil

No podía equivocarme, vi su reacción que fue provocada por el aumento de mi voluntad y estaba muy segura que eso lo había afectado, pude ver el dolor en su mirada y cuando llevo su mano al pecho afectado por la presión, pero, yo sabía que eso era imposible, Daniel no estaba marcado por mi y aún así lo fuera él no era como yo, no era un lobo, no era un ser sobrenatural para que pudiera sentir mi voluntad o si quiera mi esencia.

Todo esto me confundía, necesitaba respuestas, necesitaba saber el porqué estaba enredada con historias que involucraban a lobos, brujos y vampiros. ¿Que quería la Diosa de mi exactamente?¿Cual era su plan para con Daniel y con todos los que lo rodeaban?

—Alpha.—levante la mirada de la arena hacia mi llamado.—Me alegra verla.—el viento llevo mi aroma hacia su dirección. Roberth se detuvo de inmediato y sonrió de lado olfateando mi nuevo aroma.

—Cállate.—desvíe la mirada de la de el algo apenada, ahora sabía que el vínculo ya lo había iniciado.

—Y yo que estaba angustiado por usted y que los legionarios la encontraran.—llegó a un paso de mi y se retiró las gafas de sol.—Al parecer estuvo muy bien acompañada.—sonrió más.

—No te enseñaron a respetar a tus superiores.—baje del capo de mi auto y escuché su risa tras de mi.

—No olvide que soy un rogué, ademas debe ser más precavida ya que si esas dos rogues la olfatean sabrán quien es su mate.

—Kate deseará matarme y es algo que también se lo deseo.—apreté los puños, la siguiente vez que la encontrara no saldría con vida.

—Piense.—Roberth se colocó frente a mi y me tomó de los antebrazos.—Ahora mismo percibo más del olor de Daniel que el suyo, ellas no son estupidas y lo sabrán de inmediato y créame que no irán por usted.

—Tienes razón.—irían por mi punto débil, mire hacia ambos lados en la playa, era muy temprano por lo que no había absolutamente nadie por los entornos.—Sujeta esto.—le entregue mi polera y luego comencé a desprenderme de mi ropa.

—¿¡Que demonios hace!?.

—Guarda silencio, nadie se dará cuenta.—Roberth desvío la mirada al verme estar en ropa interior y carraspeo.—Debo quitarme su aroma y el agua salada ayudará.

—Pudo haber hecho cualquier otro cosa.—sonreí.

—Eres un Beta y tienes mate al igual que yo, por lo que eres doblemente leal y confío en ti tanto como en mi propio Beta.–ahora el sonrío.—Ahora cuida mis cosas, vuelvo enseguida.

.-"No debiste hacer eso, no fue correcto"

Fruncí el ceño ante las palabras de mi loba.

.-No hice nada malo, yo tengo mate al igual que él y no pienso fallarle

Eres mio, Humano©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora