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—¿Crees que podemos ayudarlos? —pregunto.
—No lo sé.
—¿Y si cuándo se vaya Jimin lo alcanzamos en el aeropuerto junto con Jungkook, tipo drama coreano?
—Aún no debe hacer esfuerzos.
—Cierto.
—¿Y si hablas con Jungkook de todo y los reunimos en algún lugar, no sé, tal vez le puede pedir a Jimin ser su novio y luchar juntos contra esa gente homofóbica?
—Me gusta la idea.
—Bueno, voy hablar con Jungkook, tú no le digas nada a Jimin y vemos que podemos hacer para reunirlos de nuevo.
—Ok, yo voy a intentar convencerlo para que no se vaya.
—¿Y cuándo vas a aceptar salir conmigo Tae?
Me sonrojo ante su inesperada pregunta.
—Estoy aquí contigo, ¿esto no cuenta?
—Pero esto no es una cita, quiero platicar de lo que te gusta y conocerte más a fondo.
—Hagámoslo una vez que Jimin y Jungkook estén juntos, ¿sale?
—De acuerdo —sonríe.
Degustamos lo que pedimos mientras seguíamos platicando de como podíamos ayudar a ese par a volver a estar juntos. Me encanta estar a su lado, es muy lindo.
—Bueno Hobi, debo irme, Jimin debe estar esperándome en el departamento —doy el último trago a mi té.
—Gracias por venir, fue un gusto verte de nuevo —acaricia mi mano en la mesa.
Le regalo una sonrisa mientras me levanto.
—Nos mandamos mensaje en cuanto tengamos noticias, ¿sale?
—Va, ve con cuidado Tae.
—Igual tú Hobi.
Ambos sonreímos y salgo del restaurante para ir a casa. No sé cómo describir esta reunión, estaba muy nervioso y mi corazón no dejaba de latir rápido cada vez que veía su atractivo rostro. Sin duda saldré con él, me encanta y a pesar de que nuestro primer encuentro fue muy excitante e inesperado, él se ha portado muy respetuoso conmigo, cosa que me indica que quiere algo serio y eso me emociona.
Voy llegando a casa, seguro Jimin ya está dentro, debo pensar en otra cosa para que se me quite el sonrojo de la cara, eso de pensar en el chico que te gusta no deja nada bueno, además no quiero que sospeche, nos conocemos muy bien y seguro sabrá que algo pasa conmigo. Tomo un poco de aire y entro al departamento.
—Hola Jimin.
—¿Qué tal tu día Tae?
Muy ajetreado, pero feliz de llegar a casa para descansar.
—¿Y a ti cómo te fue en la sesión?
—Excelente, el cliente quedó muy contento con el trabajo, amo esa marca de ropa.
—Oye Jimin, cambiando de tema, ¿pensaste sobre no irte y hablar con Jungkook?
Se hace un silencio, Jimin deja la cuchara con la que estaba comiendo avena a un lado y agacha su cabeza.
—Muero por verlo y abrazarlo — empieza a llorar.
—Pues ve y hazlo, tonto, ¿cómo crees que debe estar sin ti? seguro él tambien te extraña.
—Debo pensar en su bienestar, moriría si le vuelve a pasar algo.  Decidí irme pasado mañana a Japón.
Paso mis dedos por mi cabello con desesperación, pero no puedo juzgarlo, porque sé cuánto ama a Jungkook y si su corazón le pide protegerlo de esta forma, debo apoyarlo.
—Bien, nos iremos juntos —me levanto del sillón y me encamino hacia él.
Voltea asombrado con lágrimas en sus mejillas, lo abrazo.
—Ya Mimi, no llores, aun no entiendo tu decisión, pero sabes que siempre estaré a tu lado apoyándote.
Asiente mientras continuamos abrazados. Su cuerpo tiembla, acaricio su espalda tratando de calmarlo. La necedad es su peor defecto, pero así lo quiero.
—Arreglemos las maletas desde ahora para que no se nos olvide nada, ¿ok?
—Gracias Tae.
—Eres mi hermano y te seguiré a donde vayas.
Nos soltamos del abrazo y nos encaminamos a nuestras habitaciones. Empiezo a ver qué es lo que debo llevar, no sé por cuánto tiempo estaremos allá, así que me llevaré todo pensando en estar varios meses. Me quedo sentado por un momento en la cama, no sé si decirle a Hobi, no quiero traicionar a mi amigo, pero siento la necesidad de contarle lo que vamos hacer, mañana que esté en la empresa le llamaré.