1. Causa problemas.

                                    

                                          
Bienvenidos a "Confiar en ella"
Antes de leer deberían saber que esta historia contiene:
Violencia, armas, muertes, escenas subidas de tono, drogas y demás cuestiones que pueden afectar al lector.
También humor, humor negro, sarcasmo y demás cosas que sé que les llama la atención. 👀
Además cabe aclarar que todo lo que gire entorno a lo legal está modificado, así como los términos que se utilizan entre agentes (cargos o rangos) y las obligaciones que tienen. 
Sin nada más que aclarar.
Los dejo, por ahora.
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Kairi.
A las seis de la mañana, lo único que me mantiene escuchando al agente Lester es la taza de café que tomo todas las mañanas.
Lo observé apoyada en una de las paredes de la oficina y todavía no entiendo cómo es que él tiene tanta energía como para estar caminando por la habitación mientras habla.
—Después, tenemos que investigar el caso 325, de una anciana que perdió su...¿Dentadura? —leyó los informes— ¿Es en serio? Somos del FBI, esto parece una broma.
Solté una risa por lo estúpido que se veía con su cabello negro y corto, como el mío; solo que el de él estaba despeinado.
—Por dios, yo no quiero tomar ese caso —se apoyó en un escritorio—, olvidé decírtelo...la detective Keller se unió al caso de Esteban Gaile.
Escupí todo el café que tenía el la boca y por poco me ahogué.
—¿Eh? —solté con sacudiendo las manos porque el café me quemó— ¿Qué se supone que va a hacer? Está loca, además no tiene la capacidad para llevar el caso.
Era imposible que después de cometer un error y dejara el caso, volviera después de años.
¿Qué se suponía que haría ella? 
Si Esteban Gaile era uno de los criminales más buscados.
Un hombre con cantidades de poder y dinero increíblemente grandes.
Un ladrón, traficante y todo lo que tenga que ver criminal. Eso era él.
Esa mujer se uniría al caso, pero estaba segura de que sería para estorbo.
Ya que una persona más o una persona menos en mi equipo, no iba a hacer mucha diferencia.
Y menos si era ella.
—Cálmate Kairi, la transfirieron —dijo cómo si nada—, no puedes hacer nada más que...—habló dejando el informe en la mesa y las radios comenzaron a sonar.
—Explosión en la calle Walas, móvil 14 y 19 al lugar. —se escuchó la voz de de la comandante y miré a Max.
—Esto tiene que ver con el idiota de Gaile. —dije con rabia.
Bajamos las escaleras del edificio y llegamos al estacionamiento lo más rápido posible.
—El banco —soltó atando cabos—, seguramente la explosión fue en el banco.
—Que inteligente eres, agente Max Lester...—comenté buscando las llaves de nuestro móvil.
Subimos a la camioneta negra y quedé del lado del volante.
—Espero que Jones esté en el lugar. —comenté impaciente.
—Ojalá —miró la ventana—, hace horas no la veo...